El radicalismo ya tiene nueva conducción partidaria. Sin sorpresas de por medio, el senador jujeño Gerardo Morales fue proclamado ayer nuevo presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), con lo que quedó allanado el camino hacia un acuerdo con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna. Morales acusó al gobierno nacional de intentar “debilitar y destruir a la UCR” y subrayó que “en Mendoza está la batalla de todas las batallas”.

El dirigente jujeño recibió el apoyo de 62 de los 72 delegados presentes, representantes de todas las provincias, lo que definió el proceso de manera inobjetable. “Vamos a retomar el diálogo con todos los sectores y construir un frente sin renunciar a los principios partidarios”, señaló en su discurso y agregó que “hay en el partido quienes quieren ir con candidatos propios, pero nosotros no podemos ser ingenuos y vamos a cumplir con el mandato de la convención de Rosario”, en referencia a las conclusiones a las que llegaron acerca de entablar un diálogo con otras fuerzas políticas en pos de armar una alianza electoral. También dedicó algunas palabras para el gobierno nacional. “El Gobierno busca debilitar y destruir a la UCR y a otros partidos y un claro ejemplo es Mendoza. Para nosotros, Mendoza es la batalla de todas las batallas”, remarcó efusivamente.

La discusión que atraviesa a los radicales de lado a lado está centrada en la definición de los candidatos para las elecciones presidenciales del 2007. Ese fue el hecho que motivó la renuncia del anterior conductor radical, Roberto Iglesias, que al no poder acercar posiciones entre las distintas facciones internas, se vio obligado a dimitir.

Colaboradores del nuevo presidente afirmaron a Página/12 que “la idea es, en principio, dedicarnos a debatir al interior del partido. Vamos a hablar con todos, pero la intervención en Mendoza se sostiene, porque existe una instancia judicial que tenemos que respetar. Nosotros entendemos que el planteo que hicimos a la Justicia era el camino correcto”.

Acerca de un posible acuerdo político con el economista afirmaron que “estamos completamente en sintonía con el programa de Lavagna, sobre todo en su costado económico, pero creemos que podemos mejorarlo desde el punto de vista de la construcción de ciudadanía”. En cuanto a un acercamiento con Elisa Carrió, afirmaron que “por supuesto que con ella tenemos más puntos en común que con cualquier otro, porque nos une una historia”, aunque Morales subrayó que la dirigente del ARI no quería hablar con la UCR. Sobre las negociaciones entre Mauricio Macri y Lavagna explicaron que no veían mal que el ex ministro “se ponga de acuerdo con él, porque comparten el electorado y se restarían votos entre sí, pero vemos difícil que nosotros compartamos el espacio” con el ingeniero.

En su intervención en el plenario, la senadora Margarita Stolbizer planteó sus diferencias sobre el armado futuro con un candidato que no sea radical al asegurar que le daba “vergüenza decir que ningún radical quiere ser candidato y está dispuesto a recorrer el país” e hizo un llamado para “poner a la UCR en estado de asamblea para que los afiliados discutan la estrategia. Y debemos demostrar que somos confiables y coherentes”.

Dos candidatos más se postularon para suceder a Iglesias, el que proponía el sector de Stolbizer, Mario Jaraz, vice del mendocino renunciante, que recibió nueve adhesiones, y el actor Nito Artaza, que se votó a sí mismo.

No se esperaba a ningún radical K en el plenario, pero se dejaron ver entre los delegados el diputado Ricardo Colombi, de Corrientes, y el ex mandatario rionegrino, Pablo Verani, entre otros.

Informe: Julián Bruschtein.