EL PAíS
Los defensores de Ríos y de los Horneros quieren anular el juicio
En el caso por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas se realizará mañana en Dolores la audiencia para resolver las apelaciones de los condenados que buscan la anulación del juicio.
› Por Raúl Kollmann
Mañana se realizará en Dolores la audiencia pública para resolver las apelaciones en el caso del asesinato de José Luis Cabezas. Los abogados de Alfredo Yabrán, que defienden al jefe de custodia del supercartero, Gregorio Ríos, y los defensores de los delincuentes conocidos como Los Horneros tratarán de conseguir que la Cámara de Casación anule el juicio y con ello las sentencias de cadena perpetua. Todos argumentan una serie de irregularidades en la conformación del tribunal del juicio y defectos posteriores en la sentencia. Sin embargo, la defensa de Ríos, a cargo del doctor Jorge Sandro, pide también que se abra una investigación sobre la exhumación de dos cadáveres que serían parte de un listado que, según los letrados de Yabrán, manejaba en su momento el fotógrafo y que tenían relación con una banda de policías dedicados al narcotráfico. Lo que se reclama es que se investigue si esas muertes no tienen relación con el asesinato de José Luis Cabezas.
En verdad, las sentencias de un Tribunal Oral, como el que actuó en el juicio de Cabezas, no son apelables en todo lo que tenga que ver con los hechos y las pruebas. Sin embargo, como ha ocurrido en otras ocasiones, la Cámara de Casación puede anular el juicio considerando que hubo defectos en la aplicación del derecho. Por ejemplo, los defensores de Ríos sostuvieron siempre que el juicio oral no podía ser llevado adelante, como ocurrió, por la misma cámara que actuó durante toda la instrucción. Mañana, lo que va a suceder en Dolores es que las partes tendrán la oportunidad de argumentar oralmente ante los jueces por qué se debe anular el juicio anterior y, consecuentemente, las sentencias.
Lo llamativo es que Sandro también pide que se reabra la investigación porque, según él, aparecieron dos hechos nuevos.
- Sostiene que en el diario El Mensajero de la Costa, de General Madariaga, se reveló el 26 de junio último que fueron exhumados dos cadáveres del cementerio local. Se trataría de una mujer boliviana y de una mujer policía, pero que fueron enterradas con nombres distintos. Ambas mujeres tenían tres tiros en la cabeza. El diario menciona que esas exhumaciones sólo eran las primeras de una serie de descubrimientos relacionada con una banda integrada por los policías que después mataron a Cabezas y que tenían que ver con el narcotráfico en Pinamar. La publicación sugiere que el fotógrafo estaba investigando el caso, pero no da ningún elemento que lo pruebe.
- Pide que se investigue nuevamente a quien fuera testigo estrella, Carlos Redruello, que sostuvo también en El Mensajero de la Costa que “si me dejan hacer pública la verdad, Duhalde y el comisario Fogelman estarán en problemas”. Lo cierto es que Redruello siempre fue considerado un mentiroso.
Después de la audiencia de mañana, la Cámara de Casación seguramente se tomará unos 20 días para pronunciarse sobre uno de los asesinatos más sórdidos desde la vuelta de la democracia.