Se ceba un mate y sonríe. A Ricardo López Murphy se lo ve complacido con los tiempos que vienen. No grita ni gesticula, como en las arengas de la campaña que vendrá. En sus palabras se puede leer la satisfacción con el panorama en la ciudad: el Bulldog imagina que con el centroizquierda dividido, Mauricio Macri tiene chances de ganar la Capital. El ex ministro de Defensa y de Economía de la Alianza evalúa lanzarse como candidato a presidente nuevamente y, a la vez, como diputado por la provincia de Buenos Aires. “Esa candidatura no está anunciada. No tenemos escape de normalizar ese tema ante la opinión pública esta semana”, apura. Mientras tanto, acumula adjetivos sobre la senadora Cristina Fernández de Kirchner y sobre sus contrincantes: Roberto Lavagna y Elisa Carrió, a quien le señaló que “los pronósticos dieron al revés”.

Las oficinas de Recrear –en el piso 12º de un edificio cerca de Plaza de Mayo– están en calma el jueves por la tarde. López Murphy prepara las valijas para partir hacia Estados Unidos a dar una conferencia sobre el “populismo en Latinoamérica”. Volverá el 5 de marzo, cuando la decisión de su socio de PRO ya se conozca. El Bulldog descarta que irá por la ciudad, pero por las dudas anunció que ocupará la candidatura que Macri no elija.

–¿No le molesta jugar de suplente de Macri?

–No, yo no juego de suplente. Lo que hemos hecho ha sido asignar los roles de la manera en que sea más eficaz. Me parecía que este espacio de ideas tiene que buscar los mejores resultados. Me parece que una elección muy decisiva es la de la Capital Federal, cinco meses antes de las nacionales. Eso va a causar un gran impacto. No podíamos demorar un minuto más. Y esa decisión ya está tomada.

–¿O sea que Macri ya definió que se presenta en la Capital?

–Digamos... está tomada. Y va a ser anunciada la semana que viene.

–¿Y para presidente..?

–Cualquiera sea el resultado de las elecciones nacionales, este espacio de ideas tiene que tener una expresión. Entonces, yo también mencioné que, en ningún caso, eso iba a quedar desierto o sujeto a especulación. A lo mejor me hubiera resultado simpático ir a una disputa interna. Pero requiere recursos financieros que no tenemos.

–¿Qué le aconsejó a Macri en la reunión de esta semana?

–Lo que hicimos fue un diagnóstico de la realidad en Capital. El oficialismo viene de muchos errores consecutivos, que en un electorado sofisticado como el de la Capital van a ser tomados en cuenta: la elección de Misiones –donde se apoyó una idea demencial y disparatada como la reelección indefinida–, una gama de acciones ilegales como la del Hospital Francés, San Vicente y ese episodio tan confuso y tan delicado del caso Gerez. También lo del Indec fue muy grave para el prestigio de la república. Un profesor norteamericano me preguntaba el otro día: “¿Ya defaultearon de nuevo?”. “No los vuelva ladrones a los burros. Es pura torpeza, no el afán de volver a estafar”, le respondí. Esto crea una oportunidad y en eso debemos actuar.

–Siempre Macri se encuentra con el obstáculo de la segunda vuelta...

–No, pero el oficialismo va a llegar a esta elección con muchas dificultades, con los candidatos que tiene. Este último episodio de acusarlos de la quema de barrios de emergencia supera todo lo que había imaginado. Además, el anuncio de incrementos docentes cuando el ministro de Educación decía no sé cuánto cuesta.

–¿Le hubiera recomendando a Filmus que recortara el incentivo docente, como hizo usted cuando era ministro de Economía?

–No, no, no, no. Nnnno. Lo que digo es que él podría haber dicho quién lo va a pagar y cómo lo van a pagar. Eso es lo que él dijo que no sabía. ¡Espectacular me pareció!

Bulldog X 2

–Si Macri va por la ciudad, ¿usted va por la presidencia otra vez?

–Sí, sin duda, así va a ser.

–¿Está descartada su candidatura a diputado?

–No, bueno. Yo puedo hacer además otra candidatura más.

–¿Una doble candidatura en octubre?

