EL PAíS
› VERSIONES SOBRE UN ENCUENTRO EN SANTA FE ENTRE REUTEMANN Y EDUARDO MENEM
El misterioso avión que vino de La Rioja
La hipótesis de una reunión entre el gobernador y el senador recorrió Santa Fe. Ambos lo negaron. Pero ayer llegó ahí un avión del Banco de La Rioja y estuvo una hora en el hangar oficial.
Por Pablo Feldman
Desde Rosario
“No vino nadie a verme al campo”, dijo Carlos Reutemann a un estrecho colaborador para que transmitiera ese mensaje a este diario que durante toda la tarde intentó contactarlo. Cuando caía el sol, Eduardo Menem, desde La Rioja, por teléfono, afirmó “si alguien le dijo que me vio en el campo de Reutemann está mal de la cabeza”. Lo que el hermano del ex presidente no supo explicar –ni tampoco la dirección general de aeronáutica provincial– es qué hacía el avión Beechcraft 350, matrícula LVYLC propiedad del Banco de la Rioja que aterrizó procedente de La Rioja a las 8.45 y que permaneció en el Hangar Oficial hasta las 9.41, hora en que despegó rumbo al norte.
En el galpón distante un kilómetro hacia sur del cuerpo principal del aeropuerto “había una camioneta 4x4, con un hombre al volante”, dijo a Página/12 un operario que pidió reserva de su identidad. Más allá de las desmentidas de los protagonistas del presunto encuentro, el misterio que rodea a Reutemann y su decisión de ser o no precandidato a Presidente dio lugar a una serie de especulaciones que circularon a la velocidad de un jet. La que podría dar lugar a una película de suspenso sostiene que existió el encuentro, no en el campo sino en el hangar oficial, que el que bajó del avión no era Eduardo Menem, y que el chofer de la 4x4 se fue solo como llegó. El título de la película: el avión negro de Menem.
La noticia comenzó a circular por la mañana; “Reutemann recibió una visita secreta de Eduardo Menem”, tituló el vespertino El Litoral en su edición de ayer, y la siesta del sabado quedó suspendida; legisladores nacionales, provinciales, ministros y militantes del peronismo se colgaron de los teléfonos para saber qué estaba pasando.
“Bajó de un avión chico, y se metió a una 4x4 que estaba en la pista, estaba de campera de gamuza...”, dijo a este cronista un empleado del aeropuerto de Sauce Viejo que dijo haber visto “a Menem”. La edición del diario El Litoral de Santa Fe escribió como principal título de tapa la noticia “Reutemann recibió una visita secreta de Eduardo Menem”. Antes de mediodía, hora en que parece el periódico, ya circulaba la versión de la presencia del hermano Eduardo en el campo de Reutemann en Llambí Campbell. Inclusive algunos operadores reutemistas arriesgaron hipótesis sobre las razones por las que el senador riojano había bajado a Santa Fe; “le vino a ofrecer ser vice”, dijo uno, simplificando hasta el infantilismo. Otros más razonables creían que “querrán saber de primera mano qué va a hacer el Lole”, y los más asustados pensaban que “le vino a decir lo difícil que es una interna”.
A las cinco de la tarde, desde La Rioja, Eduardo Menem le dijo telefónicamente a Página/12: “Estuve todo el día aquí, a la mañana jugué al golf con mi hijo y me vio todo el mundo, además a la tarde entregamos premios con Carlos Menem”. A la pregunta acerca de la presencia del avión del Banco de La Rioja en Sauce viejo a las 8.45 de la mañana, el hermano del ex presidente exclamó: “No sé, pudo haber estado, pero si alguien le dijo que me vio allí está mal de la cabeza”.
Reutemann, que no contestó el teléfono durante toda la jornada, hizo saber a este medio a través de un íntimo colaborador que “no vino nadie, además sería una muestra de debilidad si vinieran a verme al campo”.
Después de una jornada en que ministros, legisladores nacionales y algunos “extras” se pasaron la tarde entre llamadas telefónicas y especulaciones, y tras la desmentida de los dos supuestos contertulios, el único punto que queda sin aclarar es qué hacía el avión “que llegó de La Rioja antes de las 8.45 de la mañana y permaneció casi una hora en Sauce Viejo, en el hangar oficial”, como le confirmó a este medio una calificada fuente de la Dirección General de Aeronáutica Provincial.
Como el gol de Ernesto Grillo a los ingleses, que si lo vieron todos los que lo contaron el estadio debió tener más capacidad que elMaracaná, o los asistentes a Ezeiza en el regreso del General que cada vez son más, desde ayer Santa Fe tiene su historia con otro avión negro, el de Menem.
El hermetismo de Reutemann dio lugar ayer a una trama de suspenso que al igual que la nominación del Lole tiene final abierto. “El avión estuvo como una hora aquí y yo vi a un tipo petiso de campera de gamuza que bajo del avión y se subió a una 4x4”, dijo a Página/12 un testigo que no quiso revelar su identidad. Ese dato se mejora con la información que una fuente de la estación aérea confirmó acerca de la presencia de la maquina Beechcraft 350, matrícula LVYLC propiedad del Banco de La Rioja hasta las 9.41 en que partió con primer destino a Posadas.
En paralelo a esa información y hasta avanzada la tarde ninguno de los colaboradores de Reutemann, entre ellos legisladores nacionales, provinciales, ministros y asistentes, se atrevieron a dar una versión definitiva. “No hablé con Lole y me parece que nadie pudo hacerlo”, dijo a Página/12 un estrecho colaborador del gobernador.
La imprevisibilidad del mandatario no permitió que nadie desmintiera esa reunión, y recién al caer la tarde y a través de una fuente habitual, Reutemann hizo saber que “no vino nadie, además hubiera sido una muestra de debilidad muy grande que vinieran al campo”.
La versión del ex piloto de Fórmula uno coincide con los dichos del hermano Eduardo, que desde La Rioja sostuvo que “estuve todo el día aquí, jugué al golf con mi hijo y me vio todo el mundo”.
No obstante las desmentidas, y en vísperas de la decisión política más importante de su vida, en la cabeza de Carlos Reutemann, junto con la idea de ser Presidente, sobrevuela el avión negro de Menem.