EL PAíS
› SIN FECHA PARA TRATAR EL JUICIO A LA CORTE
Ni acuerdan en el desacuerdo
Era previsible. La reunión de Labor Parlamentaria en la que los jefes de cada bloque legislativo y autoridades de la Cámara de Diputados tenían pensado ponerle fecha a la sesión en la que se pensaba discutir el juicio político a la Corte Suprema, no llegó a ningún acuerdo. El cónclave continuará hoy al mediodía. Lejos de abordar la acusación contra los magistrados, los diputados analizarán los temas de la sesión que tienen pensado realizar apenas unas horas más tarde.
De esta manera, los diputados pondrán fin a casi 26 días de inactividad. Claro que garantizarán que al recinto no lleguen desacuerdos o temas que enfrenten a los bloques. A la media tarde de hoy, confeccionarán el listado de proyectos que tienen dictamen en comisiones. A lo sumo tendrán que enfrentarse a las disidencias parciales.
Representado por el menemista Manuel Baladrón, el bloque justicialista reclamó insistentemente que se le pusiera fecha a la sesión que tiene que discutir los cargos contra los nueve magistrados del máximo tribunal. Los radicales también reclamaron que se le pusiera fecha al tema. Solicitaron que se discutiera en 15 días. Sin embargo, tras el fracaso de la reunión de Labor Parlamentaria, la conducción de la bancada de la UCR no descarta llevar la discusión de la fecha a la sesión de hoy. En este punto, parece tan obsesionada por debatir la acusación contra los cortesanos, como está el menemismo.
El titular del cuerpo, el duhaldista Eduardo Camaño, mostró ayer la misma preocupación que los menemistas en discutir la acusación y de paso rechazarla y archivarla. El interbloque de centroizquierda que lidera Elisa Carrió denunció “un pacto de impunidad entre radicales y peronistas para absolver a los ministros de la Corte”. Por lo pronto, esa treintena de legisladores no dará el quórum necesario para habilitar la sesión.
El Congreso aparece tan tironeado como está el gobierno nacional. Mientras los amigos del poder y de los cortesanos apuran el paso, los que sostienen la acusación afirman que “en el actual contexto extorsivo” el dictamen contra la Corte de los milagros no puede discutirse con seriedad.