El enviado del rey de España, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, comenzó sus gestiones destinadas a que Uruguay y Argentina reabran el diálogo sobre las papeleras. Ayer hizo una visita relámpago a Buenos Aires, donde se reunió con el canciller Jorge Taiana y el jefe de Gabinete Alberto Fernández, y le entregó una carta al presidente Néstor Kirchner. Por la tarde partió a Montevideo para completar la ronda con las autoridades uruguayas. Al enviado le toca moverse en un terreno con poco espacio para la negociación y el tiempo en contra, ya que el Banco Mundial tiene previsto tratar el martes próximo los créditos para la construcción de la planta de celulosa de Botnia. Según versiones que circularon en Washington, el gobierno argentino sondeó la posibilidad de que España le pida al Banco Mundial que postergue nuevamente la votación para que Yáñez Barbueno tenga mayores márgenes.

En Buenos Aires, los funcionarios le entregaron al diplomático documentos sobre el conflicto y un informe de la situación de la denuncia abierta ante la Corte Internacional de La Haya. Yáñez empezó su gira a la mañana, cuando trató los “aspectos generales” del conflicto en una charla en la Cancillería con Taiana. El ministro lo acompañó después a la Casa Rosada, donde se realizó una segunda reunión, más extensa, con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Kirchner pasó por el despacho para saludar al visitante, que le entregó una carta del rey Juan Carlos.

Finalmente, el diplomático volvió a la Cancillería y mantuvo una conversación sobre cuestiones técnicas y jurídicas con la consejera legal Susana Ruiz Cerrutti y el responsable del área de Medio Ambiente del ministerio, Raúl Estrada Oyuela.

En los últimos días hubo trascendidos acerca de que España podría proponer como salida un cambio en la tecnología de Botnia –se le agregaría un costoso tratamiento de última generación– “para garantizar un funcionamiento no contaminante”. Pero la versión no fue confirmada.

A pedido del mediador, el contenido de los encuentros estuvo rodeado de una estricta reserva. Los voceros consultados dijeron que el embajador “escuchó más de lo que habló” y que aunque trajo “algunas ideas para compartir con ambos gobiernos”, considera que “la confidencialidad es fundamental”.

La embajada de España emitió un escueto comunicado de prensa: “El motivo de las reuniones ha sido recabar información de las autoridades argentinas, con la finalidad de realizar la misión que le ha sido encomendada en este asunto”, fue todo lo que informó.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, calificó como “buena” la reunión. “Tenemos la mejor expectativa de que esta tarea facilitadora dispuesta por el rey Juan Carlos llegue al mejor puerto”, sostuvo.

La misión de buenos oficios había sido solicitada por Kirchner al rey de España durante la reciente Cumbre Iberoamericana de Montevideo. El emisario estuvo acompañado en sus gestiones por el embajador de España en Buenos Aires, Carmelo Angulo Barturén, y por el asesor de Asuntos Iberoamericanos de España, José Javier González Viera.

A diferencia del recibimiento argentino, el gobierno uruguayo designó como interlocutor de Yáñez Barnuevo a un funcionario de segunda línea, el secretario general de la Cancillería, José Luis Cancela. El gesto revela el poco entusiasmo de la administración de Tabaré Vázquez en la apertura de un diálogo. “El Gobierno le da a esta visita la dimensión justa que tiene –comentaron ayer en Montevideo fuentes oficiales–. Puede ser el comienzo de una nueva instancia de diálogo, pero el enviado español está oficiando como ‘facilitador’ por pedido de Kirchner”. El canciller Reinaldo Gargano ha definido la postura de su país en estos términos: Uruguay no va a discutir la relocalización de Botnia y sólo está interesado en que el rey intervenga ante los cortes de ruta.

Cancela recibirá a Yáñez en el edificio Libertad, tras lo cual el embajador volverá a Madrid para analizar la información reunida. No está previsto que ninguna otra persona acompañe a Cancela en el encuentro. El funcionario uruguayo tuvo una participación activa en las audiencias ante la Corte de la Haya en las que se discutió el pedido argentino de paralizar la construcción de las papeleras.

Las negociaciones entre Uruguay y Argentina fueron dadas por terminadas por Tabaré Vázquez el 7 de abril, hace ya más de siete meses. Desde entonces no hubo posibilidad de acercamiento. La decisión de Ence de abandonar su proyecto en Fray Bentos fue tomada por la empresa española a contrapelo de la posición uruguaya. Botnia ratificó en cambio que pondrá en funcionamiento su fábrica a fines del año próximo.