El oficialismo puede respirar tranquilo. Uno de sus más influyentes operadores en el Congreso aseguró a Página/12 que no hay divergencias internas que puedan afectar la sanción en Diputados de los nuevos poderes especiales para el jefe de Gabinete. Además, sus aliados del duhaldismo residual nucleados en el Peronismo Federal apoyarán la modificación a la Ley de Administración Financiera que permite al Gobierno modificar el presupuesto sin autorización de los legisladores. El presidente del bloque, el diputado José María Díaz Bancalari, aseguró que la “posición mayoritaria” de su bancada es votar a favor de los cambios propuestos desde la Casa Rosada. Así derrumbó la versión que indicaba que los ex seguidores de Eduardo Duhalde estaban divididos frente a este tema e incluso que pensaban darse libertad de conciencia al momento de votar la norma en la sesión del 2 de agosto.

La veintena de diputados del PJ bonaerense suelen pronunciarse en sintonía con los deseos del Gobierno, aunque por afuera del bloque kirchnerista. “La posición mayoritaria del bloque es acompañar la sanción tal como vino del Senado”, enfatizó Díaz Bancalari, en diálogo con la prensa acreditada en el Congreso. Las estimaciones del oficialismo indican que el Peronismo Federal podría aportar unos 15 votos por encima del centenar que apuesta a conseguir por cuenta propia, pero nada altera la previsión de que será una sesión relajada porque no necesitan una mayoría calificada. Díaz Bancalari especuló con que podrían ser 16 o 17 y la bancada que encabeza considera que sólo votaría en contra la diputada Graciela Camaño, tal como lo hizo en anteriores oportunidades respecto de los llamados superpoderes. Otra posibilidad sería que no participe de la sesión. En el entorno de Díaz Bancalari confían, incluso, en el poder de persuasión de su jefe sobre esta diputada que ha modificado sus posturas en algunos asuntos, aunque en éste viene manteniendo una misma línea. “No es la muerte de la república sino un tema meramente operativo necesario para el normal funcionamiento”, opinaron cerca del Mono respecto del proyecto que aumentará aún más el poder de Alberto Fernández.

Los hombres de Néstor Kirchner en Diputados no dieron cuenta de ninguna fisura en su bloque que permita pensar una votación con divisiones internas. “Para los DNU tuvimos 139 y hasta ahora, en general, siempre nos sobraron votos”, comentó la fuente consultada por este diario, al ratificar que la cohesión interna goza de buena salud. El único que aparece como díscolo es el diputado Rafael Bielsa, quien pretendería ponerle un tope a la posibilidad de modificar partidas presupuestarias.

El proyecto, ya votado por el Senado, aumenta los poderes de la Jefatura de Gabinete para cambiar las partidas presupuestarias más allá de los límites que actualmente impone el artículo 37 de la Ley de Administración Financiera. De esta manera, el Poder Ejecutivo podrá llevar recursos de un área a otra sin quedar restringido por las previsiones del presupuesto nacional aprobado por el Congreso.

La semana pasada se aprobó el proyecto en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en una larga reunión que tuvo algunos chisporroteos con la oposición, pero un final previsible. Los diputados Esteban Bullrich (PRO) y Claudio Lozano (CTA) presentaron sus dictámenes en minoría. El de este último establece un margen del 2 por ciento en la recaudación y, a partir de este monto, el Ejecutivo debería enviar una ampliación presupuestaria al Congreso.