“El soporte político de Roberto Lavagna no depende exclusivamente del radicalismo”, afirmó ayer su operador político Alberto Coto. Así trató de restarle trascendencia a la posibilidad de que la UCR le quite el respaldo a su candidatura, una hipótesis que no parece descabellada porque el titular de ese partido, Roberto Iglesias, reiteró que explora otras alternativas y aclaró que la decisión de apoyar a Lavagna “no es una cuestión terminada”. La postura de Iglesias podría suponer una complicación para el ex ministro de Economía, quien no consigue todavía instalar su postulación, y profundiza la crisis de un radicalismo ya dividido entre los K, los que quieren un candidato y los que impulsan a Lavagna, quienes ratificaron que siguen adelante con su proyecto.

Coto buscó disipar las dudas planteadas a partir de la posición expresada por Iglesias. El ex diputado afirmó que “hoy, determinar si Lavagna es candidato porque el radicalismo lo apoya o no, es una cosa que no tiene la dimensión que se le quisiera dar”, y evaluó que si la UCR “no lo llegara a apoyar, no se modifica su situación”, porque “hay hombres y mujeres de distintos partidos que van conformando una fuerza propia” de respaldo a su postulación.

Puesto a analizar la posición del titular de la UCR, Coto declaró que “hasta ahora su preocupación mayor y legítima es” la interna radical en Mendoza, y dijo que “aparentemente tiene dudas” de apoyar a Lavagna porque “se dedica pura y exclusivamente” a su distrito, donde disputa con el gobernador y estrella de los radicales K, Julio Cobos. Subrayó, sin embargo, que “en la Convención del radicalismo sigue intacta la decisión” de articular una coalición opositora en torno del ex titular del Palacio de Hacienda y que será ese cuerpo el que tome la decisión final al respecto.

La evaluación de Coto fue un calco del discurso de los radicales que apoyan la idea de Raúl Alfonsín de llevar de candidato a Lavagna, quienes le reprochan a Iglesias no haber hecho nada para avanzar en ese sentido. En ese sector, en el que sobresalen Federico Storani y Leopoldo Moreau, sostienen que “Iglesias tiene un enfrentamiento que ya entró en el terreno personal con Cobos y mira todo por el ojo de la cerradura de Mendoza”. Lo que dicen es que, para derrotarlo, el titular de la UCR quiere asociarse a los demócratas mendocinos que no cierran con Lavagna porque en algunos casos tienen acuerdos con el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, y en otros ven con simpatía a Elisa Carrió, a quien en la última presidencial la secundó en la fórmula el demócrata Gustavo Gutiérrez.

Iglesias enfrentó en la última reunión de la conducción partidaria a los que promueven la candidatura de Lavagna. Ayer ratificó públicamente su posición. “Por ahí había algún convencimiento de que esto (el apoyo a Lavagna) era una cuestión terminada y la realidad es que no. El radicalismo está buscando encuentros”, sostuvo, y agregó que “en la conformación de una alternativa se tienen avances y retrocesos”.

“Tenemos un mandato de la Convención que vamos a respetar porque es el máximo organismo del partido y su presidente, Adolfo Stubrin, está dispuesto a respetarlo y a seguir adelante con lo que la mayoría de los radicales ha decidido”, puntualizó Storani. En otras palabras, dejó en claro que seguirán apostando a Lavagna con o sin Iglesias, quien amagó con presentar la renuncia a la conducción de la UCR y nadie tuvo el gesto de pedirle que se quedara.