Bajo el lema “Una Argentina mejor es posible. Póngale la firma”, la Mesa de Diálogo inició ayer una campaña de adhesión e instaló una mesa en el Cabildo, para que ciudadanos, dirigentes e instituciones suscriban el documento. Hasta ayer, el resultado fue la firma de una larga serie de ONG, unos pocos políticos y ningún representante del Gobierno.
En el acto de inicio de la campaña estuvieron presentes los responsables de la coordinación de la ronda de diálogo: el representante de las Naciones Unidas, Carmelo Angulo, y el obispo de Lomas de Zamora, Agustín Radrizzani, además del arzobispo de Corrientes, Domingo Castagna. Según explicaron ayer, la idea es difundir los principales consensos alcanzados en las conversaciones. Para ello, se instaló en el Cabildo una mesa que permanecerá abierta de 10 a 18.
Entre otros puntos, el texto incluye un pedido de “relegitimación” de todos los cargos en las próximas elecciones, la renovación del aparato institucional y los comportamientos públicos, la eliminación de todos los privilegios en los presupuestos, y una modificación profunda del régimen de los partidos políticos que posibilite una renovación paulatina de su dirigencia.
Ayer estamparon su firma representantes de unas 50 ONG. Entre otras, se acercó el Foro para la Transparencia Social, Poder Ciudadano, Ciudad para el Cambio, Conciencia, Médicos en Catástrofe, Comunidad de Estudiantes Indígenas, Cambio Democrático, Cáritas y el Departamento de Laicos del Arzobispado porteño.
También fueron algunos políticos. Uno de los primeros fue el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra. “La Ciudad se siente partícipe de esta declaración y sería muy bueno que se pase de las palabras a los hechos”, señaló. Después llegaron otros dirigentes porteños, como Mauricio Macri y Gustavo Beliz, y más tarde se acercaron el titular del radicalismo, Angel Rozas, y los legisladores frepasistas Darío Alessandro, Nilda Garré y Vilma Ibarra. Además, se acercaron algunas personalidades como el rabino Sergio Bergman y el escritor Marcos Aguinis.