El radicalismo continúa su marcha hacia la fragmentación partidaria. La Justicia Electoral de Mendoza dejó sin efecto el viernes la intervención dispuesta por las autoridades nacionales del partido. Por lo tanto, los radicales mendocinos harán hoy el congreso que tenían planificado, pero el sector oficial insistirá en la semana para intervenir el comité provincial.

Con el fallo, el radicalismo K que responde al gobernador Julio Cobos podrá hacer el congreso partidario en Mendoza, pese al intento de intervención que la dirección radical nacional pretendió imponer el viernes, para impedirlo. Encabezados por Cobos, hoy a las 10 de la mañana se reunirán en el centro de exposiciones de la capital mendocina, en principio para repudiar la decisión del comité nacional del partido. El tema de fondo, sin embargo, es ratificar su desacuerdo con la resolución de la Convención Nacional de Rosario, donde se estableció la negativa partidaria a construir ningún tipo de alianza política con el gobierno nacional.

Se presume que en el encuentro estarán presentes los gobernadores rebeldes Gerardo Zamora de Santiago del Estero y Miguel Saiz de Río Negro. Zamora acusó ayer a Iglesias de “no tener autoridad moral, debería hacer una resolución y firmarla para expulsarse él mismo”. En el evento participarán 252 congresales de los cuales al menos 170 responden al sector K, y estos mismos pidieron a la Justicia la presencia de veedores que verifiquen el quórum de los asistentes y su presencia efectiva, para evitar futuros planteos de la conducción del partido.

El viernes, el titular de la Unión Cívica Radical (UCR), Roberto Iglesias, y la secretaria general, Margarita Stolbizer, pusieron en funciones al interventor del Comité de Mendoza, Armando Camerucci. La medida fue dispuesta por “desacato e inconducta partidaria” en un intento de enderezar la línea política del partido y como un llamado de atención a los demás sectores que se fueron acercando al oficialismo, pero unas horas más tarde la Justicia Electoral la dejó sin efecto. Stolbizer no dudó en analizar que “el radicalismo está virtualmente quebrado por la postura de los dirigentes que respaldan la concertación”.

El conflicto interno por el que están pasando los radicales crece a ritmo sostenido desde la caída del gobierno de la Alianza en el 2001, pero se profundizó a partir de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia.

El partido centenario ya intervino a la representación de la provincia de Tierra del Fuego desde hace un año, cuando el entonces gobernador radical, Jorge Colazo, adhirió abiertamente a las políticas del actual presidente de la Nación. En septiembre pasado los máximos responsables partidarios revelaron que revisarían tres pedidos de intervención que habían recibido contra los comités de Río Negro, Santiago del Estero y Mendoza, provincias con gobernadores afines a la concertación plural a la que llamó Kirchner.

Consultados por Página/12, dirigentes cercanos a Iglesias confirmaron que solamente Mendoza se había apartado de las resoluciones de Rosario, “al coquetear Cobos explícitamente sobre una posible candidatura con (Néstor) Kirchner. Hoy recibimos miles de mails que nos felicitan por la decisión de intervenir el comité mendocino”. Sobre las consecuencias de las resoluciones que tomarán los rebeldes en el congreso bajo la impronta de la UCR, el sector oficial del partido fue categórico: “La presentación en la Justicia fue hecha en tiempo y forma. Una vez que la intervención asuma en la semana, todo tipo de resolución no será válida, se evaluará nuevamente”.

Informe: Julián Bruschtein.