EL PAíS › RICARDO LOPEZ MURPHY, LIDER DE RECREAR
Dice que en 2007 está dispuesto a ser candidato a cualquier cosa, “salvo astronauta”, pero que la responsabilidad de representar al centroderecha la debe tomar el que esté mejor en las encuestas a fin de año. Critica al Gobierno por los superpoderes, la inseguridad y la relación con Chávez. Referencias a Stalin, Camboya y Mao.
› Por Werner Pertot
Ricardo López Murphy se inclina en uno de los sillones blancos de su oficina y extiende a Página/12 un afiche firmado por el ex secretario de Juventud tucumano Alberto Lebbos (padre de Paulina, asesinada en la provincia en marzo de este año). “Hablamos de la historia de la Argentina de treinta años atrás, pero acá tenemos una historia reciente”, arremete. El recibimiento marca el tono que tendrá el discurso de PRO camino a 2007: seguridad, seguridad y más seguridad. Y también un toque anticastrista. “Fidel deja de ser presidente y pasa a ser el hermano. ¿Acá estaremos pensando lo mismo con la esposa de Kirchner?”, chicanea. Reinstalado en sus oficinas de Florida, que se habían incendiado en 2005, El Bulldog busca volver de su incendio electoral en la provincia, aunque no abunda en definiciones. “Salvo astronauta, estoy dispuesto”, elude.
–¿Qué panorama dejó la aprobación de los superpoderes?
–Lo que ha seguido es un proceso de concentración del poder que ha tenido tres dimensiones: una es la destrucción del federalismo, que ha logrado subordinar a los gobernadores; la trivialización del Parlamento, porque si tiene una razón de ser es para parlamentar el Presupuesto, y la delegación de facultades. Hay un afán autoritario construido desde Santa Cruz, donde le cortaron la cabeza al gobernador (Sergio Acevedo)..., salvo que alguno crea que renunció para casarse con la novia de la madurez e ir a dar clases a un pueblito perdido de la Patagonia. Sobre esto ningún periodista pregunta, pero ni en los juicios estalinistas escuché semejante patraña.
–¿Por qué la oposición no pudo unirse como con la reforma del Consejo de la Magistratura?
–El voto de octubre les dio un cheque en blanco, sobre todo por el voto al tronco oficial y al retoño: Díaz Bancalari se convirtió en una espada oficial. Cuando veo la foto de la Cumbre de Córdoba, donde están Pampuro, Díaz Bancalari y Mércuri... ¡Me pareció espectacular! Era una postal inolvidable del corazón del duhaldismo, que se viste con otras ropas, pero está siempre en el poder. Los tipos cambian en los regímenes autoritarios, pero son revólveres a la orden: Parrilli privatizaba YPF y ahora es estatista, Cristina Kirchner era vicepresidenta del bloque menemista en la Constituyente y... da para todo.
–Eso no explica por qué la oposición no articula una estrategia.
–Yo diría que la oposición está fragmentada. Seamos francos: nos gusta exhibir nuestras diferencias, nos deleitamos marcando los matices.
–Elisa Carrió criticó que otros opositores aceptaron las facultades extraordinarias cuando fueron gobierno. Por ejemplo, cuando usted era ministro de la Alianza, el jefe de Gabinete tenía estas facultades.
–No, no. No es comparable. Ese era un gobierno minoritario, sin mayorías parlamentarias. El gran problema era que le trabaran el problema administrativo.
–¿O sea que está bien en un “gobierno con minorías parlamentarias” y está mal para este gobierno?
–No. Yo diría que están previstos en la Constitución para atender situaciones de excepcionalidad... Pero la oposición tiene dificultades y eso es una realidad.
–Concretamente, sobre el espacio de centroderecha...
–(Interrumpe.) No comparto ese anclaje ideológico, por lo menos, en la forma que se pregunta en la Argentina: no es como el conservadurismo, el liberalismo o la socialdemocracia, sino que se utiliza la teoría de Rin Tin Tin: están los buenos y los malos. Una cosa maniquea, infantil, atrasada, bárbara. Yo no lo pondría así.
–¿Cómo lo pondría?
–Somos el sector que simpatiza con la versión chilena, uruguaya, mexicana, brasileña y peruana en políticas públicas. Por otro lado, está la versión chavista. Me siento muy incómodo con Venezuela, como el Gobierno se siente incómodo con Uruguay y Perú.
–Como economista, ¿no fomentaría el comercio con Venezuela?
–Totalmente. Ese no es el punto, sino hacer seguidismo de Chávez y ligarse a alguien que niega el holocausto.
–Usted está hablando del presidente de Irán, no de Venezuela.
