El fiscal Marcelo Martini no sólo ordenó a la Gendarmería que hiciera un nuevo peritaje del llavero y la llave encontrados en el jardín de la casa de Jorge Julio López, sino que también la Policía Científica realizará una especie de simulacro, poniendo un trozo de cuero y una llave de las mismas características a la intemperie y en un sitio similar al jardín de los López. Los estudios son imprescindibles para tener una primera pista de la forma en que el llavero y la llave llegaron al lugar donde fueron encontrados. En la Justicia admiten que, desde el punto de vista de las evidencias de la causa, el llavero es el primer elemento concreto, la primera evidencia judicial, que aparece después de la desaparición de López y, además, se trata de un elemento que el testigo se habría llevado el día que desapareció. Desde ese ángulo, se estaría ante una prueba judicial que indicaría que existe “una privación ilegal de la libertad” y ya no una persona perdida de la que se investiga una “averiguación de paradero”.

El episodio del llavero dejó numerosos elementos e hipótesis que se están analizando y trabajando:

- El llavero es un pequeño trozo de cuero, color marrón oscuro, que dice una sola palabra: Gualeguaychú. En el aro de metal había una sola llave, la de la puerta de la casa de los López.

- La familia de Tito, como le dicen a López, afirma que la llave no pudo ser arrojada en el lugar donde apareció: casi las raíces de un rosal. “Tirándola no llega tan abajo. Eso fue colocado –dicen cerca de los López–. Pero, además, alguien la colocó de noche, porque de día ese lugar se ve desde adentro de la casa y los perritos ladran.”

- Tampoco cierra que el propio López las haya colocado ahí. “Nunca, jamás, hizo algo como eso. Es totalmente anormal”, aseguran los familiares. “El día de la desaparición, la puerta estaba cerrada desde afuera, pero también estaba cerrada la ventana cancel de la parte de arriba de la puerta por la que él tiraba hacia adentro la llave cuando se iba”, completan los López, sin encontrar respuesta a los interrogantes.

- Las mismas dudas tienen los investigadores que, por otra parte, buscan solución a un enigma central: “¿Por qué aparecieron las llaves ahí? Si es un mensaje, ¿por qué en casa de la familia y no en la puerta de un juzgado, delante de la intendencia, en la gobernación, frente a la casa de un amigo de los López o donde fuera?, ¿por qué correr semejante riesgo de acercarse otra vez a un lugar que supuestamente está muy observado?, ¿qué mensaje encierra el hecho de que la llave se haya dejado ahí?, ¿hay un mensaje a la familia?”. En todas esas preguntas, resumidas ante Página/12 por uno de los investigadores, están trabajando analistas y expertos del Ministerio de Seguridad bonaerense. Por ahora, no quieren revelar las hipótesis que manejan.

- Los criminalistas consultados por este diario ratifican sus dudas. “¿Que un secuestrador vuelva a la casa de López? Casi imposible. Cualquiera sabe que cerca de esa casa debe haber alguna camioneta de distribución de lácteos”, en obvia referencia a camionetas de la SIDE en que agentes instalados adentro observarían lo que sucede en la casa y sus alrededores.

- La pericia sobre el llavero y la llave es distinta por escrito que lo que se informó públicamente. En el texto escrito entregado al fiscal Marcelo Martini por el titular de la Policía Científica, Daniel Salcedo, no se sostiene que la llave fue dejada ahí entre diez y quince días atrás, sino que dice, textualmente, “el llavero lleva en el lugar bastante menos de 60 días”.

El hecho de que se estén haciendo nuevas pruebas científicas indica que no hay ciento por ciento de seguridad en los resultados de las pericias. Esa es la postura de la fiscalía, en la que creen que todavía no se puede aseverar casi nada sobre la aparición de la llave en el lugar.

Lo cierto es que, como desde el principio y ahora todavía más que antes, hay muchísimas preguntas y muy pocas respuestas.