Unos dos mil piqueteros, asambleístas y militantes de partidos de izquierda marcharon hasta el Hotel Sheraton para repudiar la presencia de la misión del FMI y la comisión de expertos internacionales, a quienes los desocupados rebautizaron en todos sus discursos como “comisión de notables delincuentes”. Las entradas del hotel fueron valladas por la policía, que se apostó con perros en los jardines exteriores. Las puertas de ingreso permanecieron cerradas incluso para los turistas, que a medida que iban llegando –y topándose con la manifestación– eran invitados a rodear el edificio para entrar por una puerta secundaria, ubicada sobre la Avenida Eduardo Madero.
Participaron en la movilización el Bloque Nacional Piquetero, el Movimiento de Jubilados y Desocupados (Raúl Castells), un grupo de asambleas barriales, el Partido Obrero, el de los Trabajadores por el Socialismo (PTS) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).
Bajo las ventanas del hotel los manifestantes cantaron “Pan, trabajo, el Fondo al carajo” y consignas variadas contra el gobierno. Las empleadas del Sheraton, de trajecitos oscuros, observaron la marcha a través de los ventanales del primer piso.
“Esta comisión de notables viene a llevarse lo que queda de nuestro país”, dijo Beto Ibarra, dirigente del Movimiento Territorial de Liberación. “Le pedimos que se lleve a Duhalde, a los legisladores y a todos los explotadores a su paraíso del primer mundo, y que deje a los trabajadores construir el país que necesitan.”
Nina Peloso, del Movimiento de Castells, consideró que “el único interés que tiene la comisión de expertos es que el gobierno argentino siga pagando la deuda externa, mientras el pueblo sigue pasando hambre”. Néstor Pitrola, del Polo Obrero, ratificó que desde el 5 al 9 de agosto van a acampar en las principales plazas del país como continuidad del repudio al Fondo Monetario.
La marcha, que salió desde el obelisco a las 18.30, se desconcentró poco antes de las 20.00. A primera hora de la tarde un grupo de ahorristas junto al MST también había repudiado con una protesta la presencia de la comisión de notables.