EL PAíS › SERIA CANDIDATO A PRESIDENTE
El titular de Boca dijo a Página/12 que “probablemente” asuma un desafío nacional. El Gobierno ya lo da como un hecho y prepara a Filmus para el nuevo escenario porteño. Las irregularidades de Rovira, el respaldo a Bielsa, el guiño a Niella y fútbol, siempre fútbol.
› Por Diego Schurman
–Macri va por la presidencial –dice el hombre con una confianza proverbial y retoma el sorbo de Seven Up diet interrumpido.
La frase propone romper la languidez informativa del verano y lo llamativo es que se genera en las entrañas del poder. El funcionario de extrema confianza de Néstor Kirchner hace alarde de su certeza. Quiere dejar en claro que no es fruto de una imaginación prolífica. “Ya lo tiene decidido”, asegura tan enigmático como tajante y desafía a chequear el dato con el propio protagonista del culebrón.
Es viernes por la tarde y Página/12 marca el número de Mauricio Macri.
–¿Va por la presidencia? –pregunta entonces este diario luego de la presentación de rigor.
–Es más probable que vaya por la presidencia, pero recién lo voy a definir en marzo –amaga, pero no lo dice, el titular de Compromiso para el Cambio desde algún lugar de Córdoba, donde excusa los silencios de la conversación en la requisitoria de fotos que le hacen los transeúntes.
–En Gobierno ya dan como hecho que no va a la Capital y que se lanza como candidato a presidente.
–¿Me pusieron un microchip en la cabeza? –se ríe de su sugerente ocurrencia. El fantasma de un contacto directo entre Macri y la Casa Rosada recorre las mesas de debate político. En el kirchnerismo admiten que hubo un intento de juntar al presidente de Boca con Alberto Fernández. El jefe de Gabinete en persona recibió la propuesta de un empresario. Pero no hubo reunión.
El nombre del intermediario está guardado bajo siete llaves. Elisa Carrió insiste en que se trata de Nicolás Caputo un próspero hombre de negocios, alguna vez vinculado al dueño del rating televisivo Marcelo Tinelli. “Lo tenemos recontrachequeado”, señala el vocero de Lilita, quien ha denunciado la existencia de un pacto entre Macri y Kirchner que redundaría, dice, en un toma y daca de poder y negocios.
Macri desparrama elogios hacia Caputo pero niega la información de la titular del ARI. Más aún, atajándose, recomienda tomar con pinzas todo lo que provenga de la Casa Rosada. “Sabiendo que dicen que la inflación es del 1,1 por ciento, nada de lo que sale del Gobierno es para confiar”, ironiza ante Página/12, sumándose a la polémica que desató el relevamiento del Indec.
Más allá de las especulaciones, hay datos elocuentes: la ruptura de las relaciones de Macri con Roberto Lavagna –funcional al Gobierno– y la reestructuración del equipo de prensa del líder de Pro, aparentemente con el propósito de apuntalar una campaña nacional.
En el último sondeo que la Casa Rosada le encargó a Ricardo Rouvier y Asociados ya se contemplan escenarios electorales porteños sin Macri. Es un claro aliciente para Alberto Fernández, pues así logra asegurar la presencia de Daniel Filmus en el ballottage. De producirse esa segunda vuelta, el ministro de Educación aparece –siempre según el sondeo que difunde el Gobierno– en una situación de “empate técnico” con el jefe de Gobierno, Jorge Telerman. En rigor, el resultado exacto es de 34,8 por ciento contra 37,6 por ciento.
No obstante, la encuesta “preparada especialmente para el presidente de la Nación” –según reza en su tapa– muestra una mejor evolución del delfín del jefe de Gabinete. Esto es, que la intención de voto de Filmus ha crecido desde noviembre pasado, mientras que la de Telerman decreció. En el bunker del jefe de Gobierno porteño descreen de esos números, como de la mayoría de los sondeos que se originan en la Rosada. “En todos los trabajos que manejamos, Jorge (Telerman) duplica en votos a Filmus”, jura y perjura la mano derecha del mandamás porteño.
