Dom 14.01.2007

EL PAíS

La incorporación de Bolivia al Mercosur se tratará esta semana

El jueves y viernes se realizará en Río de Janeiro la reunión del Consejo del Mercosur. El pedido de Evo Morales para ser socio pleno del mercado común será el principal tema de agenda. Las papeleras no figuran en el programa pero hay expectativas en cómo se colará en la cumbre.

› Por Nora Veiras

En mayo del año pasado, Evangelina Carrozo irrumpió zarandeando canutillos en la IV Cumbre de presidentes de Europa, América latina y el Caribe en Viena. Desde entonces, cada vez que se reúnen los jefes de Estado se renueva la expectativa sobre la forma en que puede “corporizarse” el conflicto de las pasteras entre la Argentina y Uruguay. La reunión del Consejo del Mercosur, que se realizará entre jueves y viernes en Río de Janeiro, no tiene el tema en agenda pero, al decir de un diplomático: “Habrá una coincidencia témporo-espacial de los presidentes Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez y, por ahora, más de eso no se puede especular”. Con Inácio Lula da Silva oficiando de anfitrión tras su reelección y con Hugo Chávez inaugurando su flamante tercer mandato, el tema central del encuentro será el pedido de Bolivia para incorporarse como sexto socio pleno del mercado común. Una decisión estratégica que Evo Morales había tomado antes de la crisis política desatada en la última semana.

La continuidad de los cortes de los puentes fronterizos con Uruguay y la inminencia de una decisión de La Haya sobre la protesta oriental por esa medida son tópicos insoslayables para las delegaciones argentinas y uruguayas. Durante todo el 2006, el gobierno de Vázquez intentó llevar el planteo a los encuentros plenarios del Mercosur pero no contó con el apoyo de Brasil para incorporarlo a la agenda. Como los temas a tratar se definen por consenso, el conflicto quedó en la periferia del debate. A principios de noviembre se realizó en Montevideo la XVI Cumbre Iberoamericana. Kirchner cruzó el charco y allí surgió la idea de pedir la intervención del rey de España para encauzar el diálogo. Desde entonces, el facilitador Juan Antonio Yáñez Barnuevo tuvo varios encuentros en ambas orillas pero hace semanas desapareció de escena, dicen que a la espera del fallo del tribunal internacional.

Equilibrios

El secretario de Comercio Internacional, Alfredo Chiaradía, explicó a Página/12 que antes de la reunión de presidentes va a deliberar el Consejo del Mercado Común que integran los cancilleres y ministros de Economía, el órgano máximo de conducción del Mercosur. Allí se analizará la carta de Bolivia pidiendo su incorporación formal sin renunciar a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), se discutirá sobre el proceso de Venezuela con el fin de acelerar los mecanismos de integración plena y se definirá la instrumentación del Fondo para la Convergencia Estructural (Focem) destinado a compensar los desequilibrios que afectan a Paraguay y Uruguay. El viernes se reunieron el canciller Jorge Taiana y la ministra de Economía, Felisa Miceli, para definir la postura ante el encuentro de Río. Sobre el Focem precisaron que arrancará con un capital inicial de 100 millones de dólares, de los cuales 70 millones serán aportados por Brasil, 27 millones por la Argentina, dos por Paraguay y el restante millón por Uruguay. El objetivo es corregir las asimetrías en el volumen comercial que perjudica a los miembros chicos del mercado.

Los desequilibrios internos provocaron un duro planteo de Paraguay en la cumbre de mediados de año en Córdoba, el cual fue opacado por la visita de Fidel Castro. El líder cubano confirmó a último momento su participación para agradecer el apoyo del Mercosur en el medio del endurecimiento del bloqueo de los Estados Unidos. Pero las protestas por las asimetrías están lejos de haberse solucionado. Hace menos de un mes, el ministro de Economía de Uruguay, Danilo Astori, crítico de la conveniencia del mercado común para su país, volvió a reclamar en una reunión preparatoria de la cumbre de Río que se les permitiera a los pequeños países realizar acuerdos comerciales por fuera del Mercosur. El bloque se opone porque encuentra en esa estrategia la mano de los Estados Unidos para debilitar la integración regional mediante los Tratados de Libre Comercio (TLC) bilaterales.

El presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, Carlos “Chacho” Alvarez, postuló que la incorporación plena de Venezuela sería el camino para dar solución a los reclamos de los “chicos”. “No deberían existir justificativos para que las legítimas demandas de países de menor desarrollo relativo, como Paraguay y Uruguay, no puedan ser atendidas por las tres mayores economías de Sudamérica (que representan el 75 por ciento del Producto Bruto Interno de la región). Así perdería definitivamente sentido que esos países piensen en suscribir TLC con Estados Unidos, que limitan los márgenes de autonomía de los Estados y conspiran contra el perfeccionamiento de la Unión Aduanera, uno de los elementos fundamentales en la constitución del mercado común”, escribió Alvarez en julio pasado y recomendó “observar la situación que atraviesa la Comunidad Andina, debilitada, entre otros factores, por los TLC que han acordado Perú y Colombia con los Estados Unidos”.

Cambios

A mediados de julio, el plenario del Mercosur superó la tensión regional tras la decisión de Bolivia de nacionalizar los recursos naturales. El gobierno de Lula, con inversiones clave en la explotación de hidrocarburos en las tierras de Evo Morales, se sorprendió por la medida que afectaba sus intereses y el vínculo se tensó. Por su parte, la Argentina tuvo que renegociar el precio y las condiciones del gas importado desde ese país y también intercedió ante España, cuyas empresas petroleras –especialmente Repsol– fueron directamente afectadas por las decisiones de la gestión de Morales. En esos momentos se fue afianzando la idea de la incorporación plena de Bolivia al Mercosur, con el brioso aval, además, de Venezuela, la otra reserva energética del continente. En la Cumbre de Río, Morales presentará la carta formal para avanzar en ese proceso en medio de otra crisis: esta vez desatada por los departamentos más ricos de su país, opositores a su política. El Mercosur actúa, de hecho, como una red regional de contención democrática.

El jueves por la tarde y el viernes, los presidentes se sentarán cara a cara con agenda abierta para “reflexionar” sobre los procesos de integración y el mapa de situación regional. Bolivia junto al “nuevo socialismo” presentado por Chávez, que implica la estatización de la telefonía, la electricidad y las refinerías de crudo, son temas para incentivar la tormenta de ideas.

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