Mar 23.07.2002

EL PAíS

¿Cuánto le cuesta a Menem la acusación por la AMIA?

¿Washington le bajó el pulgar a Menem? ¿O el New York Times no debe ser tomado como un indicador de la línea que sigue la Casa Blanca en política exterior? ¿Qué es lo más importante del escándalo desatado ayer por el diario norteamericano al poner en tapa una mención al ex presidente?

Todos los consultados ayer por este diario dieron importancia a la publicación de la información sobre Carlos Menem en la tapa del New York Times. Aquí un extracto de sus respuestas.

- Elisa Carrió (diputada del ARI): “El camino de la cuenta en Suiza es el importante. Si queremos llegar al final, hay que investigar esa cuenta, uno de los pedidos que venimos haciendo desde hace tiempo. Si somos perseverantes la verdad va a llegar”.

- Adrián Menem (diputado del PJ):“El artículo no va a provocar ninguna repercusión en los Estados Unidos porque no hay nada de cierto en lo que dice. Esta fue una clara maniobra política por parte de algunos funcionarios, no sabría decir cuáles... En cuanto a la política interna del país tampoco va a generar ningún tipo de consecuencia porque es un hecho totalmente viejo. Vamos a ver qué tipo de acciones legales cabe entablar por esta mentira”.

- Aníbal Ibarra (jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires): “Desconozco el grado de certeza de la información pero a nadie le sorprendería que fuera cierto. Por supuesto que este y otros temas, vinculados con la moral menemista, estarán presentes en el debate de la Argentina que viene. Es pública la influencia que tiene la colectividad judía en Estados Unidos y sobre todo en Nueva York. Esto puede echar por tierra algunos de los sueños de Menem de contar con el apoyo irrestricto de los Estados Unidos, aunque cada vez parece estar más claro que ése es sólo un deseo”.

- Federico Storani (diputado de la UCR): “Es curioso, pero ya había aparecido una declaración de Anne Krueger la semana pasada, donde decía que el Fondo Monetario Internacional no recomendaba la dolarización en Argentina. Eso también parecía una bajada de dedo de los Estados Unidos, porque Menem ha hecho de la dolarización su caballito de batalla. Acá hay una cuestión contradictoria porque pocos como Menem les garantizan a los norteamericanos tantas cosas –durante su gobierno les garantizó todo lo que quisieron en materia económica– pero es el menos vendible por sus antecedentes de corrupción. Algunos decían que estas señales negativas podrían deberse a una ‘vendetta’ por las privatizaciones, en las que los capitales europeos se quedaron con las licitaciones. Otra cuestión importante es que sin guerra fría el alineamiento automático que ha mantenido el ex presidente durante su gobierno ya no tiene demasiado valor. El candidato que más les gustaba a los Estados Unidos era Carlos Reutemann porque no estaba tan quemado. Si es que este incidente significa una quita de apoyo a Menem, puede ser propicia para José Manuel De la Sota porque él siempre tuvo buena relación con los norteamericanos. Acá en Argentina no creo que la noticia tenga demasiada trascendencia. Es más, no sé si a Menem no le conviene aparecer despegado de los americanos. En la sociedad hay un nivel alto de confusión y también una actitud vergonzante. La gente dice ‘que se vayan todos’ y al mismo tiempo Menem sube en las encuestas. Con el temor de la gente Menem podría ganar votos. Además la mayoría de la población ya sabe que Menem es corrupto, en el 95 la gente lo sabía y lo eligió igual... A mí mismo me tocó enfrentar a Alberto Pierri en una elección, donde pudimos denunciar actos probados de corrupción que él había cometido y, sin embargo, ganó igual. Me gustaría creer pero no me parece que vaya a haber cambios verdaderos. Para probar la volatilidad de los apoyos electorales sólo hace falta recordar que hace un año una encuesta de opinión le daba a Domingo Cavallo el 75 por ciento de imagen positivo, y el 80 por ciento era de clase media”.

- Atilio Borón (director del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales): “Hay que comprender que el New York Times no necesariamente significa la opinión del Gobierno de los Estados Unidos. Muchas veces este periódico se opuso a algunas políticas de Washington, sin que la Casa Blanca tomara en cuenta esa opinión. Por lo tanto, en este momento podría estar ocurriendo algo similar. De todas maneras, hay un dato bien significativo y es que el New York Times seguramente ha tomado nota del acelerado descrédito en queha caído el gobierno de George Bush y se siente entonces en condiciones de sacar a la luz un tema que en Argentina hace mucho tiempo había sido planteado y que el diario estadounidense decidió ignorar. De todas maneras lo que también es evidente es que en la actualidad el carácter ilusorio del “éxito económico” del menemismo es incuestionable y que aún los que fueron los más fervientes apoyos internacionales, como el FMI, el Banco Mundial, la Casa Blanca, y el mismo New York Times, procuran rápidamente tomar distancia de él, abrumado como está también por un sucesión de interminables evidencias que lo caracterizan como el gobierno más corrupto de la historia argentina y responsable principal de la crisis actual”.

- Patricio Echegaray (legislador porteño de Izquierda Unida): “En primer lugar esto pone sobre el tapete la complicidad del Gobierno de Menem con la masacre de la AMIA, entre otros casos. Evidentemente la noticia pone el dedo e la llaga en una de las características de la gestión menemista:la impunidad. Yo creo que es un error tomar a Estados Unidos como un todo, porque hay sectores que han apoyado y van a apoyar a Menem y otros líderes neoliberales; pero también hay otros que no lo harán. Además es necesario aclarar que, salvo los candidatos de la izquierda, todos los candidatos funcionan con la venia norteamericana. Menem va a estar en el centros de un cuestionamiento a las prácticas mafiosas de los sectores neoliberales, que ahora golpean al propio Bush, acusado de manejos empresariales inmorales. Esto quiere decir que los sectores más comprometidos con Menem pueden llegar a perder peso a corto plazo. Yo creo que es muy difícil decir quién es el candidato preferido por el establishment norteamericano, ya que el sector que apoya a Menem está acusado de tener prácticas mafiosas. Por otro lado, es lógico que una crisis en Estados Unidos empiecen a plantearse disidencia con respecto a la política en América Latina. Me parece que lo que realmente necesita nuestro país es una fuerza política que, no sólo no este apoyada por algún sector del establishment norteamericano, sino que rechace claramente las políticas imperialistas de esa potencia”

- Oscar González (diputado del Partido Socialista/ARI): “Esta denuncia sale a la luz simultáneamente al desmoronamiento del capitalismo trucho de George Bush. Estos dos fenómenos son una muestra clara de la decadencia de ese modelo –la fase superior del imperialismo norteamericano– y sus exponentes, Carlos Menem incluido. Y esto seguramente va a afectar el pretendido retorno del ex presidente. Hay una coincidencia de los dos fenómenos. A nivel local, toda persona sensata sabe muy bien quién es Menem y no se sorprende de esta información ni otras que puedan revelarse en un futuro cercano. Esto consolida la veracidad de todo lo que nosotros ya sabemos, que este señor es impresentable tanto adentro como afuera del país. Con respecto a Estados Unidos, las elecciones en ese país dirán lo que piensa la ciudadanía y probablemente, después de estos últimos casos de corrupción, gane el Partido Demócrata. En todo caso, lo que está sucediendo demuestra claramente que el paradigma económico norteamericano de la década del 90 fracasó tanto en América Latina como en Estados Unidos”.

Entrevistas: Alejandro Gaggero.

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