Vie 09.02.2007

EL PAíS  › ENTIDADES Y GOBIERNO ACERCARON POSICIONES. PRECIOS Y RENTABILIDAD EN AGENDA

Ni un sí ni un no, ni siquiera una cornada

El primer encuentro logró su objetivo. Entidades del agro y el Gobierno recuperaron una mesa de negociación. Se reunirá semanalmente y el primer objetivo es encontrar la forma de garantizar la estabilidad de precios de la carne y los derivados del maíz y el trigo. Los ruralistas, esta vez, apuntaron contra los exportadores.

› Por Claudio Zlotnik

El Gobierno y las entidades del campo hicieron las paces. Hubo reconciliación. Los principales dirigentes del sector se reunieron con Alberto Fernández, Felisa Miceli y con el flamante secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, y consensuaron una agenda con los problemas planteados por los ruralistas. Habrá encuentros semanales de la “Mesa agrícola”, y el primero de ellos se realizará el viernes que viene. Hay cuatro temas clave: el precio del maíz, del trigo, la carne y los morosos del Banco Nación. Ambas partes intentarán conciliar sus posiciones: para el Gobierno, el objetivo es que no haya aumentos en los precios de los alimentos. Los productores, en tanto, quieren incrementar su rentabilidad.

“No voy a hacer de psicólogo. Queremos resolver los problemas.” Con esa frase, el jefe de Gabinete recibió a los ruralistas. Continuó con una autocrítica: “Si éste es un buen momento para la Argentina, no entiendo por qué nos tenemos que pelear. Será porque algo no estamos haciendo bien y queremos corregir”. En ese tono, los ruralistas coincidieron en la necesidad de “bajar los decibeles”. Hasta Eduardo Bu-zzi, quien había mantenido un duro enfrentamiento verbal con la ministra de Economía, le pidió disculpas: “Estuve desubicado, perdóneme”, le dijo, en referencia a que hace un par de semanas la había calificado como “desquiciada”. Miceli le contestó con una sonrisa y le dijo que ya había pasado el mal momento.

El encuentro en la Casa Rosada duró algo más de dos horas. Néstor Kirchner, a diferencia de otras oportunidades, esta vez no entró al despacho del jefe de Gabinete. Prefirió quedarse en su despacho atendiendo cuestiones relacionadas al Conicet. Este encuentro fue relevante para ambas partes: para el Gobierno, que busca aliados para frenar la suba de los precios de los alimentos. El campo, en tanto, busca aprovechar el buen momento local e internacional.

Los ruralistas aprovecharon para plantear sus quejas, a agenda abierta, y se llevaron algunas promesas. La ministra Miceli se comprometió a que en las próximas horas se normalizarán los envíos al exterior de carne. En medio de la suba de precios, desde los despachos oficiales se habían empezado a retacear los permisos para exportar. Mario Llambías, de Confederaciones Rurales, mencionó que “nos prometieron que se empezarán a movilizar las autorizaciones para vender afuera”.

Durante la reunión se repasaron todos los puntos conflictivos. El único que quedó al margen fue el de las retenciones, algo que se había acordado entre las partes antes del encuentro. En medio de los reclamos, y también hacia el final, los funcionarios y los dirigentes coincidieron en la necesidad de “reconstruir una relación de confianza mutua”.

El Gobierno se comprometió a empezar a resolver los temas que más inquietan a los productores. Tanto en el caso del trigo como en el del maíz, los ruralistas están recibiendo valores que están por debajo a los que se pagan a escala internacional. La denuncia concreta es que los exportadores se quedan con la súper rentabilidad que dejan los precios record mientras que los productores son meros testigos de esa fiesta. En el caso de trigo, por ejemplo, los exportadores están cobrando 430/440 pesos por tonelada, pero les pagan 100 pesos menos a los productores. Con el maíz sucede algo similar: las cerealeras ya se aseguraron ventas a valores muy superiores de los que pagan en el mercado interno.

Los productores reclamaron que se les garantice recibir el precio internacional de los cereales. “Es difícil, pero ésta es una oportunidad histórica”, señaló Luciano Miguens, de la Rural, durante la conferencia de prensa posterior al encuentro.

El “desafío”, tal como quedó planteado en la reunión, es que los ruralistas reciban un valor más alto sin que ello se traduzca en incrementos de precios en el mercado interno. El compromiso de Fernández, Miceli y De Urquiza es llegar a una propuesta para dentro de una semana, cuando los mismos actores se volverán a encontrar en la Rosada a las 10 de la mañana.

El tema más complejo de solucionar es el de la carne. El Gobierno prometió hacer un seguimiento de la cadena y se aseguró la estabilidad de los precios de los doce cortes populares hasta fin de año. En las próximas semanas se definirá la manera en que el Estado auxiliará a los ganaderos, que se quejan de los mayores costos. Para mantener los valores se analizará la puesta en marcha de subsidios o estímulos fiscales. Y se aseguró mantener el actual peso de faena, de 260 kilos.

Respecto de la morosidad con el Banco Nación, Miceli dijo que se les dará solución a las 4500 carpetas a través de un programa de refinanciación de pasivos. También se confirmó el funcionamiento del “fondo lechero”, que implicará un subsidio de 5 centavos por litro para los tamberos.

Ayer fue el debut de De Urquiza como secretario. “Juntos tendremos que encontrar la manera en que la actual bonanza internacional sea aprovechada por los productores pero no se traduzca en alzas de precios en el mercado interno”, dijo. Después de un año de tironeos y peleas, el Gobierno y el campo dieron una fuerte señal política de reconciliación. “Valoramos la intención pero no daremos un cheque en blanco”, destacó Buzzi. Dentro de siete días empezará a quedar en claro si esa voluntad se confirma en la realidad.

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