Dom 10.12.2006

EL PAíS

“A la provincia de Buenos Aires le falta un plan estratégico”

El intendente de La Plata, Julio Alak, no da por cerrada la candidatura de Daniel Scioli pero admite: “Que se promueva que camine la provincia adelanta casi una definición”. Con este escenario, asegura que su aspiración es “aportar en gestión”.

“El esquema del Estado clásico se agotó en la provincia”, fue la reflexión del hombre que va por su cuarto mandato como intendente de La Plata. En diálogo con Página/12, Julio Alak, abogado, periodista y docente, oriundo de Benito Juárez, dio un panorama sobre la provincia de Buenos Aires y más de un consejo para quién le toque en suerte gobernarla. Aunque no dio por cerrada la candidatura de Daniel Scioli –“es una decisión que el Presidente va a tomar en marzo”, dijo– señaló que el vicepresidente es “un dirigente moralmente intachable e intelectualmente lúcido” y que “tiene un lenguaje muy similar al de la gente”. Y que su aspiración es “construir un espacio político kirchnerista en la provincia de Buenos Aires”.

–¿Tiene tiempo Scioli para recorrer la provincia?

–Sí, claro. Cuando apareció la idea de su candidatura dijimos que tenía atributos para ser gobernador. Es un dirigente, moralmente intachable e intelectualmente lúcido. Tiene un lenguaje muy similar al de la gente. Ahora, la decisión de quién va a ser gobernador es una decisión que el Presidente va a tomar en marzo.

–¿Plantear la candidatura de Scioli fue algo apresurado?

–Le contestaría con su pregunta: si el Presidente no lo planteaba ahora, Scioli no iba a tener tiempo de conocer la problemática de la provincia. Yo creo que un candidato a gobernador necesita caminar la provincia, por lo menos, con un año de antelación. Cuando el Presidente diga: “Este es mi candidato”, todos estaremos detrás de él, nadie va a discutirlo. El PJ bonaerense va a acompañar, estoy seguro de que los radicales K van a acompañar, los socialistas K van a acompañar, los independientes también.

–¿Por qué Scioli?

–El Presidente no ha descartado a ningún candidato, ha dicho que Scioli camine la provincia. El volumen político de Scioli ha aparecido como negando otras realidades. Eventualmente, hoy es la tercera imagen política del país, luego de Néstor y Cristina. Esto es importante destacarlo. Que se promueva que camine la provincia a la tercera imagen de la Argentina adelanta casi una definición, pero la decisión no está tomada.

–¿Qué le queda a la gestión de Solá?

–Solá tiene un desafío importante, que es evitar que la provincia cierre en déficit en 2006 y 2007 y resolver temas de seguridad e inclusión social, que son urgentes en la provincia.

–¿Qué tuvo de bueno y de malo la gestión de Solá?

–Se quedó en el gobierno durante la crisis, trató de llevar adelante un proyecto de ordenamiento de las cuentas y trabajó junto al Presidente. Pero no tuvo tiempo para diseñar un nuevo Estado, tuvo que administrar el Estado conservador.

–Bueno... si no tuvo tiempo, ¿por qué no apoyar su reelección?

–Desde la creación de la Constitución de Buenos Aires, en 1854, todos los constituyentes hacían especial hincapié en que había que interpretar la reelección de los gobernadores en sentido restrictivo. Ese debate volvió a aflorar en 1994 con la reforma, y se usaron los mismo fundamentos 140 años después.

–Entonces podría ir Florencio Randazzo, Solá lo planteó como sucesor.

–Bueno... él tiene derecho a plantear un sucesor, pero el que más derecho tiene hoy es el que conduce el espacio político. El gobernador de Buenos Aires, a mi criterio, debe ser una pieza importante del esquema político del presidente de la Nación. Porque hay que llevar adelante un desafío en Buenos Aires que requiere de la inmediatez, no digo de la asistencia, del Estado nacional.

–¿Y usted no es aspirante?

–No, no. El Presidente dijo que no hay candidatos. Yo puedo aportar en gestión porque fui cuatro veces intendente en la Capital. Mi aspiración, más que una candidatura, es construir un espacio político kirchnerista en la provincia de Buenos Aires que exprese la diversidad social que hoy representa Kirchner.

–¿Solá es responsable de pararlo a Juan Carlos Blumberg?

–Hoy Solá es el responsable de garantizar mayor seguridad en la provincia con inclusión social y con una estructura de policía democrática, que respete los derechos humanos y combata los delitos. Me parece que lo de Blumberg es diferente de lo que debería hacerse. Es necesario tener un dispositivo judicial y policial adecuado para combatir el delito, es más complejo de lo que plantea Blumberg, que parece más cercano a la propuesta de (Luis) Patti: el simplismo de la represión del delito como único elemento para terminar con la delincuencia, cuando nosotros sabemos que la delincuencia tiene factores sociológicos muy claros, que se han discutido, se han analizado y se han demostrado como reales.

–¿Qué se necesita para que la provincia pueda salir adelante?

–A la provincia le falta un plan estratégico, hoy no sabemos qué Buenos Aires queremos para el 2020. Por lo menos, necesitamos un Estado nuevo, moderno, democrático. La inmensidad, diversidad y fragmentación de la provincia nos lleva a exigir la creación de regiones para generar más autonomía. Es importante la participación local en la toma de decisiones, no puede ser que el único consenso entre los bonaerenses sea pagar el ABL.

–¿Cómo se puede modernizarla?

–Mi propuesta es dividirla en 14 regiones para tratar los problemas específicos de cada lugar: la centralidad va en contra de la participación ciudadana. ¿Qué se necesita? Shock de gestión y más base productiva. La provincia es económicamente fuerte, pero necesitamos una nueva utopía.

–¿Cuáles serían los caminos para llegar a esa utopía?

–Hay dos caminos. Los bonaerenses tenemos una solución milagrosa y una, si se quiere, mecánica. La mecánica es ir caminando hasta Luján y rezarle a la virgen. La milagrosa es armar equipos de calidad, que sean generosos en la construcción política, que estén dispuestos a concertar con el sector progresista, que admitan la alternancia en la conducción del Estado y que elaboren un plan estratégico para Buenos Aires, que creen un nuevo Estado y que fomenten la producción como una manera de combatir la desocupación y la exclusión social. Al Estado conservador y al Estado de los caudillos hay que anteponerles un Estado nuevo, con equipos de calidad y plurales. Si no, la solución va a ser más lenta. Estamos en un tiempo donde el esquema del Estado clásico se agotó en la provincia. Hay que crear un nuevo Estado, con más calidad institucional. Es necesario poner en sintonía la provincia con el Estado nacional.

Entrevista: Emilio Ruchansky.

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