Vie 24.11.2006

EL PAíS  › EL NUEVO CONSEJO NO LOGRO ELEGIR A SU PRESIDENTE

Un estreno con poco glamour

En su primer plenario, el cuerpo que elige y sanciona a los jueces no logró mayoría para votar autoridades. Faltaron todos los kirchneristas. Los distintos sectores se pelean por los cargos.

› Por Irina Hauser

El nuevo Consejo de la Magistratura tuvo un debut complicado y poco productivo. En su primera sesión, el organismo no logró elegir a su presidente. La ausencia de los cinco consejeros kirchneristas impidió que se alcanzara una mayoría. Los consejeros que asistieron al plenario intentaron tres veces hacer una votación y las tres fracasaron. El juez Luis María Cabral obtuvo seis votos, pero hacían falta siete para que llegara al podio. Los legisladores oficialistas dicen que se había acordado suspender la reunión porque algunos de ellos debían ir al Congreso a debatir el presupuesto. Otro sector deslizó en voz baja que hay una disputa por tres puestos clave: la Secretaría General, la Administración que maneja el presupuesto de la Justicia y la Auditoría.

Era el primer plenario del Consejo de 13 miembros, que quedó conformado de acuerdo con la reducción impulsada por el Gobierno. La cita era a las 9 de la mañana, pero ninguno de los consejeros K apareció: ni los legisladores ni la representante del Poder Ejecutivo. Tampoco estaba el abogado Santiago Montaña. El radical Federico Storani planteó que pese a las ausencias había “legitimidad para elegir presidente”. El juez Juan Gálvez encendió su micrófono y postuló a su colega Cabral, quien se entusiasmó con un discurso en el que destacó la importancia de su postulación frente al “desequilibrio evidente en el diseño del Consejo”. Se refería a que los magistrados, los abogados y los académicos perdieron la mayor cantidad de bancas con la reforma.

El camino parecía allanado para Cabral hasta que, de pronto, apareció Montaña en el recinto. “Los abogados no estamos de acuerdo con que un miembro de la judicatura presida el cuerpo que designa y remueve a los jueces”, dijo, y agregó que creía conveniente que estuvieran todos los consejeros para tomar una decisión de ese tipo. Aun así, propuso como candidato al abogado del interior, Pablo Mosca.

Había, a esa altura, ocho consejeros en total. La votación para presidente se hizo tres veces, en distintos intentos por lograr la mayoría de siete votos. El resultado siempre fue el mismo: seis apoyos para Cabral, incluido su propio voto, y dos para Mosca, quien también se votó a sí mismo. La elección quedó postergada para el jueves que viene. Pero la discusión no quedó ahí.

“No entendemos qué pasó; se había convenido que no hubiera plenario porque (Carlos) Kunkel y yo teníamos que continuar en Diputados con la sesión sobre el presupuesto. No sé qué han pretendido hacer, ni siquiera lograron poner un presidente”, dijo, ofuscada, la diputada K Diana Conti a Página/12. Kunkel coincidió: “Siempre que hubo sesión en el Congreso suspendíamos el plenario en el Consejo”. De todos modos, aclaró el diputado, “no se había alcanzado un consenso sobre quién sería el presidente y no estaban dadas las condiciones para votar”. “Cabral había manifestado su intención de postularse y yo le dije que había que charlarlo. Tampoco es que aspiramos a que un legislador ocupe la presidencia, pero hay que conversar”, detalló.

“Nunca se acordó suspender el plenario”, refutó Storani. “La reunión en el Consejo estaba citada para las 9 de la mañana y la del Congreso, a las 10. Había un solo punto en el orden del día y estaba acordado, elegiría a Cabral”, aseguró. “A mí me llama mucho la atención que quienes impulsaron la reforma del Consejo no hayan ido a este primer plenario”, sostuvo el propio Cabral. Montaña comentó que le parecía “razonable que no hubiera plenario si los legisladores tenían que ir al Congreso”. “Pero en cuanto me enteré de que había quórum, fui a expresar mi posición”, relató.

Desde la semana pasada, Cabral se perfilaba como el nombre con más apoyos para la presidencia. Nadie se oponía al pedido de los diputados y senadores kirchneristas para quedarse con la vicepresidencia. Dos consejeros relataron a este diario que anteayer Kunkel le dijo a Cabral que a cambio de la presidencia le pedían luz verde para nombrar nuevos funcionarios (propios) en tres lugares clave: la Administración General (que maneja el presupuesto), la Secretaría General y el Cuerpo de Auditores. Otra especulación ponía el foco en las elecciones del martes próximo en la Asociación de Magistrados: si Cabral –que es su vicepresidente– pierde poder, el candidato a comandar el Consejo podría pasar a ser Luis Bunge Campos, quien suele presentarse como “el medio hermano del canciller” Jorge Taiana.

“Todo es una pelea por la caja”, alertó a Página/12 un consejero que pidió reserva de identidad. “Es todo mentira, y si es verdad, que hablen dando la cara”, replicó Kunkel.

Por lo pronto, los consejeros nombraron como titular interino al académico Marcelo Candiotti. Mientras discuten por la cabecera, también ya se pelean por las comisiones. Así, la nueva versión del Consejo que tanto dio que hablar arrancó con más roscas que otra cosa.

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