El líder de PRO hizo un acto con los peronistas que lo apoyan y se distanció del lavagnismo. “Duhalde se retiró de la política”, aclaró. No sabe si se postulará en la Nación, Capital o provincia de Buenos Aires.
› Por Werner Pertot
Al compás de la marcha peronista, el diputado Mauricio Macri entró a toda sonrisa al restaurante Michelángelo. Lo esperaban los dirigentes del justicialismo porteño que lo apoyan en PRO. Sin embargo, no todos los aires peronistas lo convencieron, tras los rumores de una alianza con los diputados del grupo “El General”, que apoyan la candidatura de Roberto Lavagna. “No está en los planes. Aparte, (Eduardo) Duhalde dijo que se retiró de la política”, se excusó Macri que, a pesar de todo, no cerró ninguna puerta. Por su parte, Lavagna esquivó pronunciarse sobre candidaturas y aseguró que se avocará a pedir “la eliminación de los superpoderes”. “Después de Misiones, hay que seguir defendiendo las instituciones”, afirmó.
Macri tuvo un día peronista: el encuentro en Michelángelo comenzó con un coro de comensales entonando la marchita. Acto seguido, una pareja de tango bailó entre las mesas con los acordes de una marcha canyengue. Por ultimo, hubo una versión estilo jazz. “Este fue un evento PRO: sin bombos, ni discursos acalorados, donde nos aplauden lo que nos conocen”, evaluó un comensal. Hasta había portacarteles fileteados en miniatura que decían: “Peronismo PRO”
El encuentro fue organizado por el diputado nacional Cristian Ritondo y por los legisladores macristas Daniel Amoroso y Diego Santilli, entre otros. “Nuestro compromiso de acompañarlo a Mauricio en la Ciudad o en la Nación”, destacó Ritondo, quien ofició de orador. El acto funcionó como lanzamiento del espacio Compromiso Peronista, una corriente que busca tallar en las definiciones de PRO (y en las candidaturas).
–Elegimos el Michelángelo, para hacerlo en un espacio más culturoso que El General. Igual seguimos en el mismo barrio –aclaró uno de los dirigentes, quien no descartó una alianza con los duhaldistas.
Entre tanto cotillón peronista, a Macri le trajeron dolor de cabeza los rumores de un posible acuerdo con el duhaldismo residual. Aseguró que “hace más de dos años” que no tiene contacto con Duhalde, quien reapareció esta semana para presentar su libro sobre el Mercosur. Entre sus comentarios, regaló un elogio al empresario, al que vio con chances presidenciales. “Que Duhalde, que es un hombre de trayectoria, diga eso significa algo”, opinó Macri, quien dejó una puerta abierta a un posible acuerdo. “Peronistas vienen todo el tiempo a sumarse, de dónde vienen no importa. Nos importa que compartan nuestra visión de país”, planteó.
Mientras duda entre su candidatura en la Ciudad o en la Capital, el diputado part-time decidió sumar también el territorio bonaerense como opción. “Las opciones son Nación, Ciudad y Provincia, donde estoy primero, lejos, en las encuestas”, aseguró.
Las versiones de un acuerdo se potenciaron tras una reunión que tuvo su primo Jorge Macri –el principal operador en la provincia de Buenos Aires– con el diputado Eduardo Camaño, en la que hablaron del escenario tras la caída de la re-reelección del gobernador Felipe Solá. “La verdad es que no hay un marco de generar un acuerdo ni con duhaldistas, ni con lavagnistas”, aseguró Jorge Macri a Página/12. “He hablado con Camaño, como he hablado con otros. Ellos tienen su propio proyecto con la candidatura de (Francisco) De Narváez”, insistió.
De todas formas, en PRO continuarán en diálogo con los posduhaldistas, aunque es probable que las definiciones decanten a comienzos del año próximo. Tanto en las filas del grupo de El General como en las del macrismo, evaluaron que la salida de Solá deja un lugar propicio para los que están en la vereda de enfrente. “Hoy se genera una situación graciosa: hay más división en el oficialismo que en la oposición. Los de El General te plantean que con la disgregación del oficialismo pueden juntar heridos”, comentó a este diario un allegado del líder de PRO.
En tanto, en la provincia volverán a juntarse el fin de semana con los partidos que habían comenzado una cruzada anti re-re: Unión por Todos, Recrear, el partido Provincias Unidas y juez Julio Cruciani, del movimiento vecinalista. “Nos había reunido el pedido de transparencia y ahora tenemos que ver si hay otras cosas que nos unan”, decían los macristas bonaerenses, como si se tratara de una relación amorosa.
Por su parte, el diputado posduhaldista Jorge Sarghini tomó distancia de un acuerdo con el macrismo: “No valen los acuerdos de dirigentes; valen las construcciones que respondan a las demandas que esta haciendo la sociedad”. Desde el lavagnismo también mostraron reservas ante el hipotético lanzamiento del ingeniero Juan Carlos Blumberg. “No estamos pensando en ofrecerle ningún tipo de candidatura”, aseguraron.
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