EL PAíS
› SOLA DESDOBLO LAS ELECCIONES Y SERA CANDIDATO
Otro problema para De la Sota
El gobernador bonaerense separó las elecciones provinciales de las internas. Eso complace a todo el arco político de su provincia pero resiente aún más las chances del cordobés.
› Por Fernando Cibeira
Todavía José Manuel de la Sota no hizo su primer acto como precandidato presidencial y ya tuvo su primer traspié. El gobernador Felipe Solá anunció ayer que las elecciones en la provincia de Buenos Aires se harán desdobladas de las nacionales, un pase de capa con el que privó a De la Sota de contar con el sostén del todopoderoso aparato del PJ bonaerense en la interna con Carlos Menem. La jugada tendría el visto bueno del Gobierno, lo que dará aire a las versiones del supuesto pacto que armaron Duhalde y Menem para las elecciones. Con todo, cerca del gobernador cordobés buscaban restarle importancia a la decisión, aunque consideraban que la unificación es mejor porque se ahorra. “Pero cada distrito tiene derecho a resolver sus temas electorales como mejor le parezca”, respondió un vocero del precandidato.
Estaba previsto que Duhalde apareciera anoche en la habitual reunión del Consejo del PJ bonaerense para exponer su punto de vista que, se sabe, en la provincia es casi palabra santa. Pero, prudentemente, el Presidente prefirió no aparecer por el lugar. El Consejo, que preside el vitalicio intendente de Lanús Manuel Quindimil, y que componen dirigentes duhaldistas como la senadora Mabel Müller, el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Mércuri, el diputado José María Díaz Bancalari y el intendente de Merlo, Raúl Othacehé, entonces, optó por no pronunciarse.
Hasta ayer Duhalde no se había definido. “Esperemos unos días”, respondía invariablemente, cada vez que le preguntaban si había que desdoblar o no las elecciones. Es cierto que los intendentes del conurbano estaban en su totalidad a favor del desdoblamiento, y fue su opinión de la que se agarró Solá para anunciar un llamado diferenciado.
En la gobernación comentaban que también se había conversado acerca del tema con Duhalde y, unos días atrás, hasta con De la Sota. Además, el gobernador ya lo tenía consensuado con el PJ bonaerense y con buena parte de la bancada radical. “Creemos que es absolutamente necesario que Buenos Aires tenga elecciones independientemente de lo que ocurra en la Nación”, explicó Solá ayer en la conferencia de prensa que brindó en La Plata.
El gobernador se justificó con un argumento que todos –hasta los delasotistas– consideraron razonable. Dijo que como en la provincia no habrá caducidad de mandatos, quienes resulten electos en las próximas elecciones recién asumirán en diciembre del 2003 por lo que, si las internas se hacen el 24 de noviembre, podría suceder que un intendente que pierde tenga que convivir 13 meses con un candidato ganador, con la consiguiente quita de poder que sufriría en una provincia ya desquiciada.
En realidad, Solá sólo anunció su intención de desdoblar porque ahora será la Legislatura bonaerense la que deberá modificar la Ley Electoral para poder cambiar los plazos. El cronograma tentativo que maneja el gobernador indica que las internas se realizarían a mediados del 2003 mientras que la general quedaría para fines de agosto o principios de setiembre. Solá confirmó que quiere presentarse para renovar mandato como gobernador. Con cara de poker, opinó que la medida no tendría por qué complicar las posibilidades de De la Sota. “La elección nacional es independiente de todas las provincias, incluida Córdoba. Los candidatos están en igualdad de condiciones frente a la gente y es mejor que no haya sospechas de aparatos que se mueven para llevar a los votantes”, sostuvo.
Cerca del cordobés respondían algo parecido. “A De la Sota no le preocupa la decisión de Solá porque pretende llegar con el voto de la gente y no de los aparatos”, decía un vocero. Y agregaba: “Eso sí, después cada distrito va a tener que dar explicaciones sobre los gastos extra que les generará una elección desdoblada”.
En la reunión de anoche de la cúpula del PJ bonaerense había coincidencia acerca de que una elección desdoblada era casi una lápida para las aspiraciones de De la Sota. “Acá hay quienes ya dicen que De la Sota se va a bajar”, explicaba un dirigente bonaerense. No hacía faltapreguntar mucho para que respondieran que los jefes de los distritos iban a trabajar “livianito” para una interna en la que no se disputaría el reparto de poder provincial. Y que esa realidad no cambiaría mucho aun si hubiera un apoyo “oficial” a la candidatura del gobernador cordobés.
“Ahora quieren inventar encuestas que le dan el 20 por ciento a nivel nacional, pero acá en la provincia De la Sota nunca pasa del 4 por ciento. No mueve el amperímetro”, agregaba uno de los participantes del encuentro de anoche. Y cuando consideraban posible que De la Sota se baje, lo justificaban con un dato que el hoy gobernador de Córdoba no debe olvidar: en el ‘88 Menem consiguió que las elecciones fueran desdobladas y terminó ganándole al aparato, que en la provincia apoyaba la fórmula Cafiero-De la Sota, por medio millón de votos.
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