Como nunca antes, una frase del papa Benedicto XVI tuvo una repercusión política directa en la Argentina. “A la Iglesia no corresponde el cometido de actuar en el ámbito político para construir un orden justo en la sociedad, eso corresponde a los fieles laicos, entre ellos los cristianos laicos”, afirmó Ratzinger en Verona. Aquí, todos lo asociaron rápidamente a la puja misionera por la reforma constituyente en la provincia. El jubilado obispo de Iguazú, Joaquín Piña, quien encabeza la oposición a la reelección indefinida en Misiones, aseguró no sentirse “incluido” dentro de las advertencias papales porque, esgrimió, su campaña “no es partidaria”. El kirchnerismo, que apoya la reelección del gobernador Carlos Rovira, adhirió a las palabras del Pontífice y los radicales las cuestionaron.

“Yo no me incluyo en eso que el Papa está diciendo”, fue lo primero que respondió Piña, que encabeza como primer convencional constituyente por el Frente Unidos por la Dignidad (FUD) la oposición a la reelección de Rovira. También aseguró que “tanto en la provincia como a nivel nacional” se ha “movido con total autonomía”. Lo hizo para desmentir que haya recibido alguna sugerencia o recomendación de la Iglesia para bajar el tono de la confrontación con el oficialismo. “A mí nadie me ha dictado una orden desde arriba”, enfatizó el obispo emérito de Puerto Iguazú para afirmar que “en la Iglesia hay más libertad de lo que piensan muchos”.

Los legisladores kirchneristas Carlos Kunkel y Miguel Angel Pichetto acordaron con las palabras que el Papa pronunció en el IV Convenio Nacional de la Iglesia italiana. “Coincide con lo que estamos expresando desde hace tiempo, en el sentido de que cuando (el arzobispo) Jorge Bergoglio y su vocero Guillermo Marcó convocan a votar determinadas listas, están usando su misión pastoral con fines políticos”, dijo Kunkel. “Creo que la misión de la Iglesia no es política sino pastoral”, insistió Pichetto y consideró que “la afirmación del Papa llega en un momento oportuno para la Argentina, donde algunos sectores de la Iglesia están más preocupados por hacer comentarios políticos que por su misión pastoral”.

Los radicales, que respaldan a Piña, también salieron al ruedo. “La visión del Papa me parece equivocada. La vida pública y social tiene que ver con la política y hay momentos en que la Iglesia tiene que involucrarse. Así nos fue en otros momentos (durante la dictadura) cuando la Iglesia no se involucró”, sostuvo la secretaria general de la UCR, Margarita Stolbizer. El jefe del bloque de diputados radicales, Fernando Chironi, dijo que Benedicto XVI “no cierra la puerta a que, en determinadas excepciones o circunstancias donde estén en juego determinados derechos, haya miembros de la Iglesia que participen activamente”.