Podría ser la pelea del siglo. No se trata de boxeo, sino de un duelo verbal. Pero es probable que contenga la misma violencia: un debate enfrentará esta semana al ingeniero Juan Carlos Blumberg con su archienemigo, el secretario de Seguridad bonaerense León Arslanian. “¿Qué problema hay? Mucho no ha hecho, así que no sé qué debate puede haber...”, lanzó el padre de Axel, en diálogo con Página/12. A pesar de que mantiene su perfil de posible candidato, el largo camino de Blumberg hacia la política se extenderá hasta 2007. Hasta entonces, retomará el contacto con dirigentes políticos –en el debate coincidirá con el diputado part-time Mauricio Macri– y viajará a denunciar los intentos reeleccionistas de los gobernadores, tal como hizo en Misiones. Mientras se comen las uñas, los macristas lo miden en la provincia de Buenos Aires, donde aseguran que puede derrotar al oficialismo por cinco puntos.

Salvo que alguno de los contendientes se baje a último momento, el encuentro feroz entre Blumberg y Arslanian se dará en un panel llamado “¿Sociedad dividida? Inseguridad en la Argentina”, que organiza la BBC de Londres y que tendrá lugar en una radio porteña este miércoles. Allí Blumberg se encontrará con Macri por primera vez desde el final del juicio de Axel. La última reunión con el diputado part-time había sido en el Hotel Sofitel antes de que comenzara el proceso por el secuestro y asesinato del hijo del ingeniero. En ese almuerzo, Macri le propuso que se “metiera en política”. Concretamente, en Pro lo vislumbran como un posible candidato a gobernador bonaerense. La respuesta de Blumberg al empresario fue la misma que le repitió a la prensa: “Lo evaluaré después del juicio”. Tras la sentencia, Blumberg sostuvo que “evaluará seriamente” la posibilidad de ser candidato, pero los macristas deberán esperar. “Nos dijo que necesita un poco más de tiempo para decidir lo que va a hacer. Así que lo estamos esperando”, comentó a este diario un dirigente de Pro, que talla en el escenario bonaerense. Mientras tanto, encargaron algunas encuestas a Aresco, de Julio Aurelio, para ver cómo mide en el Gran Buenos Aires. Los resultados, previos a la derrota oficialista en Misiones, ya causaron escalofríos a algunos dirigentes del kirchnerismo bonaerense. “Da muy bien. Le gana a (Felipe) Solá o a Aníbal (Fernández). Por cuatro o cinco puntos con Felipe y por ocho o nueve con Aníbal”, comentó el dirigente macrista, que maneja otras dos opciones en caso de que Blumberg diga no: el primo del empresario, Jorge Macri, o el ex candidato a ministro de Economía de Carlos Menem, Carlos Melconian.

“Probablemente, en las próximas semanas, cuando él tenga más claro lo que quiere hacer, nos juntaremos y charlaremos”, estimó un legislador cercano a Macri, y aseguró que tras el juicio retomarán los contactos de los equipos técnicos de la Fundación Axel Blumberg y de Pro.

En tanto, Blumberg no pierde el perfil político tras la marcha del 31 de agosto en la que le pegó al gobierno nacional, pero especialmente les apuntó a Solá y a Arslanian. “Lo que hay que hacer es reeditar Misiones en el orden nacional: crear un gran frente, pero no político, sino social, en el que se podrían incluir diversos dirigentes”, imaginan en su entorno a imagen y semejanza de Misiones. “No tiene definido si quiere o no ser candidato. Hay mucha gente que le insiste”, reveló un allegado al ingeniero.

Por ahora, seguirá moviéndose en un lugar ambiguo entre el político y el padre de una víctima. La semana pasada participó del coloquio de IDEA en Mar del Plata, donde conversó con el posduhaldista Francisco De Narváez y con el diputado macrista Eugenio Burzaco. Ambos son las puertas que mantiene abiertas hacia la arena política, aunque parece menos probable que se sume al virtual espacio de Roberto Lavagna. “Para nosotros es un error utilizar la imagen de Blumberg políticamente. Salvo que él decida hacer algo”, interpretaron en el entorno del ex ministro de Economía. Existe una tercera opción, hasta ahora poco explorada, que consistiría en que Blumberg cree “su propio partido” o que se inserte en un partido chico y lo adopte como propio.

El ingeniero tiene en mente viajes a Jujuy y a Tucumán, en los que piensa combinar el reclamo por la inseguridad con familiares de las víctimas con la prédica antirreeleccionista. “Lo estamos evaluando. Hemos estado en Tucumán, donde las autoridades prometieron un montón de cosas y no cumplieron nada”, arremetió Blumberg. “Tucumán es un disparate, porque no podés dejar una provincia en manos de la mafia de remiseros. Hay una banda de 500 remiseros que controla la inseguridad en la provincia”, aseguró Marcelo Bragagnolo, una de las habituales compañías del padre de Axel junto con el rabino Sergio Berman.

En el entorno de Blumberg se descartó un viaje a Jujuy luego de que el presidente Néstor Kirchner le pidiera al gobernador Eduardo Fellner que se bajara de su intento reeleccionista. “Seguramente, eso lo hace porque le iban a ir a reclamar. Por supuesto que es saludable. La democracia es la alternancia”, opinó el ingeniero al enterarse de la noticia. “No tengo plazos (para una candidatura). Tengo que apelar el fallo de mierda que hicieron los jueces, tengo que ir a luchar contra estos jueces federales (Gabriel) Cavallo y (Jorge) Ballestero. Tengo que conseguir un enjuiciamiento a los fiscales (Jorge) Sica y (Pablo) Quiroga. Esas son mis prioridades”, aseguró Blumberg, que dilata la previa de su entrada al ring político. Pero, mientras tanto, no escatima ni un golpe.