“Es el mejor candidato que tiene la provincia de Buenos Aires”, opinó Hugo Moyano cuando enfrentó a los medios que lo esperaban frente al despacho del vicepresidente Daniel Scioli. Un momento antes, el titular de Uatre, Gerónimo Venegas, había dicho con todas las letras que “al no haber otro candidato por el justicialismo las 62 organizaciones peronistas van a poner toda la estructura a trabajar” en la candidatura de Scioli. Las definiciones llegaron luego de que diez gremialistas de la conocida organización peronista le manifestaran a Scioli su “apoyo incondicional” y, de paso, le pidieran mayor protagonismo sindical en las listas de la próxima elección.

Por la CGT habló Moyano y por las 62 Venegas. Bastaron cuarenta y cinco minutos para que los sindicalistas se pusieran a disposición de Scioli y para que éste les anunciara que “no es partidario de actos masivos”. Sentados al lado de Moyano y de Venegas se encontraban el taxista Omar Viviani, José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias; Miguel Angel Paniagua, del Sutep, el gremio de los espectáculos públicos; Abel Frutos, de Panaderos; Antonio Caló y Enrique Salinas, de la UOM; Vicente Mastrocola, de Plásticos, y Norberto Di Próspero, del gremio del Personal Legislativo. También habían sido invitados el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, y Gerardo Martínez, de la construcción.

“Se habló de todo”, dijo sonriente Moyano cuando se le preguntó si el histórico 33 por ciento que la rama sindical supo tener en las listas del peronismo había sido uno de los temas de conversación. Antes de ingresar en el despacho que Scioli ocupa en el Senado, los gremialistas recordaban con cierta nostalgia que en 1983 “había 33 diputados gremiales y el presidente del bloque justicialista era el petrolero Diego Ibáñez”.

En público, Moyano aclaró que el pedido de mayor protagonismo para los sindicalistas en las listas y en la campaña “no era un requisito. Era un apoyo sin pedir nada a cambio”. Luego del agradecimiento del dueño de casa, Moyano lo elogió “por su humildad y contracción al trabajo”. Algo que más tarde repitió frente a los medios.

Luego de comentarles que no era partidario de los actos masivos, Scioli aseguró a los gremialistas que los temas dominantes de su agenda de campaña serán “el trabajo y la producción”. Por ello les pidió colaboración en recorridas puntuales que piensa concretar por algunas localidades bonaerenses. Insistió en que la suya será “una campaña no tradicional”.

El tema de la basura en la provincia de Buenos Aires fue uno de los puntos que se revisaron en la reunión. Venegas contó que está trabajando con la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, un proyecto para combatir la contaminación que producen algunos agroquímicos que se usan en la producción rural. Lingeri propuso acompañar a Scioli en la recorrida por algunas obras en las que está involucrada la empresa estatal encargada de las cloacas y el agua potable en la provincia.

Hubo promesas de un nuevo encuentro. Entre otras cosas porque el protagonismo reclamado por los gremios no será algo que se defina de un día para otro. El tema forma parte de una ingeniería que tiene otro centro de decisiones.

Con esta movida, las 62 también les apuntan a las candidaturas que desde otros sectores de Gobierno pudieran beneficiar a dirigentes de la CTA. “Seguiremos conversando”, resumió Moyano cuando ya tenía un pie en la escalera que lleva a la puerta de salida. Las 62 se comprometieron a realizar un plenario para oficializar su apoyo a Scioli.

Según comentaban ayer, de manera orgánica solamente habían apoyado a Juan Domingo Perón. En las restantes ocasiones se armaron mesas sindicales que no comprometían a la histórica agrupación del peronismo. Pero ahora, los sindicalistas tendrán que esperar que Scioli oficialice su postulación como candidato a gobernador. Anteayer recibió el apoyo del piquetero Luis D’Elía, ayer el de Moyano. Al igual que el peronismo, la candidatura de Scioli es amplia.