El coronel uruguayo Manuel Cordero era uno de los máximos responsables de los organismos vinculados con el Plan Cóndor. La Justicia argentina había librado órdenes de detención para localizarlo y un pedido de extradición a la Justicia uruguaya como responsable, entre otros delitos, de la desaparición de la nuera del escritor Juan Gelman. Ayer y luego de un mes de búsqueda, la policía brasileña lo detuvo en Santana do Livramento, en el sur de ese país. Según las fuentes oficiales, durante el día de hoy será trasladado a Porto Alegre, donde la Justicia de Brasil analizará el pedido de extradición. La Justicia uruguaya también lo pedía.

“El gobierno argentino ya fue notificado de la acción realizada por Interpol Brasil”, señaló ayer a este diario un funcionario de la misión argentina en Brasilia que pidió mantener su identidad bajo anonimato. Por lo menos hasta ahora, no está dispuesto que diplomáticos argentinos se desplacen a Porto Alegre, donde va a ser trasladado Cordero. “Vamos a esperar que lo traigan a Brasilia y allí realizaremos las gestiones del caso”, dijo a Página/12 la misma fuente.

La embajada que encabeza Juan Pablo Lohlé recibió la noticia con agrado, dado que la captura del militar uruguayo era “una prioridad para la Cancillería, que se vio reflejada en las numerosas gestiones que la embajada realizó ante las autoridades brasileñas”. El funcionario argentino elogió a la policía local y a las “autoridades brasileñas, que respondieron de muy buen grado ante los pedidos realizados por nuestro gobierno”.

Interpol localizó a Cordero en la ciudad de Santana do Livramento, en la frontera uruguaya. Durante la última semana, el pedido de su detención pareció intensificarse por una nueva orden de la Justicia uruguaya. El juez Luiz Charles repitió la orden de captura por “privación de libertad y asociación para delinquir”. Durante el día de hoy, Cordero será trasladado a Porto Alegre, a la espera de la decisión sobre su extradición.

“Para nosotros es una buena noticia”, dijo ayer a este diario Marcelo Buigo, abogado del poeta Juan Gelman y querellante en la causa en la que se pidió su extradición junto a la de otros siete militares uruguayos comprometidos en el Plan Cóndor.

En diciembre del año pasado, parte de ese proceso empezó a concretarse con la decisión de la Justicia uruguaya de conceder la extradición de seis represores, cinco militares retirados y un policía federal reclamados por el juez argentino Guillermo Montenegro en la causa del Plan Cóndor. La medida alcanzó al mayor retirado de la policía Ricardo Medina y a los coroneles retirados Ernesto Ramas y Jorge Silveira, al teniente coronel retirado José Nino Gavazzo, al ex mayor José Arab y el ex coronel Gilberto Vázquez. La nómina original de Montenegro incluyó al militar Julio Vadora, ya fallecido. La detención y la aprobación de la extradición de Cordero aún quedaban pendientes.

“El trámite probablemente dure unos meses, y todavía hay que ver si lo que prevalece es el pedido de extradición de la Argentina o de la Justicia uruguaya”, explicó ayer el abogado del poeta Juan Gelman. “De todos modos, aunque demore lo que demore, es importante que el pedido de detención se pueda hacer efectivo. El tiempo no tiene importancia para las víctimas y sus familiares que esperan que actúe la Justicia”, remarcó el letrado que representa a Gelman, quien sigue reclamando por la ubicación e identificación de los restos de su nuera María Claudia Irureta Goyena.