La interna del PJ riojano podría terminar con el sueño de Angel Maza de perpetuarse en el poder. La Legislatura provincial votó ayer el fin de la reelección indefinida del gobernador, una decisión que ahora deberá ser rubricada a través del voto de la gente. Frente a ese escenario, el gobierno nacional podría catapultar al embajador en México, Jorge Yoma, como el candidato kirchnerista en las elecciones de octubre.

A diferencia de Misiones, donde el freno a la reelección fue motorizado por un enorme espectro opositor, en La Rioja las novedades deben entenderse en el marco de una feroz interna del PJ, que tiene como principales protagonistas a Maza y su vice, Luis Beder Herrera.

El gobernador, moldeado por Carlos Menem pero reconvertido al kirchnerismo, sueña con mantenerse al frente de la provincia con anuencia del gobierno nacional. Pero Beder Herrera aprovechó su poder hegemónico en la Legislatura provincial para poner coto a las aspiraciones reeleccionistas de Maza.

No es que el vice –también de matriz menemista– se haya convertido en un adalid de la democracia. Sencillamente, utilizó una herramienta para negociar desde una posición de fuerza el futuro candidato a gobernador justicialista, un título que también lo seduce, pese al rechazo que encuentra en ese sentido en la Casa Rosada.

Frente al actual escenario, el Gobierno comenzó a posicionar a Jorge Yoma. El embajador en México mantuvo más de una conversación sobre el futuro de la provincia con los operadores K. Ayer admitió que lo seduce la empresa y que definirá su candidatura en abril, una vez que así lo convenga con el presidente Néstor Kirchner.

La enmienda constitucional votada por la Legislatura unicameral, en una sesión presidida por Beder Herrera, habilita una sola reelección, o sea ocho años seguidos de mandato como máximo. Pero agrega una cláusula que impide expresamente una nueva presentación de Maza como candidato gobernador y de Beder Herrera como vice.

“El gobernador y vicegobernador son electos a simple pluralidad de sufragio y ejercerán sus funciones por el término de cuatro años, pudiendo ser reelectos por un solo período consecutivo”, dice el texto. Una cláusula transitoria, incluida a instancias del diputado bederista Jorge Machicote, consideró “período consecutivo” el que actualmente cumplen Maza y Beder Herrera.

Esa cláusula fue duramente cuestionada por Maza. El gobernador insiste en que lo quieren “proscribir”, ya que la ley “no puede ser retroactiva”. Una manera de expresar su certeza de que, en el peor de los casos, aún tiene la ley de su lado para buscar un período más.

La enmienda aprobada por 18 de los 23 legisladores debe ser ahora ratificada por la ciudadanía a través de una consulta que, de acuerdo con la Constitución provincial, tiene que efectuarse junto a una elección general, o sea, en octubre. Esto produciría un vacío legal, ya que en el mismo comicio donde se debe elegir el próximo gobernador se preguntaría si Maza puede ser candidato a gobernador.

Es por eso que Maza insiste en que esa consulta debe realizarse, como él mismo convocó, el próximo 18 de marzo. Habrá que ver ahora si ese llamado prospera o si, producto de los acontecimientos de ayer, se inician conversaciones entre las partes en pugna para llegar a un acuerdo político. Esa necesidad parece forzada, además, por la derogación de la Ley de Lemas. Hasta ahora, la posibilidad de presentar un abanico de candidatos no hacía otra cosa que postergar la solución de los entuertos internos.

Además de bajarle el pulgar a la reelección indefinida y suprimir la Ley de Lemas, se elevó la composición de 23 a 37 diputados por departamento y no por regiones, como impulsaba Maza. También se modificó la conformación de los concejos deliberantes, aumentando el número de integrantes según la población existente.

No se dio curso, en cambio, a ninguno de los pedidos de juicio político contra el gobernador, que podría derivar en su suspensión y posterior destitución. El gobierno nacional ya amenazó con intervenir la provincia si caía Maza, pero prometió no interferir en la vida institucional de La Rioja si se le imposibilitaba su reelección.