Para los fiscales de Escobar, la causa por el secuestro de Luis Gerez todavía “no tiene elementos” que justifiquen su traspaso al fuero federal. Los funcionarios están convencidos de que las pruebas que recogieron hasta ahora no les permiten relacionar el secuestro con su situación de testigo contra el ex comisario Luis Alberto Patti. El dato no es menor y puede convertirse en un elemento de peso. Ayer, los abogados de Gerez volvieron a criticar a la fiscalía y a cuestionarla por “prejuzgamiento”. Están disgustados con la posición frente a los testigos: la fiscalía decidió denunciar penalmente a varios de ellos por falso testimonio y a Orlando Ubiedo y a un abogado vinculado a la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires “por resistencia a la autoridad”. De esta manera se daría la particular situación de una causa donde no hay presuntos culpables investigados, pero sí lo están la víctima, su abogado y los testigos.

Desde el día de la liberación de Luis Gerez, en la investigación sobre el caso cobraron fuerza por lo menos dos líneas todavía vigentes. La primera está vinculada a su situación de testigo en las causas de derechos humanos. La segunda, sostiene el secuestro como producto de una interna política del peronismo o sectores del pattismo asociados al peronismo de Escobar. El gobierno bonaerense y la fiscalía de Escobar tomaron caminos separados. El gobierno de Felipe Solá se inclinó a favor de la primera hipótesis, y la fiscalía por la segunda posibilidad.

De acuerdo con la legislación bonaerense, sólo existen dos posibilidades para que un secuestro pase al ámbito federal: o cuando se trata de un secuestro “extorsivo” y media el pedido de pago de rescate o cuando está vinculado a las causas de derechos humanos, una situación que se contempla especialmente desde la resolución de la Corte Suprema con la desaparición de Julio López. En el caso Gerez, no hubo pedido de rescate. Lo que todavía es materia de discusión es si la causa tiene conexión con las denuncias a Patti.

El equipo del Ministerio Público de Escobar tiene posición tomada. Formado por las fiscales Andrea Palacios, Irene Molinari y Paula Gaggiotti, cree “que todavía no hay elementos”. “Para nosotros la cuestión es que no hay cómo relacionar el hecho con el móvil de las causas –explicaron–: porque el propio Gerez declaró que durante el cautiverio nunca se le dijo nada ni se lo amenazó respecto de su situación de testigo.”

Aunque todavía no hicieron una presentación formal, frente a esta posición los abogados vinculados a la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia piden que la causa pase al fuero federal. No sólo porque arguyen que Gerez fue secuestrado por su condición de testigo, sino porque están convencidos de que la fiscalía pone en una situación de sospecha a compañeros y amigos de Gerez. Y que las intervenciones telefónicas a los teléfonos de los testigos van en esa misma línea.

Esta es la posición que mantiene César Sivo, penalista y especialista en las causas de derechos humanos de Mar del Plata y quien tomó en manos la representación del militante peronista secuestrado en Escobar. “Los fiscales, además del hostigamiento a las víctimas, crean delitos donde no hay, cuando tienen los medios para seguir adelante con la causa. Lo único que hizo el abogado cuestionado por los fiscales fue posponer una audiencia”, señaló Sivo, en referencia a un certificado médico presentado por Ubiedo para justificar su ausencia a una citación. “Están generando una psicosis en los testigos que no quieren presentarse porque no les creen lo que dicen”, señaló.

Los abogados reúnen y analizan en este momento una serie de indicios que están sueltos en la causa para trasformarlos en datos con cierta entidad. Entre otros, mencionan dos puntos. Uno, vinculado a una contradicción en el testimonio del único policía que patrullaba en la zona del barrio Lambertucci el día del secuestro. El barrio es sede de la comunidad de quinteros bolivianos de Escobar. Según Sivo y su gente, el policía no estaba en la zona a las ocho de la noche cuando ocurrió el secuestro y ese hecho corroboraría la línea de la zona liberada.

El otro dato que están empezando a observar con cierto detalle es el crimen del último fin de semana de una pareja del barrio Lambertucci. La pareja vivía sobre la misma calle Los Claveles donde ocurrió el secuestro de Gerez, pero a una cuadra y media de distancia. Vendía verdura y tenían una combi o camioneta para fletes. Según la gente de la comunidad, los mataron cerca de Villa Ballester sin robarles nada. Y aunque nada parece confirmar todavía este elemento, no descartan que hayan visto algo y que la muerte, por lo tanto, tenga alguna relación con el caso Gerez.

El caso de todos modos rondará a la causa en los próximos días porque ha despertado revuelo en el barrio ya convulsionado. Los fiscales, en tanto, son incrédulos también en este punto. Creen que el crimen fue un “homicidio en ocasión de robo”, y que de momento nada lo pone en duda.