Cargado de optimismo, el diputado Mauricio Macri entró a la Secretaría de Medio Ambiente rodeado de periodistas para entregar su proyecto para descontaminar el Riachuelo. Con su habitual sonrisa, anunció que quería ver a la titular de Medio Ambiente, Romina Picolotti, pero no hubo caso. La secretaria no lo recibió. Le dieron una nueva reunión para la semana próxima, pero le dejaron en claro que deberá asistir “sin periodistas”. Cerca de Macri intentaron explicar el desaire: “A Picolotti le molestó la presencia de medios de comunicación esta tarde”.

El líder de PRO entró campante a la secretaría cerca de las 15, con su propuesta para sanear el Riachuelo, y se anunció en mesa de entradas. “Como pasaron cuarenta días desde que la Corte Suprema de Justicia resolvió que había que hacer algo con la contaminación y no se ha hecho nada, le hemos traído nuestro plan de limpieza del Riachuelo a la secretaria de Medio Ambiente”, se jactó el empresario ante los periodistas que lo acompañaban. Luego se detuvo a explicar que se encuentra muy preocupado, porque los “focos de infección están poniendo en riesgo la vida de cien mil chicos a lo largo de los años”.

En el entorno del empresario aseguraron que el dirigente pidió reiteradas veces una audiencia y que incluso le envió una nota formal a la secretaria de Medio Ambiente. Pero, a pesar de su intento, deberá esperar hasta la semana próxima. “Le dejamos la propuesta porque ella hoy (por ayer) no nos puede recibir y tratará de hacerlo la semana que viene”, bufó Macri a la salida.