La decisión ya está tomada. Los amigos y compañeros de Luis Gerez pedirán el pase de la investigación al fuero federal. La presentación la hará entre hoy y mañana el flamante defensor de todos ellos, César Sivo, un penalista especializado en derechos humanos que intervino en los juicios de la verdad de Bahía Blanca. El tema deberá ser resuelto por el juzgado de garantías que tiene jurisdicción sobre la causa. Una de las razones por las que se pedirá el cambio de fuero es un episodio que vivió el avicultor Orlando Ubiedo el viernes a la tarde. Manejaba su auto por la calle Bartolomé Mitre, en el centro de Escobar, cuando dos móviles le bloquearon el paso. Luego de que le pidieran los documentos del vehículo, un funcionario del ministerio público –aparentemente un fiscal de La Plata– lo intimó a concurrir a la fiscalía para ampliar su declaración. Ubiedo estaba citado a declarar a las 10 pero no se presentó, alegando problemas de salud. Los fiscales no quedaron conformes y lo hicieron comparecer por la fuerza. Ubiedo terminó declarando durante cinco horas.

Los amigos y compañeros de Gerez están cada vez más disconformes con la labor de los fiscales. Perciben que el equipo a cargo de la instrucción optó por una sola hipótesis para explicar la desaparición del militante kirchnerista. Para el ministerio público, el hecho habría sido organizado desde el entorno del albañil. Eso explica las últimas decisiones tomadas en la fiscalía descentralizada de Escobar: para ayer se había ordenado un careo generalizado entre Ubiedo, la esposa Mirta Praino, Jorge Altamirano, “Pipo” Geernek y José Gerez, hermano del albañil. El careo finalmente no se realizó –se habría postergado hasta el lunes– porque los afectados decidieron presentarse en la causa como particulares damnificados.

Como siempre que se ordena un careo, el objetivo de esta decisión es ubicar contradicciones entre los declarantes. Además, los fiscales hicieron declarar nuevamente a Altamirano, a la esposa y también ordenaron un allanamiento sobre la casa de la mujer. Bajo las órdenes del superintendente de investigaciones Hugo Matzkin, en el operativo se secuestró la computadora de la pareja del albañil. En las ampliaciones de los testimonios, a Praino le preguntaron por qué había acudido tan rápido a instituciones y contactos políticos cuando su marido no aparecía. A Altamirano, entre otras cosas, lo interrogaron sobre si Gerez fumaba o no.

“Creo que manejan la hipótesis de que Luis se quemó solo con cigarrillos”, comentó a Página/12 uno de los allegados del albañil. Los amigos y compañeros de Gerez se quejan de que los fiscales se están manejando con un “tono no demasiado cordial” y que los testimonios se extienden durante horas, seguramente a la búsqueda de contradicciones o frases sospechosas. El abogado de los allegados a Gerez se basará en algunos de estos antecedentes para pedir el pase de la causa al fuero federal. El hecho que más sorpresa causó fue la forma en que Ubiedo fue conminado a declarar el viernes a la tarde.

“Yo tenía que declarar a las 10 –relató el propio Ubiedo a Página/12– pero mandé un escrito diciendo que me encontraba mal de salud. Lo firmé yo, por derecho propio. Legalmente yo podía no ir, me tenían que mandar otra citación y recién a la tercera vez me podrían hacer concurrir por la fuerza pública. A las tres de la tarde me pararon en la calle Mitre, frente al teatro Seminari de Escobar. Eran dos autos, con cuatro personas, dos de civil y dos con la ropa de la policía. Vinieron del Diario de Escobar y me sacaron una foto. Les habían avisado desde la fiscalía.”

Con estos elementos, el letrado que representa a los amigos de Gerez pedirá el pase al fuero federal. Consultado por Página/12, el defensor criticó la labor de los fiscales. “Nos preocupa que al ministerio público (el equipo de fiscales) le cueste entender que la víctima tiene un rol fundamental en el proceso. Eso tiene reconocimiento internacional, hay pactos, acuerdos y convenciones que lo garantizan. La víctima debe ser escuchada, protegida e informada”, afirmó el abogado Sivo. Detrás de la discusión sobre el fuero competente, hay una pelea política.