Los productores de Nueva Palmira (Uruguay) hicieron un corte de ruta para oponerse a la instalación de Isusa, una fábrica de ácido sulfúrico que abastecerá a la planta de celulosa de Botnia. Los productores señalaron que la planta perjudicará a la zona, dedicada a la cría de ganado y la apicultura. Dijeron además no confiar en los métodos que usa la Dirección de Nacional de Medio Ambiente (Dinama) para conceder las habilitaciones industriales. Aunque la protesta estuvo dirigida contra una tercerizada, fue en los hechos el corte en el Uruguay en rechazo a las actividades de la industria del papel.

El reclamo fue realizado por unos ochenta productores que se movilizaron en tractores y camionetas hasta la ruta nacional 21. Bajo un cielo lluvioso, mantuvieron interrumpido el tránsito desde las dos hasta las cinco y media de la tarde. Los manifestantes se mostraron preocupados porque la fábrica eligió radicarse “donde están las mejores tierras del país”. Así lo definió Alvaro Viviano, de los Autoconvocados de Colonia Agraciada y Buena Vista.

La empresa había hecho el intento de desembarcar en Colonia, pero los directivos del hotel Four Seasons, propiedad del multimillonario Gaith Pharaon, hicieron un ultimátum: si la fábrica obtenía el permiso para operar en Colonia, el hotel cerraba. El intendente Walter Zimmer pidió entonces a la Isusa que buscara otra ubicación. La compañía eligió mudarse a Soriano, en la frontera con el departamento Colonia, a doce kilómetros del puerto de Nueva Palmira, el puerto de aguas profundas más cercano a Botnia. Al parecer, la idea es que la papelera saque su celulosa aguas abajo por el río Uruguay, en barcazas que llegarán a Nueva Palmira. Las mismas embarcaciones cargarían, de regreso, ácido sulfúrico, un insumo para la purificación de la pasta de papel.

Isusa ya compró los terrenos en Soriano, donde el intendente Guillermo Besozzi respaldó el proyecto. Incluso se hicieron los estudios de impacto ambiental, es decir que la planta está a un paso de iniciar la construcción de la fábrica que generará, en funcionamiento, 80 puestos de trabajo. Sin embargo, los productores creen que las pérdidas de empleo en el campo van a ser mayores. “Los estudios de la Dirección de Medio Ambiente no son una garantía para nosotros”, dice Viviano. “Cuando el emprendedor se presenta y pide que habiliten su industria, la Dinama le exige que contrate una consultora que realice un estudio de impacto ambiental. En base a ese estudio, pagados por la empresa, más algunas audiencias públicas, la Dinama otorga la habilitación. Entendemos que ese proceso no es confiable.”

En el lugar donde tiene previsto instalarse la fábrica de ácido sulfúrico, en un radio de cinco kilómetros, hay tierras calificadas de excelente calidad por el Estado uruguayo y dos mil cuatrocientas colmenas para la producción de miel, según el relevamiento de los Productores Autoconvocados. Por eso pidieron, en un documento que acompañó el piquete, que “estas empresas” se instalen “donde no interfieran con las actividades existentes”.

El corte de ruta fue a su vez un llamado de atención previo a la audiencia pública que este viernes habrá en Colonia Agraciada sobre Isusa. Botnia y Ence hicieron, antes de iniciar sus obras, audiencias abiertas. Sin embargo, los integrantes de las asociaciones ambientalistas uruguayas las describieron como una puesta en escena. “Tomaron nota de nuestras preguntas y nunca las contestaron”, graficó Ricardo Carrere, de la organización Guayubirá, al recordar las audiencias por las pasteras. La apuesta de los productores agrícolas, esta vez con el corte de ruta de por medio, es a que la situación no se repita.