Enojado porque la Legislatura derogó la reducción de sueldos del 13 por ciento a jubilados y estatales, el gobernador de Mendoza, Roberto Iglesias, anunció ayer que cuando termine su mandato se retirará de la política, con lo que –de hecho– abandonó sus ambiciones presidenciales. Tanto era el fastidio de Iglesias que también anticipó su predisposición a votar legisladores dentro de dos meses junto con la modificación de la Constitución provincial, de forma de declarar la caducidad de los mandatos y elegir todo en diciembre. “No voy a estar gobernando un año con todos en contra”, explicó.
Hasta ayer, a Iglesias se lo mencionaba como el tercer precandidato del radicalismo, junto con Rodolfo Terragno y el chaqueño Angel Rozas. Entre sus apoyos se contaban algunos dirigentes del interior y lo que queda del delarruismo. Sin embargo, en un momento de ira, el gobernador mendocino decidió terminar con su carrera como político. El detonante fue que la Cámara de Diputados derogó el descuento que la gestión de Iglesias viene haciendo en los sueldos provinciales desde hace casi un año. A partir del 1° de agosto, entonces, tanto empleados públicos como jubilados volverán a cobrar sus haberes completos.
Según el gobernador, la Legislatura tomó esa medida sin ningún tipo de recaudo presupuestario, por lo que no le quedará más remedio que aumentar los impuestos o sacar recursos de otras áreas, como salud o educación, algo que dijo no estar dispuesto. “Ya se han lanzado las internas y la campaña electoral, que afectan la gobernabilidad de toda la provincia”, sostuvo Iglesias, y calificó lo que hicieron los legisladores como “un golpe de Estado”. “Cosas como ésta son las que deterioran profundamente la política y provocan el reclamo generalizado de que nos vayamos todos”, agregó, antes de anunciar que quiere que en Mendoza se vote en diciembre.