Sospechas al margen, está claro que se está desatando una pelea sin cuartel. Y en todos los niveles. Una situación inédita se dio esta semana cuando se anunció y se desmintió en cuestión de horas el apoyo del metalúrgico Francisco “Barba” Gutiérrez y su Polo Social a la candidatura de Filmus.
La contraofensiva pareció ser la decisión del gobierno nacional de incorporar en sus filas al advenedizo José Ottavis, hasta fin del año pasado funcionario de Telerman en el área de la juventud.
Simultáneamente, operadores del jefe de Gobierno porteño vienen haciendo un trabajo de hormiga para captar adhesiones. Lo hacen en la CGT –dicen tener de su lado a Hugo Moyano– y también en la Legislatura. Según afirman, con resultados positivos. Mediáticamente, Telerman y Alberto Fernández se acicatean maltratándose.
La terquedad de esos viejos contrincantes, quienes cargan con un odio sin un origen demasiado claro, correrá del centro del ring a Filmus. Si esto no se produce naturalmente, sucederá de manera artificial: ya le ordenaron al ministro y candidato que deje de confrontar con Telerman y que asiente su campaña en la gestión.
Filmus no sólo recibe indicaciones sino también quejas: esta semana le explicaron que para granjear el voto radical no había que hacer migas con Rodolfo Terragno. Aquella reunión, gestionada por María José Lubertino, crispó los ánimos de la Rosada. Si la titular del Inadi buscaba de esa manera mejorar sus chances de convertirse en compañera de fórmula del ministro, logró exactamente lo contrario.
Sin largar prenda, el Gobierno dice tener ya resuelto el binomio. En cambio, reconoce la incertidumbre que genera el destino de los votos de derecha si Macri finalmente desiste de competir en la ciudad. Las encuestas dicen que Horacio Rodríguez Larreta, o quien represente al macrismo en la Capital, no logrará retener la adhesión de toda esa franja de sufragantes. Y que muchos de ellos terminarán respaldando a Telerman.
–Macri va primero en todas las encuestas de Capital que manejamos. Si se baja para ir por la presidencia, que es una versión que creció fuertemente en estos últimos días, muchos de su votantes se inclinarán por Telerman. O sea, sería mejor noticia para nosotros que para Filmus –-sostiene ante este diario un conspicuo ministro de la ciudad.
Ante ese escenario, Filmus ha reactivado los contactos con Diálogo por Buenos Aires (Aníbal Ibarra, Carlos Heller y Miguel Bonasso) con el propósito de encolumnar detrás de él el denominado electorado progresista. En ese sentido, el titular de Cascos Blancos, Gabriel Fuks, aportó su granito de arena el viernes, llevándole el apoyo de un entramado de movimientos sociales.
“Ando muuuuuy bien en las encuestas”, jugueteaba Kirchner el jueves, en su despacho, en una cabal muestra de su autoestima alta.
Nadie sabe si es irónico o si realmente confía en esos números que cada tanto le acercan sus asesores y confidentes. Lo cierto es que fueron los sondeos los que lo ilusionaron con capitalizar una puja provincial apoyando del fallido proyecto reeleccionista de gobernador de Misiones, Carlos Rovira.
Con la oposición enrostrándole la derrota, Kirchner transformó a Rovira en mancha venenosa. Y de eso puede dar fe por estas horas el ministro de Salud, Ginés González García, quien alienta las investigaciones por presuntas irregularidades de Rovira en el manejo local del Plan Nacer. Se trata de un programa destinado a personas de bajos recursos que financia obras de infraestructura en hospitales y centros sanitarios.
El kirchnerismo inició incluso auditorías para cerciorarse de que la ayuda haya llegado a destino. La sospecha cae de madura: se cree que la administración de Rovira desvió gran parte del dinero para financiar la campaña reeleccionista. Hay denuncias de la Asociación de Trabajadores del Estado por faltantes de fondos que la Nación gira mensualmente a una cuenta especial de la provincia.
–Es absolutamente cierto que Ginés está siguiendo con suma atención lo que está sucediendo en Misiones. Pero no puedo dar mayores detalles –confía a Página/12 el vocero del ministro.
