“No caven trincheras demasiado profundas.” La recomendación que el presidente del PJ bonaerense, José María Díaz Bancalari, hizo a sus seguidores en San Nicolás tiene un doble mensaje: ofrecerán resistencia al intento reeleccionista de Felipe Solá a la gobernación pero aspiran a que la disputa política sea de baja intensidad. No quieren otro escándalo como el de San Vicente. Tampoco tienen dudas de que del encuentro del Consejo provincial del peronismo, que se realizará hoy en la Capital Federal, saldrá un documento que calificará de “anticonstitucional e ilegal” la búsqueda de un nuevo mandato del gobernador. Los felipistas terminarán de resolver por la mañana si sus consejeros asistirán a la reunión para defender la postura de Solá, al que tratan de despegar de cualquier asociación con el “bochorno” de la reelección indefinida del misionero Carlos Rovira. En la gobernación, la política oficial es guardar silencio.

“Que se baje. La voluntad mayoritaria de los compañeros, casi unánime, es que es absolutamente anticonstitucional e ilegal que Solá insista con un nuevo mandato”, le dijo a Página/12 un encumbrado dirigente pejotista bonaerense que participará del encuentro de hoy en la sede porteña del justicialismo provincial, pero que prefirió mantenerse en el anonimato. Nadie quiere aparecer agitando las aguas de un nuevo enfrentamiento partidario en la provincia. El fantasma de San Vicente sigue desvelando al peronismo.

Pero no cabe duda de que el PJ le pasará factura al gobernador que le arrebató la supremacía territorial en las últimas elecciones legislativas. Un prolijo conteo, que repasó todos los reacomodamientos posteriores a octubre de 2005, dejó en claro que la reunión de hoy “le bajará el pulgar” a la reelección de Solá. “En el peor escenario, la votación puede terminar con 32 votos contra Solá y sólo 12 votos a favor”, resumió otro dirigente del PJ provincial.

Incluso, en esta pelea, el gobernador perdió algunos aliados que lo acompañaron en la confrontación con el duhaldismo. El intendente platense, Julio Alak –que lanzará el mes que viene su candidatura a gobernador– avalará esta vez la decisión de la estructura partidaria, de la que es vicepresidente, aunque en La Plata no sabían si asistirá a la reunión de hoy en Buenos Aires.

“Vamos a rechazar la reelección de Solá, en un documento que seguramente haremos público. Pero no vamos a responder a ese mamarracho que el gobernador presentó en la Junta Electoral de la provincia”, confió a este diario el dirigente. El hombre pidió reserva de su nombre pero no dudó en atacar a los ministros que refrendaron como abogados la presentación reelecionista de Solá: Carlos Arslanian (Seguridad) y Eduardo Di Rocco (Justicia). Además, comparó la postura del bonaerense con la de Rovira: “el planteo es funcional a los cacatúas de la oposición irresponsable”, sentenció para graficar que el intento de buscar un nuevo mandato de parte de Solá puede aglutinar a todo el arco opositor como en Misiones.

Desde la vereda de enfrente, la decisión de dar pelea también es firme. “Díaz Bancalari no representa a nadie. Perdió en toda la provincia y en su propio distrito (San Nicolás), lo que lo inhabilita para tomar decisiones en nombre de todo el peronismo de la provincia”, dijo a este diario el diputado provincial Raúl Pérez. Aunque el legislador dejó en claro que quienes respaldan la reelección de Solá están alineados en el Frente para la Victoria Bonaerense y no en el PJ.

Anoche también hubo cruces telefónicos entre miembros de un sector felipista, que evaluaba si asistirá a la reunión de Consejo partidario para defender la postura del gobernador. El grupo, que lidera el intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Alvarez de Oliveira –un ex enemigo acérrimo de Solá– tomará una resolución definitiva hoy por la mañana. Quieren saber si estarán dadas las garantías de poder expresar su postura sin que el intercambio de opiniones termine en una batahola.

Cerca del gobernador afirman que Solá no insistirá con la reelección si fracasa su intento ante la Junta Electoral bonaerense. Es la única respuesta que esgrimen, en voz baja. Todo lo demás está vedado para los funcionarios: “No vamos a salir a hablar ni contestar al PJ”, afirmó uno de sus voceros. Las instrucciones de Solá son “guardar silencio”, no quiere que se hable de él sólo por su intención de ir por otro mandato como gobernador.