La Justicia federal de La Rioja habría encontrado evidencias suficientes para reabrir las investigaciones por los asesinatos del obispo Enrique Angelelli, dos sacerdotes de El Chamical y otras víctimas de la dictadura militar en esa provincia. Según contó uno de los fiscales a Página/12, “la gente quiso colaborar y empezaron a aparecer legajos”. También hay pistas firmes para encontrar el auto que provocó el fraguado accidente. La semana pasada un anónimo alertó sobre restos, que podrían ser humanos y relacionados con alguno de estos casos, enterrados en el predio de los tribunales locales.

El único sobreviviente del atentado, el cura Arturo Pinto, insistió durante años en que había sido un auto blanco el que los persiguió hasta encerrarlos y provocar el choque, el 4 de agosto de 1976. Muchos años después, un empleado de la estación de servicio aportó un dato fundamental. “Luego del choque, el auto blanco volvió a El Chamical para cargar nafta. El conductor le contó al playero que hubo un accidente y que Angelelli había muerto. Por una de esas cosas de la vida, anotó la patente”, detalló el fiscal federal Horacio Salman.

La causa que tiene como querellantes al Estado y a la Iglesia, investiga la muerte de Angelelli y de dos de sus sacerdotes, Carlos Murias y Gabriel Longueville, y un laico cercano a ellos: Wenceslao Pedernera. En julio pasado, el vocero de la Conferencia Episcopal, Jorge Oesterheld, presentó un informe que expresaba la voluntad de la Iglesia por aclarar el caso. De a poco fueron apareciendo legajos extraviados, pericias y testigos que aportaron datos contundentes sobre el accidente. Uno de ellos, el enfermero Mario Gorosito, relató que al llegar al lugar “estaba rodeado de policías y soldados de la Base Aérea de la zona, que cuando llegamos a unos 20 metros de distancia nos impidieron pasar. Lo veíamos a Angelelli tirado sobre una mancha de sangre y quisimos atenderlo, pero el suboficial Nelson Garnica nos dijo que no”.

Ayer, el diario El Independiente, de La Rioja, reveló la aparición de huesos en el interior del edificio local de Tribunales. Según contó el fiscal Salman, el hallazgo se debe a que tiempo atrás recibió una carta en el Juzgado, denunciando la existencia de restos en el subsuelo de los tribunales locales. Aunque el fiscal dijo no tener muchas expectativas en el hallazgo, luego de ver que la excavación se hacía “con pico y pala”, pidió no innovar hasta que llegue el Equipo Argentino de Antropología Forense.