La escena con que la cidade maravilhosa recibió ayer al Presidente estaba muy lejos de la típica postal de Río de Janeiro. Cuando Néstor Kirchner y la delegación oficial aterrizaron en el aeropuerto para participar de la XXXI cumbre del Mercosur, se encontraron con un inusual despliegue que incluía al Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada. El operativo era muy visible a ambos lados de la autopista y también frente al hotel Copacabana Palace, sede del encuentro diplomático. Aunque la presencia militar respondía a la escala de violencia producida por los grupos narcos, para algunos de los visitantes parecía una metáfora del estado de la relación entre Argentina y Uruguay. Que no es precisamente el mejor. “Uruguay no va a negociar nada hasta que no se levante el corte de puentes”, dijo Tabaré Vázquez. El propio Tabaré descartó que vaya a tener una reunión bilateral con Kirchner para hablar de las papeleras.

Kirchner llegó a Río ayer a la tarde junto con una comitiva bastante numerosa. Lo acompañaban su esposa, la senadora Cristina Fernández; el canciller Jorge Taiana; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; la ministra de Economía, Felisa Miceli; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; los diputados Agustín Rossi, Alberto Balestrini, José María Díaz Bancalari y Diana Conti, y el gobernador de Chubut, Mario Das Neves. Antes de subir al Tango 01, el propio Taiana había adelantado que “no estaba prevista” una reunión entre Kirchner y Tabaré. Lo mismo dijo el mandatario uruguayo desde Montevideo. “Encontrarnos nos vamos a encontrar –adelantó sobre él y Kirchner–, porque estaremos en el mismo ambiente, pero no está agendado ningún encuentro bilateral.” Uruguay condiciona cualquier negociación al levantamiento del bloqueo de la ruta 136.

De los puestos fronterizos terrestres con Uruguay sólo uno se mantiene abierto: el de Concordia-Salto. Los asambleístas de Colón, en tanto, están realizando cortes rotativos de seis horas. El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, ya manifestó que su gobierno espera que la Casa Rosada obligue a los ambientalistas a levantar las protestas en caso de que la Corte Internacional de La Haya se pronuncia en ese sentido. Sin embargo, todo indica que el pedido uruguayo no será tenido en cuenta. “Ya lo ha dicho el Presidente. De ninguna manera vamos a desalojar la ruta a través de la fuerza. Por más que el fallo, que no es de cumplimiento obligatorio, diga que hay que desalojar las rutas”, aseguró el vicegobernador de Entre Ríos, Pedro Guastavino.

En la capital carioca todos aseguran que es imposible que Kirchner y Tabaré se reúnan por las papeleras, aunque no se descarta que pueda haber algún contacto entre ministros. Los rumores parecen no incluir a los dos cancilleres: Taiana dijo que no se encontrará con Gargano para hablar del conflicto. De lo que sí se conversará –figura como uno de los temas principales de la agenda– es del pedido de Bolivia para incorporarse como miembro permanente del Mercosur. También se analizará el reclamo reiterado de Uruguay y Paraguay para compensar las asimetrías que existen dentro del bloque. La cumbre comenzará hoy a las 9, con la reunión del Consejo del Mercado Común; luego el canciller brasileño, Celso Amorim, ofrecerá un almuerzo. A la tarde sesionará el Grupo de Reflexión de jefes de gobierno de América del Sur y a la noche Lula brindará una cena de honor.