La interna del radicalismo mendocino dio un nuevo vuelco ayer, cuando el vicegobernador Juan Carlos Jaliff aseguró que la Justicia Electoral no recibió ningún pedido de intervención de la UCR local. Desde la línea opositora del radicalismo, les respondieron con la asunción del interventor, que busca impedir un congreso de radicales K que se haría mañana. El entredicho refleja la controversia a nivel nacional entre el gobernador Julio Cobos, muy cercano al presidente Néstor Kirchner, y el titular del Comité Nacional de la UCR, Roberto Iglesias, quien anunció que no avalará el encuentro. Por su parte, Cobos ratificó el congreso y sostuvo que la intención de intervenir el distrito surgió “porque sus dirigentes perdieron el poder partidario y no lo quieren delegar”.

El sector de Cobos se había presentado en la Justicia Electoral con una medida de no innovar para frenar la intervención y ofreció una conferencia de prensa en un hotel de la capital para informar sobre el resultado. Finalmente, Jaliff anunció junto con el vicepresidente del Comité Provincia de la UCR, Andrés Marín, que obtuvieron una resolución de la Justicia en la que aclaraba que “hasta el momento no existe” un pedido de intervención. El juez federal Walter Bento aseguró que “deviene en abstracto” el pedido de no innovar y destacó que “hasta el momento no existe constancia alguna que acredite una intervención dispuesta por las autoridades nacionales que haya sido presentada en debida forma”.

Los dirigentes cercanos a Cobos aseguraron que esa resolución “permitiría la realización del Congreso Partidario en el marco reglamentario el próximo domingo”.

Tras el anuncio, Iglesias volvió a la carga y reiteró que el Comité Nacional “no ha avalado esto”. “Lo que sí puede haber es una reunión de dirigentes como cualquier grupo de gente”, aseguró el titular de la UCR; quien participó junto con la secretaria general del partido, Margarita Stolbizer, de la asunción del interventor Armando Camerucci, quien tendrá mandato hasta noviembre de 2007.

Camerucci destacó que “de ninguna manera está en peligro la gobernabilidad en la provincia de Mendoza por un problema partidario y tampoco nadie niega la popularidad de Cobos y la buena gestión de gobierno”. En tanto, Stolbizer le apuntó a Cobos: “Dirigentes importantes de la provincia aparecen queriendo concertar un acuerdo electoral con el presidente Néstor Kirchner justamente con el gobierno que nosotros estamos cuestionando e incluso con demanda judicial”. “No somos un club de amigos, sino un partido político decidido a disputar el poder”, disparó la ex diputada, quien pidió “salir de esta suerte de autoflagelación que estamos padeciendo”.