Camino a la marcha que convocó para el 31 de agosto a Plaza de Mayo con propuestas de mano dura, el ingeniero Juan Carlos Blumberg disparó contra el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. “Sale haciendo una amenaza encubierta para los que participen en la marcha”, lanzó el posible candidato a gobernador bonaerense del partido de Mauricio Macri. “Yo no amenazo a nadie”, respondió, escueto, Fernández. En tanto, el padre de Axel sufrió un traspié: el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, suspendió la reunión en la que Blumberg pensaba pedirle el palco, el sonido y los baños químicos (ver aparte).

En alusión a la marcha, Fernández había dicho que “los que quieran ser candidatos deberán hacerse cargo de ahora en más de lo que hacen frente a la sociedad”. Blumberg interpretó esa frase como una “amenaza encubierta” y cargó contra el subsecretario de Tierras para el Hábitat Social, Luis D’Elía, quien anunció que estudia lanzar una contramarcha el mismo día. “Son provocaciones de una persona que toma una comisaría y después va a cortar alambrados de una propiedad privada. Realmente me extraña cómo este gobierno lo mantiene en función de delegado social”, señaló Blumberg.

El ingeniero denunció que el líder piquetero Raúl Castells le contó el domingo, cuando se encontraron en el programa de Mariano Grondona, que lo habían llamado “del Ministerio de Bienestar Social (sic) para pedirle que no concurra” a la manifestación. “Más allá de las diferencias que tenemos con Blumberg, entendemos su reclamo. No apoyamos grupos de choque de parte del Gobierno y por eso lo vamos a acompañar”, sostuvo Castells, que invitó al ingeniero a participar hoy de una protesta piquetera (ver aparte).

La embestida de D’Elía surgió tras los actos que compartió Blumberg con la activista castrense Cecilia Pando y el periodista Bernardo Neustadt, que siguen la línea de su principal asesor: el ex secretario de Justicia de la dictadura Roberto Durrieu. El ingeniero se mostró sorprendido: “Soy de centro y quizás de centroizquierda, pero no de derecha”.

La división panzer del kirchnerismo se encolumnó para responderle. El subsecretario de Desarrollo Social, Jorge Ceballos, aseguró que Blumberg “persigue fines netamente electorales ligados a los partidos políticos más reaccionarios”. “Blumberg, Macri, Pando y Neustadt utilizan una legítima preocupación de la sociedad como plataforma electoral de la derecha”, se sumó el diputado oficialista Edgardo Depetri, que –sin embargo– tomó distancia de la convocatoria de D’Elía: “Sería un disparate”. Desde el movimiento kirchnerista Libres del Sur –que inició una campaña de afiches donde caracterizan a Blumberg como Adolf Hitler– aseguraron que tampoco están pensando en convocar una contramarcha.

En tanto, D’Elía volvió a la carga: “A Blumberg sólo le interesa la mano dura para los sectores más empobrecidos y la impunidad para los genocidas del 1976”. “Macri es el cerebro de todo esto”, insistió el funcionario, quien aseguró que la convocatoria “es un putch de la derecha reaccionaria”. “Este es otro acto más del patoterismo de D’Elía, que se maneja con total impunidad avalado por el Gobierno. Cuando tomó la comisaría, lo hicieron subsecretario, y ahora que tomó un campo en Corrientes, lo ascendieron a vocero”, ironizó la mano derecha de Macri, Horacio Rodríguez Larreta, quien presentó ayer una denuncia contra D’Elía por “calumnias” ante la jueza María Romilda Servini de Cubría.