La Plata está un poco más sola, desde ayer. Una de las primeras madres de Plaza de Mayo, Nelva Méndez de Falcone, falleció en esa ciudad a los 76 años. Nelva era la madre de María Claudia Falcone, una de las desaparecidas emblemáticas de la Noche de los Lápices de septiembre de 1976, cuando las patotas de la dictadura secuestraron a un grupo de estudiantes secundarios. Nelva se unió a Madres inmediatamente y organizó las primeras reuniones en la capital provincial, de la que su marido, Jorge, había sido intendente. Los encuentros eran en su casa. A fines de los setenta, con un grupo de Madres, viajó a Brasil para intentar entregarle una carta al papa Juan Pablo II para pedirle por sus familiares desaparecidos. Participó también en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Siempre reivindicó la militancia política de su hija, que era estudiante de Bellas Artes en La Plata e integraba la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), la rama estudiantil de Montoneros. La última aparición pública de Nelva fue cuando se cumplieron treinta años de la Noche de los Lápices. Participó como oradora en un acto en la escuela de María Claudia, en la que inauguraron un mural con la imagen de los desaparecidos. Por un problema pulmonar, Nelva fue internada hace diez días. Falleció en la madrugada del domingo 24 acompañada por su familia. Fue velada en la mañana del domingo, rodeada de sus seres queridos. “¡Abuela, hasta la victoria siempre!”, le gritó, entre lágrimas, una de sus nietas en el funeral. Luego fue cremada. Sus cenizas serán esparcidas en los próximos días en Plaza San Martín de La Plata o en Plaza de Mayo. Los dos lugares donde le tocó luchar.