EL PAíS
› LA PLATAFORMA ECONOMICA DEL ARI: SHOCK DISTRIBUTIVO Y POLITICAS ACTIVAS
Plan Carrió para la economía
El equipo económico de Elisa Carrió trabaja en un plan de diez puntos sobre la base de un plan distributivo como el que propone el Frenapo, políticas de exportaciones, eliminación de oligopolios y apertura. No habrá estatizaciones ni discriminación contra el capital extranjero. “Un capitalismo transparente.”
Luego del paso al costado de Carlos Reutemann, Elisa Carrió es, según todas las encuestas, la persona con mejor imagen e intención de voto. Es, además, la única candidata que presentó al que sería su ministro de Economía en caso de acceder al poder: Rubén Lo Vuolo. El equipo técnico del economista egresado de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, está trabajando en la elaboración de un programa económico completo que Carrió piensa presentar en sociedad en cuanto esté finalizado. Página/12 tuvo acceso al documento que sintetiza los planes de Lo Vuolo. Su título es “Estrategia económica y social”. El programa, que consta de diez puntos y, según aclaran sus autores, aún tiene que ser revisado y completado, incluye un shock distributivo, basado en la propuesta del Frenapo, con subsidios para desocupados, niños y ancianos, como motor de arranque de la economía. Propone, además, impulsar desde el Estado el desarrollo de los sectores productivos que generen mayor cantidad de empleo. La candidata del ARI está tan entusiasmada con el plan que aseguró que en un año y medio el país podrá conseguir importantes mejoras en materia de creación de empleo y de disminución de la pobreza.
El shock distributivo y las políticas activas son los dos puntos que etiquetan el documento como un programa de centroizquierda. El resto es, como dice Carrió, un “plan de capitalismo transparente y competitivo”. Ofrece igualdad de oportunidades al capital nacional que al extranjero, mantiene los servicios públicos en manos privadas, impulsa la apertura económica y el equilibrio fiscal. Lo que sí propone es terminar con los monopolios y oligopolios y regular los movimientos de capitales para garantizar la reinversión de las ganancias de las empresas en el país. Para los economistas del ARI, el gasto actual del Estado no es alto, sino ineficiente. Por eso quieren ir elevándolo gradualmente, de acuerdo a la mejora en la recaudación, poniendo el eje en políticas sociales, de salud y educación, que reconstruyan el contrato social. El documento aclara que, dado que en la actualidad el Estado no tiene posibilidades de financiamiento, la suba del gasto debe hacerse sin generar déficit fiscal.
Lo que sigue son los diez puntos que sintetizan el plan económico de Elisa Carrió.
- Shock distributivo: La propuesta es impulsar un subsidio universal a la niñez, otro para los mayores de 65 años y un seguro de empleo y formación para los desocupados, que involucre la realización de distintas actividades de capacitación. Es similar a lo que viene proponiendo el Frenapo, del que el ARI es componente. El documento no aclara los montos de los subsidios. Además, se quiere impulsar una gradual recomposición salarial y la implementación de negociaciones sindicales que vayan distribuyendo los beneficios de la reactivación.
- Políticas activas: Se plantea una estrategia de reactivación productiva apuntada hacia una grupo de sectores que sirvan como locomotora del desarrollo. La idea es seleccionarlos según cuatro criterios: capacidad de generación de empleos; balance de oferta y demanda de divisas, es decir, apuntar a sectores que generen fuerte superávit comercial; creación de eslabonamientos productivos, apoyando a empresas que se provean de sus insumos en el país, e integración regional.
- Política fiscal: El documento compara el gasto nacional con el de otros países y concluye que es bajo. “Es imprescindible recuperar el nivel de prestaciones sociales, no sólo como resguardo hacia la sociedad, sino como la única manera de llevar adelante un programa económico de manera eficiente. No se puede producir sin paz social”, señala. La propuesta es ir elevando el gasto al ritmo del crecimiento de la recaudación, aumento que esperan ocurra como resultado de un mayor nivel de actividad y de una profunda reforma tributaria.
- Reforma tributaria: Lo Vuolo quiere revertir el alto grado de regresividad del régimen impositivo vigente. Para eso plantea reducir el IVA y mejorar el rendimiento del Impuesto a las Ganancias. La idea es eliminar todas las exenciones que le quitan efectividad al gravamen. También propone eliminar el monotributo, por ineficaz. Además, quiere promover la rejerarquización administrativa del ente de fiscalización y recaudación, imponer graves penalidades para los evasores y lograr un efectivo funcionamiento del fuero penal tributario.
- Tipo de cambio: El análisis de los economistas del ARI es que, por las características de la economía nacional, basada fuertemente en la producción de commodities, es imprescindible un tipo de cambio flotante, con intervenciones del Banco Central que adapten el tipo de cambio a los movimientos de precios internacionales. Sin embargo, señalan que en la actual coyuntura económica y financiera es necesario buscar una paridad estable, menor en términos reales a la actual, que le dé certidumbre a los actores económicos. Para eso proponen una cuidada administración de las divisas en función de asegurar los insumos imprescindibles para la producción. También un sistema de retenciones móviles que dé precio cierto a los bienes transables.
- Sistema financiero: Con respecto al corralón que encierra los ahorros de los depositantes, el ARI plantea la creación de fideicomisos que vinculen la devolución de los depósitos a la de los créditos; también la diferenciación entre depositantes chicos y grandes y la redolarización de las deudas de los grandes grupos. El documento afirma que el criterio para depurar el sistema financiero debería ser la solvencia de las distintas instituciones. Le otorga una vital importancia en la evolución del sistema a la banca pública: dice que debe actuar como una “eficiente testigo del mercado”. Promueve la creación de bancas regionales de asistencia productiva especializada. Asegura que la operatoria bancaria debe realizarse fundamentalmente en moneda local y que todo el sistema debe apuntar a la recomposición de capital de trabajo empresario, fundamentalmente de las pymes.
- Servicios públicos: La política general es mantener los servicios públicos en manos privadas, siempre que las empresas tengan una política tarifaria que esté en línea con las condiciones de competitividad que requiere la economía. Lo mismo se señala en cuanto a las inversiones y el nivel de las prestaciones. Se aclara que se revisarán los incumplimientos de los contratos y las irregularidades cometidas desde la privatización. En caso de ser pertinente, se promoverá la caducidad de las concesiones. Pero no para reestatizarlas, sino para buscar un mejor operador. Se aclara que no se quiere romper contratos arriesgándose a provocar juicios contra el Estado.
- Movimientos de capitales: La idea principal es promover la reinversión de las utilidades empresarias mediante incentivos fiscales.
- Desconcentración del poder económico en los mercados: Sugieren promover una regulación que favorezca la libre competencia, principalmente de los mercados oligopólicos proveedores de insumos de uso generalizado en la industria, como combustibles y servicios públicos. Se hace especial hincapié en la actuación de las petroleras y su incidencia en el resto de la economía.
- Apertura: Ante el nuevo escenario de tipo de cambio alto, el ARI considera que es equivocado defender posturas proteccionistas, que “sí hubieran sido lógicas en la convertibilidad”, aclara el documento. En ese sentido, ahora, con la competitividad ganada tras la devaluación, plantean un mayor grado de apertura de la economía, basado en una reducción del arancel promedio de las importaciones y una negociación “inteligente” de los procesos de integración regional. Proponen una negociación con laUnión Europea desde el Mercosur.
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