“Asunto: Madres de terroristas.” Así caratuló la Dirección de Inteligencia de la Policía Bonaerense (Dipba) los informes sobre las Madres de Plaza de Mayo. El seguimiento del trabajo de esa agrupación de derechos humanos ocupa dos grandes cajas que la Comisión Provincial por la Memoria le entregó a las Madres ayer. Allí hay fotos, solicitadas y panfletos elaborados durante la dictadura y en democracia que se acumularon en diez tomos que detallan la actividad de las mujeres que buscaban a sus hijos desaparecidos y que fueron archivados en un contenedor rotulado como “Mesa Delincuentes Subversivos”.

“Paradójicamente estos archivos de la represión permiten reconstruir parte de la resistencia de las Madres de Plaza de Mayo. Aquí hay fotos y documentos que no se pudieron guardar o que se perdieron”, señaló Ana Cacopardo, directora de la Comisión Provincial, en el auditorio Emilio Fermín Mignone de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Entre los documentos elaborados o recogidos por la policía bonaerense sobre las Madres hay panfletos de convocatoria a marchas de la resistencia, movilizaciones contra la ley de amnistía, fotos de las rondas de las mujeres –tanto en Plaza de Mayo como en La Plata– informes sobre denuncias internacionales y registro de las misas en las capillas más alejadas del conurbano. También hay datos personales (documentos de identidad, domicilios), producto de un trabajo de inteligencia más fino.

“Marcha de la Resistencia desde el 21 de septiembre a las 15.30 al jueves 22 en Plaza de Mayo”, decía el papel con la convocatoria guardada por los espías. “Sepa el pueblo que cada detenido desaparecido ha sido parte de una generación pensante que disentía, evolucionaba, y luchaba junto a su pueblo, en un país que denigraría las Fuerzas Armadas. Luchemos juntos y así todos ellos aparecerán con vida”, habían escrito las Madres. Durante la peregrinación a Luján de 1981, los espías de la Bonaerense informaron en un parte que lograron “la individualización de un grupo de 150 Madres de Plaza de Mayo, con sus clásicos pañuelos blancos en la cabeza, las que portaban tres cartelones (que les fueron posteriormente hurtados y serán enviados a esta Central en el día de mañana). Los mismos –seguía el parte– consignaban las habituales leyendas solicitando la aparición con vida de los detenidos y desaparecidos, libertad de los gremialistas detenidos, etc. y el tercero mostraba fotografías de los desaparecidos. El grupo compuesto por las referidas Madres dio varias vueltas alrededor del monumento existente en la plaza para posteriormente retirarse en orden y en silencio”. En el archivo de la Dipba también hay un informe sobre el ayuno que realizó un grupo de Madres en diciembre de 1981 en la Catedral de Quilmes.

Las Madres habían recibido un adelanto simbólico de la documentación que había en el archivo de inteligencia de la policía bonaerense en 2003, cuando el material se hizo público. Pero ahora, la agrupación obtuvo todos sus legajos y fotografías que fueron clasificados y estudiados por el equipo de la Comisión Provincial.

La entrega se realizó luego de una charla convocada por el Archivo de la Memoria, que dirige Carlos Laforgue, en la que disertó el especialista español en archivos de regímenes represivos Antonio González Quintana.

“Esto es un paso más en el objetivo que nos propusimos hace tantos años: tener justicia y llegar a la verdad”, dijo Marta Vázquez de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora al agradecer el material que recibió de manos de Laura Conte, Elizabeth Rivas y Leopoldo Schiffrin en representación de la Comisión. “Nosotros queremos agradecerles a ustedes, por su lucha, porque sin eso no hubiera sido posible llegar a este punto”, contestó Schiffrin en alusión a los juicios contra los represores de la dictadura que se están llevando a cabo.