Al cierre de esta edición, los trabajadores del Hospital Francés llegaron a un principio de acuerdo con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. La propuesta contemplaría un adelanto de los salarios caídos, que se concretaría esta semana, la apertura de negociaciones con el Ministerio de Trabajo para analizar la situación de siete despedidos y el pago del resto de los sueldos adeudados. Aunque no descartan posibles cambios, el Gobierno respaldaría la continuidad de la intervención. El acuerdo también contempla la instrumentación de un fideicomiso que garantice la continuidad del hospital. Por su parte los trabajadores se comprometieron a llevar el tema a una asamblea que se concretará hoy. Por la mañana, el principal involucrado en la golpiza que rodeó al desalojo de los huelguistas del Francés se presentó en Tribunales.

Sergio “Tuto” Muhamad, El Gordo Tuto, el barrabrava de Chacarita Juniors, el batata del PJ porteño que al grito de “es la gloriosa JP” ingresó a golpes de puño para disolver la protesta de los empleados del Hospital Francés, o “el impresentable”, como lo definió el ministro del Interior, Aníbal Fernández, compareció ayer ante la Justicia. Se negó a declarar, no accedió a responder preguntas y de esta manera evitó quedar detenido por los delitos de “daños y lesiones agravadas”.

Antes de ingresar al despacho del juez Martín Anzoátegui, Tuto se preocupó en aclarar que su presentación era espontánea ya que el magistrado aún no le había puesto fecha a su indagatoria. “No le pegué a nadie. Soy peronista”, fue lo único que dijo frente a los medios que hacían guardia en el Palacio de los Tribunales. Tuto, un militante del PJ porteño que supo revistar con el derechista Raúl Padró primero y con Carlos Ruckauf después, se comprometió a realizar más declaraciones luego de que su abogado Alejandro Pérez Delgado hubiera analizado la causa. En el camino hacia el juzgado de instrucción, las casualidades hicieron que se cruzara con el diputado kirchnerista Carlos Kunkel. A diferencia de los hombres de gobierno que días atrás negaban conocerlo, Kunkel no le rechazó el saludo. Las cámaras televisivas dieron testimonio del abrazo entre ambos.

Luego de negarse a responder preguntas, Muhamad se retiró del despacho de Anzoátegui. El magistrado no se había mostrado muy apresurado en citarlo. “Hay que pedirle al juez que tome cartas en el asunto y yo lo mando a detener en un minuto”, había dicho Aníbal Fernández luego de los incidentes. No fue así. Ahora, junto a la declaración de Muhamad, el juez citó a 40 involucrados en el escándalo. El magistrado llegó al juzgado de instrucción luego de haber revistado en el fuero federal. Vecino de Bella Vista, Anzoátegui supo ser prosecretario de un juzgado federal en Morón. Entre los fallos más recientes figura el sobreseimiento al ex presidente de Chacarita, el gastronómico Luis Barrionuevo, por la gresca que la barra de su club mantuvo con la de Boca en agosto del 2003. Anzoátegui también anuló una causa contra el titular del Suterh, Víctor Santa María, por presunto fraude contra el gremio.

Anzoátegui admitió haber sido él quien dio la orden de desalojar el hospital. Los trabajadores aseguraron que la policía había dado piedra libre a los barrabravas para que éstos rompieran la asamblea. Mientras la comisaría 20 había informado que los detenidos fueron identificados en la seccional, el propio Muhamad reconoció, al día siguiente, en su periplo radial, que luego de sacarlos del Francés los uniformados los habían liberado en Plaza Miserere.