Si nada vuelve a interponerse en la decisión, el 5 de diciembre, a las 11, en la Corporación de Rematadores, saldrá a subasta el Edificio República, propiedad de Raúl Moneta, ex sede de Telefónica y emblema del explosionado poderío del CEI, con una base de 48 millones de dólares. El remate se efectúa por orden judicial y a pedido del Banco Central, interesado en cobrar, después de siete años, el dinero prestado a Moneta en concepto de redescuentos. El Central es el principal acreedor del ex banquero y el último plazo de 30 días fijado para hacer efectiva la ejecución hipotecaria había vencido a fines de agosto. Moneta cuestionó el monto establecido para el remate pero el juez comercial Horacio Liberti no hizo lugar al pedido de reconsideración y mantuvo los valores estipulados por el martillero. El inmueble situado en Madero 1 fue diseñado por César Pelli y construido bajo la dirección de Mario Roberto Alvarez. Quizás este final de ciclo estimule al juez federal Rodolfo Canicoba Corral quien, desde hace cuatro meses, tiene pendiente de resolución si procesa por administración fraudulenta y asociación ilícita a Moneta, su tío Benito Lucini y un grupo de ejecutivos del extinguido Banco República.

Desde que el directorio del BCRA diera, por fin, el paso largamente postergado, un rumor comenzó a recorrer juzgados y oficinas del microcentro: una sociedad vinculada con a una importante entidad financiera de plaza se habría interesado por la compra de dos créditos de la cartera cedida por Moneta al Central en 1999, como respaldo de la asistencia financiera recibida. En apariencia, la propuesta de adquisición de esas deudas no habría alcanzado a concretarse. La versión era detallada, verosímil y consignaba cuáles habrían sido los créditos seleccionados para su eventual adquisición: los correspondientes a Inversora Ancona y Candia Inversora, dos sociedades formadas por la familia Pulenta, dueña de las Bodegas Peñaflor, y compradas por Moneta en el período previo a su crash. En su momento, los préstamos acordados a Ancona y Candia llamaron con la atención de los miembros de la Comisión de Lavado de Dinero creada por la Cámara de Diputados e integrada por los entonces legisladores Elisa Carrió, Cristina Fernández de Kirchner, Gustavo Gutiérrez y José Vittar, entre otros. Es que Candia y Ancona habían recibido, por parte del Banco República, préstamos mellizos. Pero no reside allí la singularidad de Candia y Ancona. Lo llamativo es que Candia y Ancona son las sociedades a través de las cuales Moneta compró deuda de Canal 9, en su intento de asociación con Daniel Hadad.

Por otro lado, de acuerdo con el rumor, la suma ofrecida para comprar estos dos créditos al fideicomiso que, por delegación del Central, administra los bienes del caído Banco República (23 millones de dólares), habría alcanzado para saldar la deuda con el BCRA y ascendería a una cifra llamativamente parecida a la que Hadad tuvo que devolverle a Moneta para dar un corte a la relación que los unía en los medios de comunicación. Cabe recordar que, luego de haber bendecido esa asociación, el titular del Comfer Julio Bárbaro, vetó el negocio puesto que, explicó, ni Moneta ni su mujer habían presentado la documentación necesaria.

De no presentarse ningún interesado en el Edificio República en la fecha establecida, volverá a salir a remate el 12 de diciembre con una base menor: 36 millones. Si tampoco entonces encuentra comprador, el acto se repetirá el 19 de diciembre, sin base. La medida importa un duro golpe para Moneta puesto que la torre de 20 pisos, el único edificio que posee, en Buenos Aires, una manzana propia, fue el emblema de su antiguo poderío. Aún funcionan allí sus oficinas y el Deutsche Bank, que ocupa dos plantas y es el único inquilino, aparte del propio Moneta. Ciertas versiones indicaban que –tal vez acompañando su intención de continuar pidiendo prórrogas para el remate– el personal de Radio Belgrano, emisora de su propiedad, podría abandonar el local de la calle Sarmiento al 300, donde funcionaba el Banco República, para trasladarse al que en pocas semanas más, exhibirá la pancarta roja con la clásica inscripción de “Remate Judicial”.