Apenas veinte minutos duró ayer la paritaria docente en la provincia de Buenos Aires. El Frente Gremial escuchó de boca de los funcionarios provinciales la misma propuesta salarial que habían rechazado el viernes. Consecuencia: ratificaron que “en estas condiciones el lunes próximo no empiezan las clases”. El secretario general de Suteba, Roberto Baradel, le dijo a Página/12 que “exhortamos al gobierno de Buenos Aires y a la Nación a llegar a un entendimiento para mejorar la oferta salarial”. El gobernador Felipe Solá dijo que “la negociación no ha terminado, le falta bastante, se han creado expectativas muy altas entre los docentes que la provincia no puede cumplir, pero creo que finalmente vamos a llegar a un entendimiento. Nadie quiere que las clases no comiencen”.

El tire y afloje entre la Nación y la provincia se prolongó durante el fin de semana pero sin resultados. El equipo de Felisa Miceli ratificó que el Tesoro Nacional les facilitará 300 millones a los bonaerenses para que alcancen el piso salarial de 1040 pesos por cargo docente. El equipo de la directora de Escuelas, Adriana Puiggrós, le sumó a ese piso el blanqueo de 85 pesos de los más de 200 que no están incorporados al básico en dos cuotas (45 pesos en marzo y 40 en agosto). El Suteba y la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) rechazaron la propuesta.

Los sindicatos piden el piso salarial de 1040 pesos, más 200 pesos por cargo para cada uno de los 270 mil docentes y la incorporación al básico de 225 pesos. Las posibilidades de un acuerdo pasarían por manejar el blanqueo de ese monto. “Tenemos voluntad de empezar las clases, pero no vamos a resignar la carrera docente; esta oferta implica que los maestros que ganan más de 1040 pesos recibirán un aumento mínimo”, destacó Baradel.

La provincia asegura que para garantizar el piso salarial y los 200 pesos por cargo se necesitan 1100 millones de pesos y que ese monto excede los recursos provinciales. Ni qué hablar del blanqueo de los montos fijos. El presupuesto educativo bonaerense, aprobado para el 2007, es de 9200 millones, casi el 95 por ciento se destina a salarios, y equivale al 35 por ciento de los recursos provinciales.

A pesar del fracaso de la ronda de ayer y de la grandilocuencia de la ratificación del no inicio del ciclo lectivo que afecta a 4,5 millones de alumnos –el 40 por ciento de los estudiantes del país–, las dos partes en pugna dejaron la puerta abierta para volver a encontrarse. El staff de Solá les pidió a los gremios cuarenta y ocho horas para acercar posiciones. Los sindicatos aceptaron: si los convocan con nuevos números se sentarán a escuchar. Entre el miércoles y jueves tanto el Suteba como la FEB realizarán plenarios de delegados y de secretarios generales para acordar la modalidad de la medida de fuerza que ya tienen decidida si no hay novedades antes del lunes.

En un año electoral y con el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, como candidato del oficialismo para disputar la Jefatura de Gobierno porteña, las lecturas políticas potencian la urgencia por resolver el conflicto. Desde la Rosada se quejan porque “Felipe (Solá) transformó en un problema un anuncio que sólo nos tenía que traer réditos. Quiere solucionar el problema de todos los estatales cuando acá se trata de solucionar primero el tema docente”. Desde la provincia, recuerdan que la postergación bonaerense en la redistribución de los recursos coparticipables es lo que torna imposible satisfacer la demanda docente. El tiempo de descuento se agota esta semana.