Ni Ginés ni Kirchner quieren quedar pegados con esas supuestas irregularidades. La derrota en las urnas fue aleccionadora en todo sentido. El oficialismo aprendió el don aglutinador de figuras sociales como el sacerdote Joaquín Piña y por eso ahora acerca su calor al párroco José Luis Niella, quien también encabeza una cruzada antirreeleccionista pero en Corrientes.
Niella estuvo esta semana en Buenos Aires y el Gobierno le tendió la alfombra. Fue recibido por el vicepresidente del Banco Nación, Roberto Feletti, y la titular del PAMI, Graciela Ocaña, entre otros. Se llevó promesas de ayuda social y financiamiento. Y se dio el gusto de sustentar con documentación científica, pero también bíblica, la necesidad de una reforma agraria. Lo mismo expuso ante representantes de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
De todos modos, en Corrientes el kirchnerismo no juega a blanco o negro. También tiene algunas fichas puestas en el gobernador Arturo Colombi, quien ahora busca respaldo electoral para reformar la Constitución, y en otros sectores –además del de Niella– de prédica antirreeleccionista. Signo de los tiempos.
Distinto a Corrientes es Santa Fe. Si hoy debiera tomar la decisión, Kirchner se inclinaría por la candidatura de Rafael Bielsa. Como se ve, en política pocas cosas resultan irremisibles. De considerarlo responsable de la última derrota en la Capital, algunos habitantes de la Rosada sostienen ahora que Bielsa es el único aspirante con chances de pelearle la gobernación al socialista Hermes Binner.
El otro adalid kirchnerista, Agustín Rossi, no amedrenta y dispara sobre Binner, pero también sobre Bielsa, con una fruición inusitada. Deberá aflorar cierta armonía en la interna K a no ser –por utilizar una figura futbolera– que el equipo del Presidente ya esté resignado a una derrota por goleada.
Como se ve, el fútbol es más que una metáfora para los políticos. Cristina Kirchner lo comprobó en persona en su gira por París. La camiseta que recibió de los jugadores con su nombre estampado en la espalda le generó la misma satisfacción que el triunfo del equipo de Basile. Pero si éste se consiguió a fuerza de técnica y sudor, el regalo fue una estudiada estrategia publicitaria.
En la Rosada confiaron que la empresa Adidas tenía diseñada de antemano la camiseta con el nombre de la senadora estampado. Esto confirma que, más allá de la sorpresa de Crespo, Ayala, Saviola y compañía, la visita no fue tan espontánea. En la lógica publicitaria –y también la cabulera– Cristina ganó con esa foto que se difundió tras el triunfo de Argentina ante Francia. ¿Con ese mismo razonamiento Julio Grondona sumó puntos retratándose con la primera dama? Hasta donde se sabe, el Gobierno augura el desplazamiento de Don Julio y su reemplazo por el ex presidente de Vélez, Raúl Gámez. ¿Seguirá pensando lo mismo?
El tema es materia de tertulias en la residencia de Olivos, donde todos los sábados se reúne un grupo selecto del Gobierno a jugar al fútbol.
De un lado suelen alistarse el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, el titular de la Anses, Sergio Massa, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y, si está en Buenos Aires, el hijo del presidente Máximo Kirchner. Del otro, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el senador José Pampuro, el titular de la Side, Héctor Icazuriaga, y el mismísimo Néstor Kirchner.
Antes, uno de ellos oficiaba de árbitro. Desistió. La rabieta del Presidente cada vez que le fallaba en contra ponía en jaque la buena relación que ambos mantenían fuera de la cancha.
El último match terminó 6 a 1. ¿A que no saben qué equipo ganó?
Segunda vuelta entre Filmus y Telerman *
Telerman | 37,6% |
Filmus | 34,8% |
Ninguno | 12,6% |
No sabe | 15,0% |
* 650 entrevistas en la ciudad de Buenos Aires entre el 1o y el 6 de febrero. Muestra probabilística con un margen de error de 3,8%.
Fuente: Ricardo Rouvier y Asociados.
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