Orlando Ubiedo es compañero de militancia de Luis Gerez y fue, junto con él, testigo contra el ex subcomisario Luis Abelardo Patti. A los 16 años llegó a Buenos Aires desde Villaguay, Entre Ríos. Es avicultor y fue secretario general del Sindicato de Trabajadores Rurales. En 1974 estuvo secuestrado tres días en San Martín, junto a Gastón Gonçalves, que desapareció luego del 24 de marzo de 1976, hecho en el que está involucrado el ex intendente de Escobar. Su hermano también estuvo detenido ilegalmente y ese secuestro es otro de los que se le atribuyen a Patti.

“Voy a seguir yendo a testificar, más allá del apriete, más allá de que amenazaron a mis hijos, mis nietos, mi nuera. Están amenazando a toda mi familia con mensajes de texto. Les dijeron que los iban a hacer mierda, que los iban a matar.”

–¿Quién piensa que fue responsable del secuestro?

–Creemos que esa gente estaba acorralada por el accionar del pueblo compuesto por todos los actores sociales, llámese Presidente, gobernador, las fuerzas de seguridad, la prensa y el pueblo que nos acompañó. A los culpables los están investigando los profesionales.

–¿Cómo lo vio a Luis?

–Está bastante bien, pero lo queremos preservar. Está atendido por los psicólogos de la provincia y de la Nación para que se termine de recuperar.

–¿Cómo conoció a Gerez?

–Lo conocí allá por el ’72, el compañero ya había sido detenido y torturado por Patti. Después se integra a la Jotapé. Era uno de los más chicos. Tenía 16 años. En toda esta etapa siempre militamos y siempre estuvimos juntos. Es un compañero sencillo, muy criollo, muy humilde. Habla pausado como hablamos los provincianos. El nació en Santiago del Estero, yo soy de Entre Ríos, es un compañero con todas las letras.

–O sea que se conocen desde hace 30 años.

–Sí. Nuestra relación se cortó porque yo en la dictadura estuve perseguido y en la clandestinidad casi siete años. El estuvo un tiempo afuera y después se quedó en Escobar, anduvo dando vueltas en la provincia. Hubo muchos compañeros presos y hay muchos muertos.

–¿En democracia se volvieron a encontrar?

–Nos fuimos juntando, en algunos momentos militamos en las mismas agrupaciones. Siempre nos encontrábamos y charlábamos. Finalmente comenzamos con la militancia en Pensar Escobar hace un año.

–¿Cómo fue cuando fueron a declarar contra Patti?

–En mayo del 2005 con los pibes de Gastón Gonçalves fui y declaré ante el fiscal Juan Murray. A posteriori él me pide si puedo acercar personas que hayan tenido una vivencia como la mía. Le dije que sí y entonces los invité a Gerez y a Hugo Jaime.

–¿Gerez tuvo dudas sobre ir a declarar?

–Nooo, en ningún momento. Porque nosotros somos compañeros, somos directos, yo le dije: “mirá, estoy en esta patriada, estoy con los hijos de Gastón y las abogadas” y le pedí si me daba una mano para declarar lo que él sabía, él estaba trabajando, es albañil –cuando lo fui a ver eran las 10.30 de la mañana–, y me dijo sí no hay ningún problema.

–¿Pensaron que su declaración podría poner en riesgo su vida?

–Nosotros siempre estamos expuestos, pero si jugamos en la cancha grande por un proyecto nacional es seguro que el enemigo nos va a mirar, mucho o poco pero nos va a mirar. Estamos expuestos. El problema acá no es en Escobar sino que es un problema contra el Presidente. Pienso que fue la misma gente de (Jorge Julio) López que quiere detener los juicios a los militares y los juicios a los policías como Etchecolatz y como Patti. Porque ellos saben que van a ir todos presos. Porque hay un proyecto que encarna al pueblo y hay otro proyecto que encarna a la oligarquía y a la derecha reaccionaria.

–¿Piensa que los secuestradores son represores de la dictadura?

–Pienso que son mano de obra desocupada. Porque (el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires León) Arslanian ha dejado cesantes dos mil y pico de personas en la Bonaerense y entre ellos hay gente que participó en los grupos de tareas y que son amigos de Patti. Creo que con la detención de (el ex jefe de la Triple A Rodolfo) Almirón hay un generalato que va a quedar en evidencia. Estamos en la puerta del juicio a Videla y compañía.

–¿Va a seguir siendo testigo en las causas por los crímenes de la dictadura?

–Si me citan yo voy a seguir yendo a testificar, más allá del apriete, más allá de que el 4 de diciembre amenazaron a mis hijos, mis nietos, mi nuera. Están amenazando a toda mi familia con mensajes de texto. Les dijeron que los iban a hacer mierda, que los iban a matar.