Los chicos que cursaron tercer grado el año pasado en las escuelas porteñas presentaron una mejora en su rendimiento en lengua y matemática con respecto a los que lo hicieron en 1998 según lo mostró un estudio llevado a cabo por la secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires realizado a través del Sistema Participativo de Evaluación de los Alumnos. Otra de las revelaciones es que las diferencias académicas que las condiciones económicas desfavorables producen pueden ser compensadas por la escuela.
La comparación con los resultados obtenidos en la evaluación realizada en 1998 que se llevó a cabo dentro del contexto del Programa de Evaluación y Prospectiva reveló que la mejora ha sido de un 11 por ciento en el caso de prácticas del lenguaje y de un 9,6 por ciento en matemática. El promedio general en la prueba de lengua fue de 8,3 puntos mientras que el de matemática fue de 7,4 puntos. Según el estudio, la mejora podría explicarse por una variedad de hipótesis, una de ellas es la continuidad en el dictado de las clases de los últimos años a raíz de la ausencia de paros docentes prolongados. Otra posible explicación es la capacitación docente sostenida y la estabilización del curriculum con la publicación del prediseño curricular. Asimismo, el estudio señala que no se observan diferencias significativas en los resultados de ambas áreas por sexo.
En la Ciudad de Buenos Aires el “Programa de evaluación y prospectiva”, desarrollado desde 1992 trabajó con establecimientos que participaron de manera voluntaria. Pero en 2001 se creó un sistema de evaluación aplicable una muestra representativa, es decir no voluntaria, de escuelas porteñas.
Para relevar la información carácter cuantitativa y cualitativa dirigida a comprender las características específicas de los desempeños de los alumnos de tercer grado se decidió construir un sistema de evaluación de carácter participativo, que se caracteriza por su desarrollo el trabajo de supervisores, directivos y docentes a cargo de los grados evaluados. La muestra estuvo conformada por 170 establecimientos, 98 de gestión estatal y 72 de gestión privada.
En cuanto a la extensión de la jornada escolar la investigación señaló que no se observan diferencias en los resultados entre las escuelas de jornada simple y completa. A su vez, entre los establecimientos de jornada simple, tampoco resulta significativa la diferencia en los promedios por turno.
Con respecto a las desigualdades económicas entre los diferentes distritos escolares, la investigación reveló que si bien ha habido diferencia en los resultados absolutos, éstos no se sostienen en ambas áreas evaluadas ni tampoco al tomar en cuenta cada uno de los ítem de las pruebas.
Otro dato relevante es que las diferencias son mayores entre los resultados obtenidos en los desempeños en temas o problemas que los maestros declararon con mayor frecuencia haber enseñado y los menos enseñados que entre diferentes distritos escolares, aun aquellos que tienen población con más dificultades económicas o mayor proporción de niños provenientes del Gran Buenos Aires.
Por último, los resultados muestran que la edad de los alumnos está fuertemente vinculada al rezago escolar y la repitencia. A mayor repitencia y rezago menores resultados. Asimismo, la probabilidad de que un alumno obtenga bajas calificaciones se incrementa a medida que es más reciente su inclusión en esa escuela.
Cabe señalar que mientras la extensión de la jornada escolar no es una variable asociada a los resultados, sí lo es el número de inasistencia en particular en el área de matemática, tal vez porque requiere conocimientos y estrategias de resolución estrictamente asociados a la enseñanza, de manera que la permanencia y continuidad en la escuela permite evitar rupturas en las secuencias de los contenidos y de las prácticas correspondientes. Este problema suele ser más agudo en los casos en que los alumnos no cuentan con apoyos extraescolares.