Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez coincidieron ayer en involucrarse personalmente en el conflicto por la construcción de las pasteras. El Presidente argentino lo hizo para instar a los asambleístas a “evitar provocaciones”. Su par oriental, para asegurar, a través de un trascendido periodístico, que “no se construirán otras plantas” en el río Uruguay a condición de que “se levante el bloqueo, se garantice que esta medida no se repetirá en el futuro y que la planta de Botnia permanezca en Fray Bentos”.

Kirchner habló en la Casa Rosada, durante la realización de un acto oficial. “Ni los argentinos tenemos que generar ningún acto que pueda ser malinterpretado como provocativo, como el que acaba de pasar allí, ni los hermanos uruguayos deben reaccionar mal”, afirmó.

El Presidente aludió de esta manera al paso de los asambleístas de Gualeguaychú por la Plaza Independencia de Montevideo, donde fueron increpados por manifestantes uruguayos cuando intentaban realizar una suerte de “campaña de concientización”.

Sobre esos incidentes, el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, rechazó “todo tipo de violencia, venga de donde venga”. En tanto, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, calificó de “destemplada” la reacción de los manifestantes uruguayos y consideró que “no es bueno que sucedan esas cosas”.

Siempre en tono contemporizador, Kirchner sostuvo además que las “diferencias” existentes entre los gobiernos de la Argentina y Uruguay por la cuestión pastera “no habilitan” la generación de un perjuicio mutuo. El jefe de Estado consideró “nefasto” cualquier enfrentamiento entre ambos pueblos, a partir de su certeza de que “desprestigian las convicciones y pueden llegar a desprestigiar la verdad”.

En ese sentido, aseveró: “Tenemos que tener entre ambos la cordura, la racionalidad, el amor que muchas veces hemos tenido. Me ha tocado dirimir en el tema de los Hielos Continentales con la hermana República de Chile, pero no por eso nos agredíamos ni mucho menos, si no que se discutieron ideas con firmeza”.

Por su parte, Tabaré Vázquez se comprometió a no autorizar la instalación de nuevas plantas procesadoras de celulosa sobre el río Uruguay, como concesión para restablecer el diálogo con el gobierno argentino. “No se instalarán otras plantas (puesto que) Uruguay no tiene proyectada ninguna otra planta”, dijo el presidente durante una reunión de ministros que encabezó ayer, según el diario uruguayo El País.

Del lado argentino, trascendió que ese planteo es uno “entre mil cuestiones” sobre las que se hablaron con el facilitador español Juan Antonio Yáñez Barnuevo. El canciller Jorge Taiana ya había dicho que el tema “está implicado en la gestión” de Yáñez Barnuevo.

“No hay que excluir ningún tema del diálogo. Y los dos puntos centrales son el respeto pleno del estatuto y la exigencia de no contaminar”, señalaron a Página/12 fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina.

Fue, de algún modo, una alusión a lo publicado por el matutino uruguayo respecto de que Uruguay seguirá adelante con la construcción en Fray Bentos de la pastera Botnia, la cual es cuestionada en Argentina por considerarla contaminante.

Anoche, según consignaron desde España, la esperada reunión entre representantes de Argentina y Uruguay para avanzar en la búsqueda de una solución al diferendo será en Madrid, “a fines de febrero o principios de marzo”. Todo indica que llegar a buen puerto no será sencillo.