“Queremos inversiones directas” será el título que la Bolsa de Nueva York colocará en su página de Internet como anticipo a la presentación que Néstor Kirchner realizará el miércoles. El dato sirve para marcar el cariz de la visita que iniciará hoy el Presidente, que en lo formal será para hablar en la inauguración de la 61ª Asamblea General de las Naciones Unidas, pero cuyo punto destacado estará dado por los contactos que mantendrá con el establishment de negocios norteamericano. Otro punto importante estará dado por la reunión bilateral que mantendrá con el primer ministro de Italia, Romano Prodi, en la que esperan normalizar el histórico vínculo entre ambos países, maltratado durante los últimos tiempos.

Curiosamente, la llegada del Presidente no sólo atrajo la atención de los empresarios estadounidenses sino también de los argentinos que buscaron en estos días en forma afanosa anotarse en las actividades de la agenda y aparecer en cartel. Dos reuniones estuvieron al tope del ránking: el desayuno en Wall Street del miércoles y la cena en el Consejo de las Américas del jueves.

“Había tantos anotados que si hacíamos entrar a todos teníamos que ir a buscar otro salón”, explicaba ayer uno de los diplomáticos argentinos que participaron del armado de la agenda. Detallaban que en el despacho del CEO de la Bolsa de Nueva York, John Tain, hay sólo una mesa en la que apenas pueden caber unas veinte personas. “Si viajamos a Estados Unidos no es para reunirnos con los empresarios argentinos, eso es ridículo”, lo convencieron a Kirchner. Finalmente, sólo habrá dos representantes de los hombres de negocios criollos en el convite: el mandamás de Techint, Paolo Rocca, y el titular de la Adeba y del Banco Macro Bansud, Jorge Brito. Del otro lado de la mesa, representantes de las empresas norteamericanas con fuertes inversiones en el país como Cargill, Exxon y Occidental Petroleum.

Los empresarios argentinos que suelen realizar aportes para las arcas del Consejo de las Américas querían estar sí o sí en la mesa que encabezará el jueves a la noche el Presidente en el Park Lane Hotel. “Nunca me pasó nada parecido”, le confesó la CEO del organismo, Susan Segal, al cónsul argentino en Nueva York, Héctor Timerman. Lo que acordaron fue presentarle la larga lista a Kirchner y que sea él quien decida con quiénes desea compartir la velada.

Kirchner tiene pensado recibir algunos empresarios norteamericanos de manera individual. “Pero eso se hará en la medida que tengan algo que anunciar”, decían en el gobierno argentino. O sea, habrá foto a solas si hay promesas de inversiones de por medio. En ese sentido, se sabe que Wal Mart tiene asegurado su lugar porque anunciará una ampliación de sus negocios en la Argentina. El resto se mantiene en secreto.

Los discursos

El Presidente llegará hoy temprano a Nueva York e irá directo al hotel Four Seasons, el mismo en el que se alojó las últimas veces que vino a la ciudad. Contradiciendo su perfil poco dado a los vericuetos de las relaciones exteriores, Kirchner participó de todas las asambleas generales de las Naciones Unidas desde que está en la Casa Rosada. Hasta ahora, el caballito de batalla de sus discursos fue la necesidad de reformar los organismos de crédito internacionales. Este año hará eje en las cuestiones ambientales y reafirmará los derechos argentinos en las islas Malvinas.

Para hoy no hay ninguna actividad oficial prevista en la agenda, y es probable que Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández, lo dediquen a recorrer una ciudad en la que ya tienen sus lugares favoritos.

Habrá una delegación importante. El canciller Jorge Taiana, un adelantado, llegó ayer a la tarde proveniente de Alemania. Junto al Presidente viajarán el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Planificación, Julio De Vido. El martes se les sumará la ministra de Economía, Felisa Miceli, desde Singapur, donde está participando de la Asamblea Anual del FMI.

Mañana, quien arrancará con las actividades será Cristina cuando exponga ante un aula de unos 50 participantes de la Maestría de Ciencias Políticas y de Relaciones Exteriores de la Universidad de Columbia. Hablará sobre las posibilidades de desarrollo económica de América latina y de la incidencia de la globalización. El martes le tocará disertar en la New School University, también sobre América latina. La New School es conocida por su perfil progresista. Uno de sus profesores es el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, en algún momento muy cercano a los Kirchner.

La agenda de Cristina Kirchner cerrará el jueves cuando reciba junto al canciller Jorge Taiana a los representantes de la comunidad judía, en un encuentro que ya levantó polvareda (ver recuadro).

Lo de Kirchner arrancará fuerte el martes. Además de las actividades propias del inicio de la asamblea de la ONU –un almuerzo ofrecido por el titular del organismo, Kofi Annan, y la cena que dará George Bush– verá a Prodi en el que, hasta ahora, será el único encuentro bilateral del periplo. El argentino estaba ansioso por avanzar en la normalización del vínculo con Italia luego de la salida del gobierno de Silvio Berlusconi, con quien nunca pudo superar la desconfianza. En eso tuvo mucho que ver la pelea generada alrededor de la renegociación de la deuda externa y los miles de bonistas italianos que se sintieron afectados. Luego de un intento frustrado en la pasada cumbre de Viena –Prodi faltó porque la Justicia todavía no confirmaba su triunfo electoral– ahora será el momento del reencuentro. Puede que Il Professore reciba a Kirchner con algún anuncio de inversiones. No fue posible averiguar si el argentino tendría algún mensaje para los bonistas todavía enojados.