En el Gobierno lo están esperando, en silencio, y con la paciencia necesaria para no exponer sus preferencias. Fue el propio José Manuel de la Sota quien pidió que no lo apoyaran, para evitar las presiones que sufrió Carlos Reutemann. Y en el Ejecutivo cumplieron con el pedido, aunque apenas pueden reprimir la ansiedad. “Hay que esperar que se lance, ver si se instala, y recién entonces salir a apoyarlo”, ordenó Eduardo Duhalde, el miércoles, ante un intendente del conurbano. Consciente del apuro de los compañeros, De la Sota apareció anoche en las pantallas de los tres canales de Córdoba para hacer un balance de sus tres años de gestión. Aunque no habló de la interna del PJ, para sus allegados el mensaje televisivo fue el primer paso para su lanzamiento presidencial.
En el aviso que grabó con la estética que supo imponer Duda Mendonça –el publicista brasileño que asesoró a Paulo Mauluf para ganar la intendencia de San Paulo, a Carlos Menem en los ya célebres spots de “Menem lo hizo”, y a Eduardo Duhalde en la campaña que perdió con Fernando de la Rúa–, De la Sota elogió la rebaja del 30 por ciento de los impuestos y los planes de empleo implementados por su gobierno en la provincia. “Sé que hoy, muchos de los logros que alcanzamos juntos durante estos tres años pueden parecer pequeños si los comparamos con el tamaño de la crisis que estamos sufriendo”, aseguró.
Luego de defender lo que consideró logros de su gestión, De la Sota hizo una larga serie de promesas, con un estilo que podría formar parte de una campaña electoral. “Ya se están construyendo otras 110 escuelas nuevas en toda la provincia que se sumarán a las 127 que ya inauguramos. También comenzamos la refacción de 1000 edificios escolares. Licitaremos y comenzaremos a construir 12 mil viviendas, que crearán, junto a las que están en construcción, 50 mil nuevos empleos directos para los cordobeses durante un año”, prometió el gobernador desde los televisores.
A primeras horas de la tarde, mientras se revisaban los últimos detalles de la transmisión, un colaborador de De la Sota confió a Página/12 que el lanzamiento tan anunciado se concretará la semana próxima. Para analizar ese tema, el Gallego dialogó con su ministro de Obras Públicas, Carlos Caserio, quien ayer a la tarde regresó de Buenos Aires, donde recorrió varios municipios del Conurbano y se entrevistó con el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto. Su trabajo fue preparar el desembarco de De la Sota en el Gran Buenos Aires, que se perfila muy complicado.
De la Sota sabe que el panorama es complicado. El intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, se lo advirtió por teléfono el lunes a mediodía, luego de que el cordobés le preguntara cuáles eran sus chances en el distrito bonaerense: “Mirá Gallego, acá no estás instalado, vas a tener que caminar mucho”, le dijo el matancero, a quien De la Sota tentó para ser el segundo de su fórmula. En ese sentido, la preocupación del duhaldismo es que los jefes comunales acepten negociar con los enviados de Carlos Menem, quien aspira a romper la aparentemente homogénea estructura del PJ bonaerense.
El propio Duhalde es consciente de esa avanzada del menemismo, que encabeza el polifuncional Alberto Kohan. Los demás gobernadores, entretanto, siguen con atención la ofensiva del riojano en tierras bonaerenses. Saben que si Menem logra una “cabecera de playa” en el Conurbano, la postulación de De la Sota se debilitará en la misma proporción. Tal vez por eso, el diputado santafesino Jorge Georgetti –habitual operador de Reutemann– dijo ayer que De la Sota no será candidato, contradiciendo los pronósticos de los asesores del mandatario cordobés.