–(Se enoja.) ¿Pero usted lo vio a Chávez desmentir al premier iraní? Ese es un punto crucial. En estas cosas, es como los DNU de Kirchner: ¡¡el silencio legisla!! Después van a decir que no existían los Gulag estalinistas, el Khmer Rouge, Camboya, el gran salto adelante de Mao, que nos costó 30 millones de muertos. Llevo como recuerdo de mi juventud cuando los escuchaba gritar: “Por uno, por dos, por muchos más Vietnam”. ¡Y Camboya! Eso causó mi gran crisis ideológica en lo setenta.
–¿También rechaza los actos de militares que reivindican el terrorismo de Estado, como el de Plaza San Martín?
–Eso no es lo mismo. Si una persona va a asistir a un homenaje a sus muertos... Esos episodios forman parte de una tragedia en la sociedad argentina. Yo viví esa época y escuché en las asambleas universitarias: “Por cada tipo que matamos, otro paso que avanzamos”. Viví como una tragedia las muertes de (el ministro del Interior de la dictadura de Agustín Lanusse, Arturo) Mor Roig, de (el coronel Argentino del Valle) Larrabure, las desapariciones... La guerra civil fue una tragedia, como lo es el conflicto en el Medio Oriente.
–Pero no fue una guerra...
–En los términos de la cámara que juzgó a los comandantes.
–Volvamos a PRO. ¿El sector de centroderecha...
–(Interrumpe.) Republicano.
–... puede tener un frente unificado en 2007?
–Yo supongo que va a tener un candidato claro, que va a ser el que esté mejor en las encuestas.
–¿Qué le impide aliarse al gobernador neuquino, Jorge Sobisch?
–Ese tema terminó ya.
–¿Está “terminado” Sobisch?
–Es objetivo para cualquiera que lo analice.
–Pero Macri no parece compartir su criterio: se juntó con Sobisch apenas volvió del Mundial.
–(Contenido.) Me parece que no pasa de ser un gesto de cordialidad. Yo tengo un criterio diferente con respecto a cómo se ha gestionado. Pero está liquidado.
–¿Qué causó el alejamiento de Macri? ¿El pragmatismo ante las encuestas o sus argumentos sobre el estilo de Sobisch?
–No lo sé, pero seamos prácticos: el problema está resuelto. Cuál fue la razón eficiente es una cuestión compleja de dilucidar. Yo trato de ser veraz. Esto es diamante puro: la gente sabe lo que compra conmigo. No va a haber travestismo, ni un Borocotó con fritas.
–¿Recrear apoya la candidatura de Macri a presidente?
–No, lo que decimos es que la oposición está fragmentada y no debemos convalidar mayor fragmentación. Busquemos que tome la responsabilidad el que esté mejor en las encuestas a fin de año. Mi sensación es que va a converger en una candidatura y lo que ha dicho Macri es decir: “Si me llegaran a nominar, estoy listo para aceptar”.
–¿No sería más conveniente instalar un candidato desde ahora?
–Fíjese que el Presidente todavía no decidió si va a ser él.
–¿Usted qué prefiere? ¿Pingüino o pingüina?
–Todo eso me parece una tontería, que sirve para no hablar de los problemas de la inseguridad.
–¿Qué lugar piensa ocupar en las candidaturas del año que viene?
–Yo he aclarado taxativamente que astronauta, no. Sacando lo de astronauta, estoy dispuesto...
–¿Seguro que no va a repetir la derrota de 2005?
–El 2005 fue una decisión muy corajuda, sin los medios necesarios para enfrentar el monumental aparato del kirchnerismo y el duhaldismo. Yo sé hacerme autocrítica, pero nunca pensé que la ganadora no iba a dar entrevistas, ni asistir a los debates y ¡¡ni siquiera votar!! Y ganar por avalancha. Eso... Eso me supera. Y no hablemos de lo de Solá, que quiere hacerle decir a la Constitución (bonaerense) lo que no dice. Dice: “Dos períodos”. Y él: “No, dice tres”. ¿¡Cómo dice tres!? ¡¡¡Dice dos!!!
–¿Va a discutir esto como candidato a diputado por la provincia?
–Astronauta, no. Eso táchelo.
–Si llega a la Cámara baja, ¿PRO va a tener un líder que por lo menos hable en las sesiones?
–(Se reclina en el sillón.) Si llego a ser diputado... va a ser una experiencia inolvidable. ¡Yo haría las preguntas que no hace la prensa de la aprobación ficta de los desvaríos del poder!
–Otra vez con la crítica a los periodistas...
–No, no, no, no, no, no. Usted sabe que hago una defensa de la prensa libre. En Corea del Norte, en la URSS, en Cuba no hay prensa libre... En la Cámara, voy a ser un personaje llamativo. Pero no sé si voy a ir.
–¿Y a jefe de Gobierno, como dice el legislador de Recrear Carlos Arauco?
–Es natural que haya ese debate en Recrear... Pero no me parece relevante hablar de esto, sino de la descontrolada situación de la inseguridad, de que la gente vive aterrada, del consumo de estupefacientes... No de si va a ser pingüino o pingüina.
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