Mié 03.01.2007

EL PAíS  › OPINION

Historias paralelas

› Por Alfredo Silleta *

Barrio de Flores, agosto de 1962. Los diarios de la época relatan un extraño incidente en la intersección de Canalejas y Donato Alvarez. Durante varios días, un grupo de autos circularon por las calles del barrio. La noche del 23 de agosto los integrantes de esos sospechosos vehículos se abalanzaron sobre un joven –que se abrazó a un árbol–, pero luego de golpearlo y reducirlo lo subieron a una estanciera gris, partiendo velozmente.

Barrio de Los Hornos, septiembre de 2006. Los diarios relataron que un anciano, ex albañil y jubilado que declaró en el juicio contra el ex comisario Miguel Etchecolatz, está desaparecido, quizás tras sufrir un trauma emocional. Se lo busca en hospitales y centros de Salud.

Barrio de Flores, agosto de 1962. El secuestrado tenía 22 años, era obrero metalúrgico de la empresa TEA y delegado en su fábrica. Militaba en la Juventud Peronista que habían creado recientemente Gustavo Rearte, Héctor Spina y Tuli Ferrari entre otros; luchaba por mejores salarios y por el retorno del general Perón a la Patria. Eran los años del nefasto Plan Conintes (Plan de Conmoción Interna del Estado), que había implementado el presidente Arturo Frondizi con la detención de miles de dirigentes sindicales y trabajadores peronistas que resistían la represión.

Barrio de Los Hornos, septiembre de 2006. El desaparecido vivió 45 años en la misma casa que construyó con sus manos, en 69 y 140, un barrio humilde de Los Hornos. Todos los días de su vida trabajó dignamente como albañil para criar a su familia. Los fines de semana se acercaba hasta la Unidad Básica del barrio, la Juan Pablo Maestre, ubicada a tres cuadras de su casa, que habían fundado un grupo de adolescentes, allá en 1973, el año en que el peronismo volvió al poder. Organizaba los partidos de fútbol, participaba en las peñas y colaboraba en lo que podía con esos jóvenes que daban lo mejor de sí para mejorar el barrio y el país. Alguna vez le preguntaron si era un militante político y él respondió como el Mono Gatica: “Señor, yo no hago política; yo, nada más, soy peronista”.

Barrio de Flores, agosto de 1962. Los secuestradores eran policías de la provincia de Buenos Aires que lo llevaron hasta la comisaría 1ª de San Martín, donde es torturado. Luego lo trasladan a la comisaría de Villa Lynch, desde donde se pierde todo rastro de su existencia. Se supone que murió en una de las sesiones de tortura.

Barrio de Los Hornos, septiembre de 2006. En la oscura noche del ’76 una razzia de la patota de Etchecolatz secuestró a la mayoría de los integrantes de la Unidad Básica del barrio. La noche del 27 de octubre un centenar de milicos rodeó su casa, rompieron la puerta y se lo llevaron encapuchado. Estuvo desaparecido durante meses y fue torturado brutalmente, posteriormente puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional hasta quedar en libertad en 1979. Su testimonio fue clave en el reciente juicio al ex comisario Etchecolatz.

Barrio de Flores, agosto de 1962. Se llamaba Felipe Vallese, nunca pudo encontrarse su cuerpo y se lo considera el primer desaparecido de la Argentina.

Barrio de Los Hornos, septiembre de 2006. Se llama Jorge Julio López, está desaparecido desde hace 3 meses. Los argentinos lo estamos buscando, no queremos que se repita la historia.

En medio de estas historias paralelas, 30.000 desaparecidos bajo la dictadura militar de 1976.

* Periodista, autor de La Patria Sublevada.

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