La prórroga de las sesiones ordinarias hasta fin de año tendrá una recompensa económica para los diputados. Cada uno de ellos recibió en noviembre diez tramos aéreos mensuales extra –que se suman a los 20 que ya reciben por mes– o su equivalente en dinero: unos 2000 pesos, lo que eleva el sueldo de algunos diputados a 15.000 pesos brutos, si se toman los 4000 fijos que perciben como viáticos y otros 1450 por desarraigo. Voceros de la presidencia de la Cámara baja argumentaron que la medida fue adoptada a pedido de los diputados y por “única vez”, aunque no descartaron que se prolongue en diciembre.

Las interpretaciones son muchas y van desde “un aumento salarial encubierto” hasta la necesidad del “oficialismo de asegurar el quórum” en las sesiones en las que el Gobierno aspira a aprobar un paquete de leyes necesarias para su gestión antes de que termine el año. Néstor Kirchner firmó el decreto que extendió las sesiones ordinarias, que finalizaban el 30 de noviembre, hasta el 29 de diciembre. El Congreso aún debe aprobar el Presupuesto 2007, la prórroga de la Emergencia Económica y de varios impuestos “extraordinarios”, como Ganancias, Cheques y Tabaco, además de una larga lista de prioridades para el Ejecutivo.

La versión de que los diputados se habían aumentado sus dietas recorrió rápidamente los pasillos del Congreso. Eso pese a que el incremento de diez tramos aéreos mensuales para cada diputado llevaba la firma de Alberto Balestrini con fecha 14 de noviembre y la mayoría de los legisladores ya habían empezado sigilosamente a retirar los pasajes o directamente canjearlos por su equivalente en dinero: unos 2000 pesos.

Las autoridades de la Cámara y los propios diputados reaccionaron recién después que la noticia estalló con la forma de placa roja en la pantalla de Crónica TV. Voceros de Balestrini argumentaron que la medida también alcanzaba a los senadores, pero la afirmación fue desmentida poco después por el propio secretario administrativo del Senado, Carlos Machiaroli. Elisa Carrió se encargó de difundir la copia de un texto, fechado el 16 de noviembre, en el que les comunica a las autoridades administrativas de la Cámara baja que “no haré uso del adicional del mes de noviembre del canje por pasajes aéreos”, aunque varios de los miembros de su bloque ya lo habrían cobrado.

Los pasajes aéreos volvieron a transformarse en la piedra del escándalo en las dietas de los diputados, tras varias denuncias acumuladas en los años de democracia que mostraron al Congreso como una generosa agencia de viajes que engrosaba los ingresos de los legisladores. El sueldo de un diputado se compone de 2300 pesos de dieta, unos 5400 en gastos de representación y otros 1450 para quienes vivan a más de cien kilómetros en compensación por desarraigo. Lo que suma 9150 pesos, sujetos a los descuentos de ley. Aunque aún falta agregar los 20 tramos aéreos mensuales en concepto de viáticos o su equivalente en dinero: 4000 pesos. Ahora, los nuevos pasajes agregan otros 2000 pesos a los bolsillos de los legisladores.