–Nosotros podemos tener en esa misma elección un doble rol. Me parece que es legítimo hacerlo. Sobre todo, con el propósito de mantener nuestra participación. No debería ser tomado como un demérito. Muchas veces se han tomado los dos roles y me parece legítimo. Pero no me desespera.

–¿Y Macri lo apoya en su candidatura a presidente, o sigue pensando en Sobisch, en Lavagna?

–Nooo. Me parece que hay una coherencia básica de sostener este plexo de ideas. A esta altura me parece inevitable.

–En el caso de que vaya por la presidencia, ¿qué chances hay de un acuerdo con Lavagna?

– (Se hace el sorprendido.) ¿Un acuerdo entre dos candidatos a presidente? ¿Cómo se hace eso?

–Por ejemplo, armando una coalición...

–No, no, si hay dos candidatos a presidente... El sistema nuestro prevé un ballottage. Tenemos que defender nuestras convicciones en la primera vuelta y luego votar al que menos nos molesta.

–¿Coincide con Carrió en “no juntarse con corruptos”?

–Eso corre por cuenta de Carrió. No hago descalificación ad hominem. No. Lo que he dicho es que hay umbrales, limites que uno tiene en las decisiones, como no avalar actitudes reñidas por la institucionalidad. Hay algunos que creen que si la Constitución no los autoriza a correr, deben correr igual, que es el caso de Scioli en la provincia de Buenos Aires. No puedo contradecir lo que he pensado históricamente. Probablemente, si durante el 2006 se hubiera dialogado, a lo mejor hubiera habido un espacio. Desafortunadamente, no ocurrió: hubo candidaturas lanzadas, hubo programas y puntos de vista que sólo daban espacio a la adhesión.

–Si se da el pacto con Lavagna, ¿se rompe PRO?

–¿Usted dice que yo me presente y ellos quieran votar por otro? No, obviamente no es factible. No sólo eso, sino que sería una gran defraudación y una gran mentira. ¡Sería un escándalo!

–¿Cómo están negociando los porcentajes en las listas?

–Ese es un tema difícil...

–¿El vice de Macri va ser de Recrear?

–No, mire, no me voy a meter en una negociación que se la dejamos a los cuerpos orgánicos.

La jauría

–En su posible candidatura, ¿quiénes lo van a acompañar?

–Los que piensan como ha propuesto PRO, seguro. Lo mismo que en la ciudad, donde tratamos de atraer lo que no vaya debajo de Telerman y de las denuncias de Gabriela Cerruti, y debajo del paraguas de Filmus y la ayuda de Alberto Fernández. ¡Qué interesante lo de los comisarios de la Federal! ¿Se lo ofrecerá a todos los candidatos? Me parece desopilante.

–¿Ramón Puerta será de su partida?

–Si él me viene a votar, no le voy a impedir el voto. ¿Cómo voy a hacer esa barbaridad?

–¿A Patricia Bullrich ya se la llevó Lilita?

–No he hablado con Patricia estos días. Ella tomará la decisión adecuada.

–¿Y Carrió?

–Ella también tomará la decisión adecuada... Pero los pronósticos de que íbamos a la Nación para facilitar las cosas al Gobierno dieron exactamente al revés.

–¿Quién piensa que va a tener en frente?

–Hoy Kunkel dijo que no se quieren perpetuar en el poder. Se rotan nada más. (Se ríe.) ¡¡Se rotan!! ¡¡¡Estuvo buenísimo!!! Va a haber una coalición de efectividades conducentes, como diría Hipólito Yrigoyen.

–¿Para usted es pingüino o pingüina?

–Ya sea el presidente el candidato o si –como dice Kunkel– es la senadora Kirchner, yo lo que espero es que haya un debate adecuado. Espero que esté dispuesta a las conferencias de prensa, a las entrevistas abiertas y no con periodistas afectos y subordinados y, sobre todo, espero que no use el helicóptero presidencial como un bien ganancial.

–En 2005, lo venció sin un debate...

–Ella evitó discutir para hacer pesar la diferencia plutocrática, elitista y oligárquica. Yo reconozco que es complejo vencerlos electoralmente, pero espero vencer al menos la grosería soberbia y oligárquica, intolerante, de mal talante y llevada por la diferencia de recursos económicos. No es sano ni para ellos ni para la democracia.