No se habrá ganado el premio de candidato del mes, pero el líder de PRO Mauricio Macri se mostró a sus anchas en un McDonald’s al que fue a entregar premios a estudiantes secundarios que hicieron un trabajo sobre discapacidad. Con los arcos dorados de fondo, Macri no descartó pagar 50 centavos más para agrandar el combo opositor del año próximo. “Depende del tipo de combo que represente Lavagna”, bromeó el empresario. En el entorno de Macri destacaron que siguen esperando una señal del ex ministro de Economía luego de que el diputado hiciera un llamado a dialogar.

Informal, de camisa rayada, Macri dudó un momento antes de bajar de la camioneta con la que hizo una recorrida por Caballito para hablar con los vecinos de problemas edilicios. Lo hizo cavilar un nutrido grupo de estudiantes enfervorizados que lo esperaba en la puerta del McDonald’s de Rivadavia al 5100.

–Mauri, Mauri, ¡Tenemos hambre! ¿Nos comprás una hamburguesa? –gritaba un adolescente que no paraba de sacar fotos con su celular.

La idea fue del legislador Diego Santilli, cuya ONG Buenos Aires en Red organizó un concurso de cuentos con la fundación Ronald McDonald’s. El premio consistía en un combo para todos los compañeros de división del ganador, que esperaban ansiosos frente al local de comidas rápidas. El plan era que Macri se pusiera detrás del mostrador a repartir Big Mac’s.

Sin embargo, todavía el voto McDonald’s no parece estar con él. Vestida con el clásico uniforme violeta y amarillo, Cinthia trataba de repartir globos de colores en la entrada. “No, la verdad es que con el fútbol lo veo que va bien. Eso es lo suyo. Hacer política... No sé. A mí no me convence”, sostuvo la empleada, de pelo castaño y recogido en una colita.

Finalmente, bajó del auto Horacio Rodríguez Larreta, quien estrenó muletas y un yeso en su pie izquierdo (producto de un accidentado partido de fútbol). Lo ayudó a bajar Santilli, mientras otro dirigente de PRO comentaba no sin malicia: “Lo quiere ayudar a bajarse... de su candidatura”. Se sabe: Santilli se ubica en el grupo que plantea que Macri debe presentarse en Capital, mientras que Rodríguez Larreta impulsa la opción de su candidatura a presidente, mientras recorre la ciudad como posible jefe de Gobierno.

Apenas puso un pie afuera del auto, Macri fue engullido por la horda de adolescentes que blandían remeras de Boca y buscaban la foto con el candidato. Lejos de la multitud, Rodríguez Larreta y el diputado Cristian Ritondo ya disfrutaban de sus papas fritas. Macri se coló hasta el mostrador y logró sacarse una foto con la empleada del mes, pero decidió no repartir hamburguesas. En lugar de eso, se llevó un sundae de chocolate y encaró hacia su auto. “Se suponía que te venías a sacar una foto con nosotros y ya te vas”, le reclamó una estudiante de jumper y camisa con el logo de un colegio religioso. Al final, hubo foto para todo el mundo.

Mientras paladeaba el helado, le preguntaron cuándo piensa comenzar su diálogo con Lavagna. “Espero que antes de Navidad”, respondió Macri sonriente. Más allá de reiterar su voluntad de diálogo, Macri evitó hablar de candidaturas. En su entorno, sigue la expectativa ante el silencio del ex ministro.

“Hubo comentarios de lavagnistas que lo tomaron bien. Lo que falta es que haga Lavagna una manifestación pública”, insistieron cerca de Macri. En PRO mantienen otras líneas de diálogo, tanto con los peronistas no K como con los radicales. Incluso piensan en dialogar con el ARI. “Hay una manifestación de Carrió de que quiere ir sola o con los socialistas. Pero la invitación es amplia”, insistieron.

Para seguir en el tono de ayer, el partido de Macri colocará una pipa gigante frente a la jefatura de Gobierno porteña. “Porque Telerman sigue con el cuento de la buena pipa. Anuncia cosas que después no pasan”, lanzaron cerca del empresario.